Renta variable

Herramientas de análisis técnico para invertir con éxito en la bolsa

Conceptos básicos para entender la evolución de los mercados de valores y acciones

Un panel informativo en la Bolsa de Madrid.

Un panel informativo en la Bolsa de Madrid. / Eduardo Parra / Europa Press

Eduardo López Alonso

Eduardo López Alonso

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El análisis chartista es el que utilizan habitualmente los inversores en bolsa como instrumento fundamental para entender las oscilaciones de los precios en un mercado. El objetivo es analizar los gráficos generados para entender las oscilaciones históricas de los precios de un instrumento financiero, con el objetivo de obtener predicciones más fiables y avanzarse al comportamiento de las cotizaciones en el futuro. 

El desarrollo de la inteligencia artificial introduce herramientas que tienden a automatizar la toma de decisiones y es una incógnita qué consecuencias puede tener en el futuro para las bolsas. La idea es que las tendencias en general pueden agudizarse, pero toda evolución puede cambiar en cualquier caso con elementos externos nuevos. Un ejemplo ha sido la cotización de Grifols a principios de 2024. Después de subir más de un 40% en 2023 una información sobre sus cuentas invalidó cualquier previsión anterior, introdujo elementos nuevos y su precio se desplomó. Ante la información fundamental, la que deriva de las cuentas de la empresa o de un entorno macroeconómico, cualquier análisis chartista pierde validez o debe replantearse. 

Las claves de la inversión en bolsa desde el punto de vista chartista (sin disponer de información privilegiada) parten de la base de varias reglas cuya transgresión implica riesgo claro de pérdidas. Son cuatro los principios básicos de la inversión en bolsa:

1- Operar siempre a favor de tendencias.

2- Situar límites para desplomes inesperados

3- Dejar de ganar la última subida prevista (vender ganando)

4- Gestionar continuamente la cartera asumiendo pérdidas y consolidando ganancias. 

Esta información se irá ampliando con términos básicos utilizados en la operativa bursátil...

La teoría de Dow

Charles Henry Dow (1851-1902) fue el precursor del análisis técnico, a finales del siglo XIX. Escribió en 'The Wall Street Journal' una ingente cantidad de artículos explicando los movimientos de los precios y las tendencias. El conjunto de sus ideas se entiende como la teoría de Dow. Desde su punto de vista, los precios tienen en cuenta todos los elementos que dan valor a un activo, lo descuentan todo. Los precios se desarrollan en forma de tendencias. Y los movimientos tienden a repetirse a lo largo del tiempo.  

La tendencia

La tendencia es la principal clave el inversor en bolsa. Básicamente por tendencia se entiende la resultante de la banda principal de fluctuación de la cotización. Puede ser alcista, estable o bajista. Puede haber múltiples tendencias en el marco de una tendencia principal o primaria, de una duración generalmente de un año o más. Es la tendencia general, que agrupa en su interior a tendencias secundarias o intermedias, de semanas o meses de duración. Una tendencia es alcista cuando los soportes y resistencias se encuentran cada vez más elevados en el tiempo. La tendencia es bajista cuando los sucesivos soportes y resistencias se encuentran cada vez más bajos. Una tendencia es lateral cuando los soportes y resistencias se mueven lateralmente, sin dirección clara.

Los grandes tipos de gráficos chartistas

El análisis chartista se basa en la interpretación de la evolución de los precios en el tiempo, lo que marca tendencias y figuras. En los medios especializados se expresa esa evolución de los precios y de los índices en forma de un gráfico de líneas o de línea continua que relaciona el precio y el tiempo transcurrido. Pero existen otro tipo de plasmaciones gráficas más sofisticadas. Una de las más utilizadas es el gráfico de barras, que expresa el precio máximo y mínimo (y el de apertura) del valor en un día. Una variación de este con más información sería el denominado gráfico de velas, parecido al anterior pero que muestra con color verde o rojo si el cierre ha sido positivo o negativo (en rojo) con respecto al valor inicial. De esa manera describe visualmente de manera más clara la evolución de la tendencia y la magnitud de la diferencia entre la apertura y el cierre.

Si el valor bajó o subió durante la sesión por debajo de la apertura o por encima del cierre ofrece lo que llaman los expertos una sombra de tendencia. Un gráfico vela verde alcista de gran diferencia entre apertura y cierre anima a pensar en gran fuerza de formación de tendencia para las próximas sesiones. Si existen sombras inferiores con cierre alcista es una indicación de que puede haber importantes recuperaciones del valor (modelo martillo). Lo mismo en una vela roja es preludio de ventas. Si la vela se encuentra entre la apertura y el cierre sin apenas sombras, también es indicador de entrada de dinero en el mercado en las próximas jornadas (el denominado velón). Si las sombras están por encima de la vela, será más posible la salida de dinero en el mercado en las próximas jornadas.

Soportes y resistencias

Resistencia y soporte son dos términos muy utilizados en el análisis bursátil. Describen los niveles en un gráfico de precios que parecen limitar el movimiento bajista o alcista. El nivel de soporte se sitúa allí donde el precio deja de bajar y el de resistencia donde deja de subir. Los analistas consideran que las fluctuaciones rápidas de precios indican interés por parte de los inversores y es preludio de un movimiento del precio mayor. Se habla de barrera psicológica cuando se trata de un nivel redondo que actúa repetidamente como soporte o resistencia. Si un precio rompe un nivel de soporte o resistencia y remolonea alrededor puede ser indicador de que el equilibrio entre oferta y demanda busca nuevas bandas de fluctuación, una nueva tendencia.

Las directrices

Las directrices es la forma de identificar tendencias, patrones o puntos de referencia importantes para apoyar las decisiones de compra o venta. La directriz es la línea que une puntos clave en el gráfico de evolución, como máximos, mínimos o puntos de inflexión relevantes. Las directrices se basan en el análisis técnico o chartista y pueden no ser precisas. Se aconseja utilizar otras herramientas y conocimiento del valor. Para asegurarse, algunos operadores esperan al menos tres sesiones que corroboren el cambio de tendencia o que la ruptura se realice en un porcentaje mínimo (habitualmente entre el 3% y el 5%).

Canales

Los canales de tendencia se configuran al dibujar una línea paralela a la de la tendencia. De esta manera se aventura no solo la tendencia de un activo, que puede revalorizarse o devaluarse, sino también el rango de precios habitual y sus soportes y resistencias reiterados.

Formaciones chartistas

Las formaciones de precios y los dibujos que se plasman en los gráficos de bolsa tienden a repetirse, por lo que los analistas pueden intuir una futura relación entre oferta y demanda. Una formación típica, por ejemplo, es la denominada doble suelo. Tras una tendencia bajista de larga duración se produce un mínimo y un rebote importante, y una nueva caída hasta zonas cercanas al mínimo anterior. Tras ese movimiento, los analistas prevén que el rebote posterior a la segunda caída supere los máximos del rebote anterior. Un doble suelo se forma tras una tendencia bajista previa, no en subida.

La formación denominada de doble techo es una de los indicadores gráficos de precios que ofrece más confianza a los analistas, con fallos poco frecuentes. La idea es que después de percibirse dos intentos de superar un nivel de resistencia tras una tendencia alcista, lo más habitual será un recorte hasta al menos la mitad del gran canal alcista anterior.

Hombro cabeza hombro

La formación hombro cabeza hombro en la evolución del precio de una acción o un índice es una de las más interesantes a la hora de tomar decisiones de futuro. Supone generalmente (no matemáticamente) un cambio de tendencia al alza o a la baja. Aseguran que las previsiones tras esta figura se cumplen en un porcentaje de casos aproximado del 70%. Consiste en un intento alcista central (la "cabeza"), precedido por un intento alcista previo cuyo máximo es menor ("hombro izquierdo"), y seguido por un intento alcista posterior cuyo máximo es menor ("hombro derecho"). Una línea de tendencia, llamada línea de cuello o línea clavicular, une los mínimos de la figura. La clave del asunto es que si la línea de la clavícula está inclinada hacia arriba, suele ser un síntoma de que a pesar de todo, permanecerá la inercia del movimiento alcista previo a la figura, pero si la línea está horizontal o inclinada hacia abajo suele indicar un reforzamiento del esperado cambio de tendencia a la baja. Si la oscilación clavicular es superior al 3-5% el cambio de tendencia tendrá muchas posibilidades. El volumen de negociación paralelo a la formación de precios es también importante, ya que cuanto más alto sea el volumen en el movimiento de ruptura a la baja de la línea clavicular, más probable será el cambio de tendencia.

Triángulos

Dentro del análisis técnico y el análisis de gráficos en bolsa, los triángulos son los más comunes. Se pueden dividir en varias categorías; los simétricos, los ascendentes, los descendentes y los expansivos son los más habituales.

El triángulo simétrico se forma cuando se perciben dos líneas principales formadas por directrices opuestas, una alcista y otra bajista. El movimiento de los precios se va reduciendo a medida que se acerca al vértice. En la práctica supone una reducción de la volatilidad (inestabilidad) hasta que finalmente se rompe por alguna de sus partes, aunque suele ser una figura previa a la consolidación de la tendencia previa.

El triángulo ascendente está formado por una línea horizontal que funciona de resistencia y una directriz alcista. En consecuencia, el precio apunta mínimos crecientes dentro del triángulo, lo que suele desembocar en una tendencia al alza.

El triángulo descendente está formado por una línea horizontal que funciona de soporte y una directriz bajista. El precio va haciendo máximos decrecientes dentro del triángulo, lo que suele desembocar en una tendencia bajista.

El triángulo expansivo es un tipo de triángulo donde los precios en vez de ir acotándose se van expandiendo. Suelen aparecer más habitualmente dentro de tendencias bajistas, ya que suponen un aumento de la volatilidad. Son los únicos triángulos que no proporcionan ninguna clave de evolución futura.

Las cuñas son figuras triangulares, donde las dos líneas tienen la misma dirección. La cuña ascendente, (con las dos líneas alcistas) tiene implicaciones bajistas y la cuña descendente, (con las dos líneas bajistas) tiene implicaciones alcistas. Implican el cambio de una tendencia previa. Las cuñas suelen ir acompañadas de un descenso en el volumen durante su formación, pero una vez se ha completado la figura el volumen suele aumentar. Explican los expertos que las cuñas son solo un indicador de probabilidad y que no es conveniente en precipitarse en la interpretación. La idea es que hay que seguir el movimiento hacia el lado de la ruptura una vez que esta se haya producido, seguir la tendencia más que adelantarse.

Los Gaps

Los Gaps o huecos bursátiles son un salto, alcista o bajista, que experimenta la cotización de un activo financiero entre la clausura y la apertura de cada sesión. Puede deberse a operaciones fuera de mercado o el impacto en otras bolsas por informaciones que se han producido en el periodo en el que el mercado de referencia ha estado inactivo. El gap alcista es el que el precio de apertura es superior al de cierre. Bajista es lo contrario. Por ejemplo, si una empresa presenta malos resultados al cierre de mercado puede que la apertura siguiente muestre un gap inicial bajista por existir oferta de títulos o haberse producido una operación fuera de mercado. Generalmente, la tendencia iniciada por el Gap se prolonga.

La sucesión de Fibonacci y la bolsa

Algunos analistas que emplean herramientas matemáticas para intentar prevér la evolución futura de los precios de activos en mercados de libre compraventa. Esta secuencia Fibonacci tiene varias propiedades como; la suma de dos números consecutivos es igual al siguiente número superior. La proporción de dos números consecutivos se aproxima a 1,618 o a su inversa 0,618, en una progresión 1/2, 1/3, 2/5, 3/8, 5/13, 8/21, etc. La espiral logarítmica en la que se basa esa progresión describe parte de la figura espiral presente en las conchas, el caparazón del caracol, la forma de la galaxia, el oído humano o hasta la pirámide de Giza. La idea es que esa progresión desrcribe el crecimiento natural. El retroceso de Fibonacci estudia la posibilidad de que un activo retroceda en su valor dividiendo las bandas de fluctuación en base a las proporciones de Fibonacci. El mercado tenderá a corregir hasta la primera banda y probablemente rebote en estos niveles. En caso contrario debería esperarse una continuación del movimiento hasta el nivel del 50%, y si aquí no se detiene el siguiente objetivo de retroceso es el 62-66%. Llegados a este punto, la corrección máxima permitida, o el precio debería girar al alza o de lo contrario habría que dar por finalizada la fase alcista previa.

Indicadores técnicos

Un indicador técnico es un elemento matemático o estadístico que intenta predecir tendencias de precios y cambios de tendencias. Básicamente se tiende a buscar comportamientos replicables de precios relacionando su evolución con volúmenes de compra. Básicamente, se organizan como indicadores de tendencia, de lateralidad o osciladores y de volatilidad. Los primeros son retardados, los segundos adelantados y los terceros enfatizan la direccionalidad.

Próxima entrega: Los indicadores de tendencia.