Empresas emergentes

El tejido de 'startups' de Catalunya se asienta sobre las 2.100 empresas el año de la sequía financiera

Estas pequeñas compañías dispararon su facturación un 14%, superando los 2.100 millones de euros de volumen de negocio conjunto

La ley de 'startups' cumple un año con 600 compañías certificadas, pero las mismas quejas que el primer día

Una zona de encuentro entre emprendedores y potenciales socios e inversores en el evento Tech Spirit del año pasado

Una zona de encuentro entre emprendedores y potenciales socios e inversores en el evento Tech Spirit del año pasado / RICARD CUGAT

Paula Clemente

Paula Clemente

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En el año más complicado para el mercado del emprendimiento de los últimos cinco, el tejido de ‘startups’ catalanas sigue creciendo. Lo hace, eso sí, a un ritmo cada vez más lento. El territorio termina 2023 con 2.102 empresas de base tecnológica y espíritu innovador, apenas un 4% más que el año anterior. A modo de referencia, entonces el ecosistema crecía algo más de un 6%, y en 2020 –y también los años previos– por encima del 11%.

“Cuando el punto de partida es más alto, crecer es más difícil, es una realidad cada vez más exigente, pero que miramos con optimismo”, ha valorado, este miércoles, el conseller de Empresa i Competitivitat de la Generalitat de Catalunya, Roger Torrent. “En los primeros años, las variables cuantitativas son más vistosas, pero ahora estamos ganando madurez y conexión con el resto del ecosistema”, ha añadido el secretario de este departamento y consejero delegado de Acció, organismo que elabora la radiografía que aglutina todos estos datos, Albert Castellanos

Según los datos que maneja esta institución, este año se han constituido casi 340 ‘startups’ en la comunidad, pero el centenar que han cerrado y las 150 que salen del recuento por tener más de 10 años (edad en que dejan de estar valoradas como ‘startups’ según la definición que emplea la Generalitat), deja un balance positivo de solo 80 empresas más que el año previo. El precedente eran unas 120 en 2022, casi 200 en 2021 e incluso algunas más en 2020.

Influye, también, que este año el terreno no ha sido precisamente estable. Este tipo de empresas se caracterizan por tener una ambición de rapidísimo crecimiento, para lo que necesitan grandes cantidades de dinero que obtienen del capital riesgo (fondos de inversión que compran porciones de estas sociedades para venderlas más adelante a mejor precio). Y el capital riesgo –y la inversión corporativa en general– ha vivido uno de sus años más flojos por culpa de las amenazas de recesión económica a nivel global, la subida de tipos de interés y las crisis bursátiles y tecnológicas que se vivieron en Estados Unidos, que han hecho a estas firmas ser mucho más prudentes con el dinero.

Según el balance que ha presentado este miércoles Acció, en Catalunya, esto se ha traducido en casi un 60% menos de dinero captado en rondas de financiación: 688 millones de euros en casi 290 operaciones, frente a los 1.653 millones de euros captados el ejercicio anterior con incluso menos rondas (245). 

Más empleo y facturación

De ahí que ambos altos cargos de la Generalitat celebren, con más ahínco, los avances cualitativos. Se refieren, por ejemplo, a que se ha cruzado la línea de los 20.000 trabajadores. Es decir que ya hay 20.665 personas en Catalunya trabajando o liderando una ‘startup’. Además, también se dispara el volumen de negocio que generan: 2.112 millones de euros en 2022 -último dato disponible-, un 14% más que el año previo “Tenemos más ‘startups’, pero, además, son ‘startups’ que, de media, facturan más y que ocupan a más trabajadores”, ha reflexionado Castellanos, que de ello concluye que 2023 termina con un ecosistema “más maduro” y con “más capacidad de transformación”.

También subrayan, en relación con la evolución cualitativa, el número de ‘spin offs’ (empresas nacidas en el seno de la universidad o de institutos científicos o de investigación en general), que escala hasta los 213, o que Barcelona se sitúe como segundo ‘hub’ de ‘startups’ de la Unión Europea con más fundadores procedentes del tejido de universidades locales. Es decir, en palabras del consejero delegado de Acció, que no es un ecosistema aislado del resto de elementos clave del mercado económico catalán, sino que da oportunidades al resto.

“Vamos bien, vamos por el buen camino, las cifras lo corroboran”, ha concluido Torrent, con un informe en la mano en el que despuntan las 'startups' que operan en el sector salud y de los servicios para empresas, y el desarrollo de tecnologías con potencial para trasnformar la industria (big data, 'cloud', sensórica...).“Tenemos la cantera y ahora se trata de hacerla crecer y regarla: parte de la responsabilidad de la administración pública es acompañar el crecimiento de este ecosistema, aprovechando los elementos positivos que tiene y enfatizarlos”, ha cerrado.