en Catalunya

Diez bosques para activar nuestro bienestar

Espacios forestales para recargar energía

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Carme Escales

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Ni abrazar árboles, ni hablar con ellos. Nada de ello se prescribe como indicación milagrosa ni única o necesaria en la inmersión en un bosque. Se trata de conectar con uno mismo a través de los cinco sentidos que nos hacen de puente entre la naturaleza y nuestro interior. Cada persona vivirá su experiencia particular, diferente, con el denominador común de sentir confortabilidad. El confort puede llegar por la calma, respirando el silencio que propicia un bosque, por sus árboles que actúan de aislantes del mundanal ruido. Puede alcanzarnos otro tipo de conexión, la temperatura tanto si paseamos como si nos sentamos cómodamente sobre la tierra, en alguna gran piedra o apoyándonos en el sólido tronco de un árbol. Despertar los cinco sentidos nos llevará a elegir un determinado lugar del bosque, por su luz, por su temperatura o por su tipo de vegetación.

Fueron los japoneses quienes, en la década de los 80 del pasado siglo empezaron a racionalizar algo que ya se sabía: cómo beneficia a nuestra salud dejar que impacte en nosotros la energía propia de la naturaleza. Temperatura, luz, olores, el sonido de hojas o la tierra al pisarla, todo eso y más forma parte del Shinrin (bosque)-Yoku (baño), el baño de bosque, la experiencia de inmersión en un espacio forestal para recargar energía, como terapia, no curativa, pero complementaria al fomento de la salud de nuestro organismo, como prevención o rehabilitación.

Àlex Gesse, nacido en Barcelona, es director ejecutivo del Forest Therapy Institute, que aúna a profesionales de diferentes países formados para guiar y acompañar a realizar baños de bosque. Gesse es, además, fundador del Instituto de Baños de Bosque. Asesora sobre su especialidad a organizaciones gubernamentales y privadas, y ha colaborado como consultor especialista en el Grupo de Expertos en Salud y Bienestar Humanos (Expert Group on Human Health and Well- Being) del Forest Europe-Conferencia Ministerial sobre la Protección de Bosques en Europa.

Con un equipo de colaboradores ha preparado la primera guía que selecciona rutas para hacer inmersión en los bosques. Baños de Bosque. 50 rutas para sentir la naturaleza (ed. Ahenamedia, colección Petit Futé). Cada guía en papel incluye un código QR que permite descargar, de forma completamente gratuita, la versión digital en formato PDF, ePUB o Mobi.

Como el 65% del territorio de Catalunya son espacios forestales, las opciones de elegir uno para vivir la experiencia de un baño de bosque son muchas. Aquí va una selección de diez de ellos.

Pont de la Vila. Parc Forestal de Mataró

Nos iremos abriendo camino entre pinos y alcornoques, encinas y la hiedra que asciende por los troncos de árbol. Matas de cardo y romero, también a nuestro paso, son característicos en este espacio forestal en la comarca del Maresme. Hallaremos áreas en las que la vista al mar sumará sensaciones a las que iremos acumulando en el paseo por el Parc Forestal de Mataró, donde atravesaremos una zona de pic-nic para hacer más completo el día. También cruzaremos un espacio arbolado con tirolinas en los árboles. Es el Bosc Vertical, un parque de aventuras en los árboles, para sentir emociones liberando adrenalina.

Font groga. Parc Natural de la Serra de Collserola.

Muy próximo y accesible desde Barcelona y los municipios de su área metropolitana. Encinas centenarias, madroños y el brezo a nuestro paso singularizan un itinerario desde el cual también hallaremos zonas desde lo alto para contemplar el mar a lo lejos. La vegetación frondosa mantiene la humedad concentrada en ciertas áreas, como por ejemplo alrededor de la Font Groga. Un banco de piedra dispuesto en círculo entorno a la fuente nos dará la clave para una de nuestras paradas en nuestro baño de bosque. Observando el sendero por el que caminamos y las múltiples formas de troncos y ramas de árbol, la fuerza de la naturaleza ya está trabajando en nosotros.

Fageda d’en Jordà. Parc Natural de la Zona volcànica de la Garrotxa

En la comarca de la Garrotxa, en el kilómetro 4 de la carretera de Olot a Santa Pau, encontraremos uno de los centros de interpretación del Parc Natural de la Zona Volcànica de la Garrotxa. Es Can Serra, un punto de información sobre la flora, fauna, geología, vulcanismo e itinerarios pedestres del parque natural en el cual iremos en busca de la Fageda d’en Jordà. Adentrándonos en el espacio forestal, olmos, nogales, fresnos, y sobre la tierra macerada por lava volcánica del cráter del Croscat, las hileras de hayas y hayas que dan nombre al lugar. Sentarse sobre una piedra, o directamente en el suelo, y respirar es directamente revitalizador.

Bosque del Gerdar. Parc Nacional d’Aigüestortes i Estany de Sant Maurici

También conocido por los vecinos de la zona como la Mata de València, el bosque del Gerdar es una espectacular concentración de abetos que encontramos en la comarca del Pallars Sobirà. Está a pocos quilómetros de las poblaciones de Esterri y de València d’Àneu, siguiendo la ruta ruta hacia el refugio del Gerdar. A partir de él, donde se puede dejar el coche en un aparcamiento, inciaremos la inmersión en el bosque, respirando a conciencia porque el abrazo de la naturaleza en el interior de este gran espacio de abetos es fortísimo.

Bosque de l’Aubaga. Parc Natural de l’Alt Pirineu.

Os de Civís es un pequeño pueblo situado en el valle de Aós, en la comarca del Alt Urgell. Se encuentra en la confluencia de dos ríos, el Setúria y el Salòria, dentro del Parque Natural del Alt Pirineu, la mayor reserva natural de Cataluña. Os de Civís está rodeado de bosques de abetos, pinos, avellanos y abedules, bien vitales por la energía de esos dos ríos que en este baño de bosque van a tener su protagonismo. Sentarse a escuchar el sonido de sus aguas sobre las piedras será parte del encanto energetizante de este bosque, incluso un baño de pies nos centrará en el poderoso sentir el aquí y ahora.

Bosque de les Torrenteres. Espai Natural Protegit de les Serres de Milany-Santa Magadalena i Puigsacalm-Bellmunt.

Vidrà es una pequeña localidad de la comarca de Osona, a las puertas del prepirineo, y enmarcado en el Espai Natural Protegit de les Serres de Milany-Santa Magdalena i Puigsacalm-Bellmunt. Destacan en ese enclave los restos del castillo de Marfany, el santuario de Nostra Senyora de Bellmunt y la cima del Puigsacalm, que supera los 1.500 metros de altitud. Es habitual la presencia de senderistas, ciclistas de BTT y motoristas de montaña, pero para nosotros, el lugar es elegido para experimentar la tranquilidad. Lo haremos enriqueciéndonos de su paisaje y diversidad biológica, entre hayedos y robledales que presiden el territorio del bosque de les Torrenteres. La humedad que facilita un torrente cuyo trayecto podremos tomar de referencia nos llevará a ver musgo sobre raíces y ascendiendo por los troncos de árbol.

Bosque de les Estunes. Espai Natural del Llac de Banyoles.

En la comarca del Pla de l’Estany, dentro del Espai Natural del Llac de Banyoles, localizamos el municipio de Porqueres. Muy cerca del estanque, o lago, de Banyoles, encontramos el bosque de Les Estunes, con robles y encinas que conviven con grietas y perforaciones en el terreno, incluso galerías subterráneas que nos hablan de un pasado inmerso bajo el agua. Tantas formas caprichosas de la naturaleza han dado lugar a numerosas leyendas con hadas y doncellas de agua como protagonistas. Geología y arboleda singular, para una experiencia de inmersión profunda. También el musgo está presente en este recorrido forestal, totalmente envolvente.

Valle de Vallcàrquera. Parc Natural del Montseny.

En la cordillera prelitoral catalana, presidida por su cima más alta, el Montseny, seguida de otros picos como el Turó de l’Home, Les Agudes o el Matagalls, nos hallamos entre las comarcas de Osona, La Selva y el Vallès Oriental, una reserva emmarcada en la denominación de Parc Natural del Montseny. Y en su valle de Vallcàrquera, descubriremos una escuela de naturaleza. Propiedad de la Diputació de Barcelona, está ubicada en un lugar idóneo para realizar actividades educativas y de ocio. Siguiendo el cauce del arroyo de igual nombre que el valle, Vallcàrquera, caminaremos por un sendero que nos adentrará en el escenario de nuestra experiencia de bienestar. Muros de piedra seca, fuentes, encinas, fresnos, olmos, avellanos y almeces y pinos piñoneros nos saludan y nos envían su vitalidad.

Camino del Castell de l’Oliver. Parc Natural del Garraf.

Dentro del Parc Natural del Garraf, partiremos del municipio de Olivella, caracterizado por masías que salpican su paisaje mediterráneo. El sotobosque está repleto de plantas aromáticas, así que el olfato nos lo activarán aromas como el de las plantas de romero y tomillo. Veremos sobre todo pinos olivos y palmitos, y algunos robles también. Es zona de viñedos, por lo que dependiendo de la época del año, nuestra vista se podrá recrear en las retorcidas cepas de la viña o en incipientes o ya maduradas uvas. Podremos pasar de escuchar el canto de los pájaros a las cigarras, sin dejar de percibir, con el resto de sentidos, la magia de este entorno natural.

Bosque de Virós. Parc Natural de l’Alt Pirineu.

Senderos mansos, cómodos para el paseo, amplios y privilegiados por la vista frecuente a los picos y valles de este enclave en la Vallferrera, el bosque de Virós es un tesoro en medio del Parc Natural de l’Alt Pirineu. Con destino a la tranquilidad, podremos reposar y tomar un refrigerio al inicio o al final en el refugio Gall Fer, en el municipio de Alins de Vallferrera. Junto a él se encuentra la estación de esquí nórdico Alins-Vallferrera, que se adentra en realidad por el bosque en el que vamos en busca de baño singular. Un baño energético en el que seguro influirá el mineral de hierro que dio tanta vida a familias del valle, y nombre al mismo. Ninguno de los caminos y pistas que atraviesan este precioso bosque pirenaico tiene desperdicio. Hay que dejarse seducir por los pinos y hayas del lugar,

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