Elecciones catalanas

Illa, Aragonès y Albiach pugnan en la calle por el voto progresista entre reproches mutuos

Junts reivindica por primera vez su presencia en la manifestación del 1 de mayo

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Salvador Illa (PSC) y Pere Aragonès (ERC) en la manifestación del 1 de mayo.

Salvador Illa (PSC) y Pere Aragonès (ERC) en la manifestación del 1 de mayo. / MANU MITRU

Quim Bertomeu

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La manifestación del 1 de mayo siempre ha contado con la asistencia de políticos pero, si resulta que coincide en campaña electoral, esta presencia se dispara. Este miércoles los candidatos Salvador Illa (PSC), Pere Aragonès (ERC) y Jéssica Albiach (Comuns) han acudido a la marcha sindical que se ha convocado en Barcelona con un objetivo claro: pugnar en la calle por el voto progresista. Esta vez incluso se ha hecho notar Junts, un partido que no acostumbraba a hacer gala de esta protesta.

El más madrugador ha sido el president de la Generalitat y candidato de ERC a la reelección, Pere Aragonès, que a las 10 horas de la mañana ha oficiado un mitin ante la estatua de Francesc Layret, abogado y político defensor del movimiento obrero que fue asesinado en 1920 por pistoleros de la patronal. Como en una campaña, si el mensaje es corto y contundente, mucho mejor, Aragonès se ha presentado así: "¡Somos el partido del trabajo!".

Sus argumentos han sido que su Govern ha luchado por revertir los recortes públicos que se arrastraban de la época de Artur Mas en la Generalitat y también que ha trabajado para lograr importantes inversiones industriales como la de Chery en los antiguos terrenos de Nissan. Además, ha recordado que bajo su administración, los índices de paro en Catalunya han disminuido. Su discurso también ha contado con dos invectivas hacia el PSC y Junts: a los primeros, por estar "entregados" a la Moncloa. A los segundos, por estar "orgullosos de los recortes".

Si algo no se puede atribuir en estos momentos a la política catalana es crispación, al menos entre los partidos de izquierdas. En el epicentro de la manifestación, en la plaza de Urquinaona de Barcelona, ha coincidido todos y lo han hecho con deportividad e incluso alguna muestra en privado de solidaridad por la falta de horas de sueño que implica una campaña. Aragonès e Illa han llegado a estrecharse la mano y a departir unos instantes. También se ha visto a otros cargos destacados tanto de ERC como del PSC como los consellers republicanos Ester Capella y Roger Torrent, el presidente del partido, Oriol Junqueras, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret.

Oriol Junqueras (ERC) y Camil Ros (UGT) en la manifestación del 1 de mayo.

Oriol Junqueras (ERC) y Camil Ros (UGT) en la manifestación del 1 de mayo. / MANU MITRU

En otra cosa que han coincidido Aragonès e Illa es en exhibir sintonía con los dos grandes sindicatos. Tanto Camil Ros (UGT) como Javier Pacheco (CCOO) se han dejado fotografiar un buen rato charlando, por separado, con el candidato republicano y con el socialista. Todo el mundo querría que la economía vaya mejor, pero la fotografía es de la de unos sindicatos con buena relación tanto con el gobierno autonómico -a través de ERC- como con el estatal -a través del PSC y los Comuns-.

La reforma laboral

Los partidos presentes en la protesta han ido compareciendo ante los medios de comunicación uno a uno y ordenadamente. La líder de los Comuns, Jéssica Albiach, ha aprovechado su turno para apelar a ese votante fronterizo que su partido siempre tiene con el PSC, por un lado, y con ERC, por el otro. Así, ha tratado de convencer a estos votantes de las bondades de la reforma laboral que impulsó en su día la vicepresidenta del Gobierno y líder de Sumar, Yolanda Díaz. Una reforma que, según ha recordado, "ERC votó en contra". También ha reprochado a los socialistas "las resistencias" que en su día pusieron al aumento del salario mínimo.

Jéssica Albiach (Comuns) en la manifestación del 1 de mayo en Barcelona.

Jéssica Albiach (Comuns) en la manifestación del 1 de mayo en Barcelona. / MANU MITRU

Esa ha sido una de las claves del debate de este miércoles en el centro de Barcelona: si los índices de paro son gracias a la labor de la Generalitat o a la del Gobierno. Es decir, si son gracias a ERC en Barcelona, o el PSOE y Sumar en Madrid. Nadie ha contemplado que fuera un mérito compartido y todo el mundo ha intentado llevar el agua hacia su molino. Illa ha defendido que si "nunca antes ha habido tanta gente trabajando es por la reforma laboral", y ha reclamado una oportunidad para su partido para "abrir una nueva etapa" en Catalunya. Como las encuestas le detectan en cabeza, tiene menos incentivos para enfangarse en reproches hacia otros rivales políticos. Sin embargo, sí ha cargado contra la falta a "eficacia" en los servicios públicos de la Generalitat y ha prometido proximidad con los sindicatos si termina siendo president.

Junts y Puigdemont

La novedad de este 1 de mayo ha sido la presencia de Junts. No era estrictamente la primera vez que representantes de la formación acudían a la marcha, ya que en anteriores ediciones se había visto a Neus Munté -con pasado en UGT-, Toni Morral -con pasado en ICV- o Aurora Madaula. Pero sí ha sido el debut del partido de Carles Puigdemont a la hora de dejarse notar y convocar a los medios de comunicación.

Los posconvergentes han demostrado que, también en el asunto de las políticas trabajo, lo abordan desde la misma óptica que muchos otros temas: el liderazgo de Puigdemont. Así, su número seis en la lista por Barcelona, Ennatu Domingo, ha dicho que la generación de nuevos puestos de trabajo, como por ejemplo para combatir el paro juvenil, solo se puede afrontar desde "un liderazgo fuerte que solo ofrece el president Puigdemont".