Profesores y alumnos están sufriendo las malas condiciones ambientales en sus aulas: ventanas y puertas abiertas con la consiguiente corriente de aire. Da igual que sea en la ciudad o en la montaña, donde se añade que hace más frío. Profesores y alumnos dando clase con abrigos y bufandas, además de la mascarilla. Según el artículo 7 del Real Decreto 486/1997 de 14 de abril, las condiciones ambientales de los lugares de trabajo no deben constituir una fuente de incomodidad para el trabajor ni un riesgo para su seguridad y salud. A tal efecto se deben evitar las corrientes de aire molestas.
¿Cómo pueden decir que los centros escolares son seguros? Grupos confinados diariamente. Profesores que ya llevan tres o cuatro PCRs. ¿Qué pasará el resto del curso? Lo lógico sería ventilar los espacios cada hora durante el tiempo que estipulen. Resfriados, anginas y gripe están aseguradas si siguen estas medidas.