Colau desembarca en campaña para aupar a los Comuns y volverlos decisivos en el futuro Govern

Los Comuns empezaron la campaña electoral sin saber si podrían contar con uno de sus principales activos políticos durante la misma: Ada Colau. La ex alcaldesa de Barcelona, la figura con más ascendencia en la formación morada, se marchó a Estambul para embarcarse en la “flotilla de la Libertad” y participar en la entrega de ayuda humanitaria a Gaza. No obstante, el retraso de la administración turca a la hora de entregar los permisos ha mantenido varada la ‘flotilla’ y ha permitido que Colau aproveche ese paréntesis para desembarcar en la campaña electoral.

Los Comuns tienen previsto multiplicar la presencia de la ex alcaldesa a partir de este viernes y hacerla participar en cinco de las ocho jornadas que quedan antes de cerrar la campaña. Ya sea flanqueando a la candidata, Jéssica Albiach, ya sea de la mano de su número 2, el alcalde de El Prat, Lluís Mijoler. O reforzando plazas clave durante esta campaña. Este viernes se estrena acompañado en Girona al cabeza de lista por dicha provincia, su ex regidor Eloi Badia. En dicha circunscripción se disputan el último escaño con Aliança Catalana, la formación de extrema derecha e independentista capitaneada por la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols.

El objetivo es aprovechar los vientos de cola que pueda traer Colau para impulsar a los Comuns y que estos logren la fuerza suficiente para ser decisivos en el futuro Govern. Y es que el éxito o fracaso los de Albiach en los comicios del 12-M dependerá, en gran medida, si acaban logrando sentarse en una de las sillas de la sala Tapies. 

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El arranque de campaña no ha sido el idóneo para sus intereses. Ávidos de confrontar modelos de país y sacarle jugo a su ‘no’ a los presupuestos en oposición al macro casino del Hard Rock, los morados, como el resto de fuerzas políticas, se han visto arrastrados por la tensión que generaron los cinco días de reflexión que se dio Pedro Sánchez para luego no dimitir. 

Y ese efecto arrastre que ha acabado favoreciendo la dicotomía o a favor o en contra de Sánchez, beneficia a Salvador Illa y a Carles Puigdemont, en detrimento de fuerzas como ERC o los Comuns. Una mayoría de encuestas publicadas hasta la fecha no son halagüeñas para los morados, ya que les sitúan entre un poco o notablemente por debajo de sus actuales ocho diputados. 

Desde los Comuns recuerdan que son especialistas en desmentir pronósticos y, como ejemplo, ponen el baticinio del CEO en las anteriores elecciones generales, cuando les pronosticaron una horquilla de entre dos y cuatro diputados y finalmente obtuvieron siete. Y una de las cartas para materializar esa remontada demoscópica se llama Ada Colau. Junto a la ex alcaldesa también volvió de Estambul el otrora candidato a las elecciones generales por los Comuns Jaume Asens.

Su discurso en el acto organizado en Manresa (Bages) fue de los más encendidos y aplaudidos por el auditorio, elevando el tono contra Pedro Sánchez el mismo día que este anunció que continuaba al frente del Gobierno por su falta de atención previa a los asuntos de guerra judicial o lawfare. Precisamente Colau podrá predicar con su ejemplo en esta materia tras ver archivadas más de 20 querellas de diferentes organizaciones empresariales contra ella, interpuestas durante sus ocho años al frente del Ayuntamiento de Barcelona.

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Objetivo: entrar a Govern

Aunque más que el número de votos y si estos se traducen en más o menos diputados de los que tienen ahora, el éxito o fracaso de la campaña quedará marcado por lo decisivos que sean esos votos de cara a configurar un futuro Govern "progresista". Atrás queda una legislatura en la que los morados han querido enfatizar su capacidad de diálogo y mostrarse como un partido responsable alcanzando acuerdos para renovar los presupuestos de la Generalitat. Primero con ERC en un Govern compartido con Junts, más tarde reeditando un 'tripartito parlamentario' con ERC y el PSC. Ahora buscan emular el modelo de gobierno de coalición que rige en el Estado y así desde el mismo poder vender éxitos a su militancia y ampliarla.

"Somos los que somos y debemos entendernos", repite Albiach en casi todos los actos electorales a los que acude, señalando a PSC, ERC y, de manera simbólica, la CUP. Los morados aprietan a los socialistas para que descarten públicamente carambolas que les permitan gobernar con los votos de Junts, dejándoles a ellos fuera del Ejecutivo. Si bien Puigdemont ya ha descartado públicamente dicha posibilidad. También a ERC para que no rehaga puentes con sus antiguos aliados. "Somos la única garantía de que Junts no forme parte del próximo Govern", repite en sus mitines la candidata de los Comuns. Lo que le será más fácil cuantos más diputados obtenga.

Los Comuns no solo se juegan el entrar o no a la Generalitat en los próximos comicios, sino que su éxito o fracaso apuntalará o desgastará a su referente estatal, Sumar, que acumula dos pinchazos electorales -en Galicia y Euskadi- y confía en revertir desde Catalunya esa tendencia.

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