Entender + con la historia

Del Lyceum Club a Somdones.cat

Conscientes de que hay que pasar a la acción para cambiar las cosas, cada vez más mujeres se organizan para defender sus derechos. Son herederas de lo que empezaron algunas congéneres hace un siglo, por ejemplo en el Lyceum Club de Barcelona.

Inauguración del nuevo local del Lyceum Club de Barcelona el 1933. En la imagen la junta directiva de l’entitat amb l’alcalde Jaume Aiguader

Inauguración del nuevo local del Lyceum Club de Barcelona el 1933. En la imagen la junta directiva de l’entitat amb l’alcalde Jaume Aiguader / Arxiu Fotogràfic de Barcelona

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Xavier Carmaniu Mainadé
Xavier Carmaniu Mainadé

Historiador

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Hace unos días este periódico se hacía eco de la creación de la entidad Somdones.cat. La iniciativa es de la ingeniera industrial y profesora de la Universidad Politècnica de Catalunya Anna Pujol, que ha querido crear una plataforma 'on line' que sirva de punto de encuentro para mujeres profesionales y ayudar a reducir la brecha de género que hay en ámbitos como la ciencia, la tecnología o el emprendimiento.

Este proyecto no se puede entender sin el contexto de la nueva ola de lucha para la reivindicación de los derechos y las libertades de las mujeres que se está viviendo en todo el mundo. Pero también vale la pena situarlo en un contexto cronológico más amplio porque sino parece que entidades como esta son como islas surgidas en medio de la nada. Y es justo lo contrario. Es un eslabón más de una larga cadena.

En Catalunya ya se habían vivido etapas de organización y combate contra el orden impuesto por una sociedad controlada por los hombres. Los dos grandes momentos fueron la Transición y antes de la guerra civil, coincidiendo con los años de la Segunda República. Precisamente en aquella época proliferaron algunas instituciones que perseguían objetivos similares a los que ahora quiere alcanzar Somdones.cat, aunque entonces se hacía especial hincapié en el ámbito cultural y de las letras puesto que el mundo científico todavía estaba monopolizado por los hombres sin que casi nadie lo pusiera en duda.

Entre aquellas organizaciones se puede citar el caso del Lyceum Club de Barcelona fundado, entre otras, por la escritora Aurora Bertrana. Era una firme partidaria de la participación femenina en el ámbito político pero también estaba preocupada por el nivel de conocimientos que tenían las mujeres a las que, de manera sistemática, se había impedido el acceso a los estudios de más nivel académico por el simple hecho de no ser hombres.

Para paliarlo, Bertrana, que se había formado en Suiza y había viajado por diferentes países, quería fundar una universidad popular para mujeres. Su idea, sin embargo, no encontró la buena acogida que ella esperaba y se tuvo que conformar con colaborar en la fundación del Lyceum Club, que a pesar de alejarse de su propósito inicial sí tenía algunos puntos de contacto.

El Lyceum Club inició su camino después de que un grupo de mujeres publicara un manifiesto fundacional en el diario 'La Publicitat' el 5 de julio de 1931, donde afirmaban querer "contribuir con todas nuestras fuerzas a sacar la mujer del pueblo de la terrible ignorancia que la abruma". Para ello comenzaron a organizar charlas y cursos de temáticas que podían ser útiles a las mujeres que por primera vez en la historia votaban y podían ser elegidas para cargos públicos.

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Aparte de Bertrana, entre las integrantes del Lyceum Club había la escritora Carme Montoriol, la maestra Maria Baldó, el deportista Anna Maria Martínez Sagi, la periodista María Luz Morales, la pedagoga Enriqueta Sèculi, la pintora Carme Cortés y muchísimas otras que rondaban entre los treinta y cuarenta años. Ellas tenían claro que había llegado el momento de ocupar un espacio que hasta entonces les había sido vetado por la simple razón del género. En el Lyceum Club encontraron un espacio de acción y de reunión, que fue ganando peso cada año que pasaba, ya no solo por las propuestas formativas sino también por las actividades culturales que desplegó: en 1932 fundaron su propia editorial, en 1933 crearon una potente sección de teatro, en 1934 comenzaron a organizar sesiones de cine y, a partir de enero de 1936, tuvieron su propio programa semanal en Radio Barcelona.

Cuando estalló la guerra recondujeron sus esfuerzos para apoyar el bando legítimo de la República. Eran conscientes de que una victoria fascista les arrebataría el poco espacio de poder que habían empezado a ganar en 1931. No se equivocaban. La dictadura de Franco supuso un retroceso en los derechos de las mujeres y tuvieron que pasar casi cuatro décadas de opresión para volver a recuperarlos. Ahora es el turno de proyectos como Somdones.cat para continuar avanzando en un camino donde no debe haber más pasos atrás.

Espacio de encuentro de mujeres

El concepto Lyceum Club surgió en Londres en 1904, como un espacio de encuentro de mujeres del mundo de la cultura. Los años siguientes aparecieron entidades con el mismo nombre en Berlín y París y, a partir de ahí, se fundaron en muchas ciudades. Entre ellas Madrid en 1926, donde fue muy influyente, aunque tenía un tono algo más elitista que el Lyceum de Barcelona.