¿Cuánto pagaremos de luz en 2024?

1 ¿Cómo quedan los impuestos?

El principal cambio en la factura vendrá determinado por la reversión de las rebajas fiscales de la luz que aplican a partir del 1 de enero. Entonces, el IVA sobre la electricidad pasará del actual 5% al 10% y se mantendrá así durante todo 2024; mientras que el Impuesto Especial de la Electricidad (IEE) pasará del 0,5% actual al 2,5% durante el primer trimestre del año y en el 3,8% durante el segundo. Además, el Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE), que ha estado suspendido durante dos años y medio, tendrá un tipo del 3,5% hasta marzo y del 5,25% hasta junio. Estos cambios supondrán un repunte irremediable sobre la factura de los consumidores, aunque todo dependerá del precio de la energía. Según los cálculos del experto en factura eléctrica, Francisco Valverde, un consumidor con tarifa regulada y una potencia contratada de 4,4 kilovatios y 3.500 kilovatios-hora de consumo anual que haya pagado este año 696 euros en su factura de luz, pagaría 60 euros más con solo el alza prevista del IVA y del IEE.

2 ¿Cómo avanzará el precio mayorista?

Adivinar cuál será el precio de la electricidad en el mercado mayorista en 2024 es imposible, pero lo que sí es obvio es que los niveles actuales son muy inferiores a los que había hace un año. El año 2022 como el más caro de la historia, a una media de 209,94 euros por megavatio-hora (MWh), tras duplicar las cifras del año anterior, que mantenía el récord de 111,95 euros por MWh. El 2023 ha sido un 21,7% inferior al del año pasado, al terminar en un promedio de 87,55 euros. Esto se traduce en un que un consumidor de tarifa regulada con una potencia contratada de 4,4 kilovatios y 3.500 kilovatios-hora de consumo anual pagaría una factura de 1.252 euros en 2022 y una de 694 euros este año. El año que viene los precios del mercado de futuros indican que la tendencia es a la baja, con una cotización que se sitúa entre los 60 y los 70 euros, lo que podría reducir el precio de la materia prima y equilibrar la subida de impuestos del recibo.

3 ¿Qué cambios tendrá el PVPC?

A partir del 1 de enero de 2024 la tarifa PVPC cambiará para depender en un 25% del mercado de futuros, porcentaje que aumentará al 40% en 2025 y al 55% desde 2026 en adelante. Esto no implica que el precio sea más barato ni más caro, sino que se reduce la excesiva volatilidad del modelo actual, enteramente vinculado al mercado mayorista diario de la electricidad. La referencias de precios de los mercados a futuro, a su vez, estará integrada por una cesta de productos a plazo con distinto horizonte temporal: el 10% correspondería al producto mensual; el 36%, al producto trimestral y el 54% al producto anual.

4 ¿Y el mercado libre?

Las tarifas del mercado libre también podrían subir según las compañías actualicen los precios de los consumidores. El motivo de pensar que podría haber una subida es que la referencia para estas tarifas es el mercado regulado, de forma que si el precio de este último aumenta; las tarifas libres, también. Pero además a partir del 31 de diciembre deja de aplicar el recorte a las eléctricas que les obligaba a firmar contratos a precio fijo con un máximo de 67 euros por megavatio-hora en la venta de su energía. La mayoría de estos contratos afectaban fundamentalmente a los grandes consumidores, como la industria, que es probable que vean revisado al alza su recibo.

5 ¿Alguna novedad más?

La tercera parte del recibo, además del precio de la energía y los impuestos, está formada por peajes y cargos. Los primeros cubren los costes de las redes de transporte y distribución y los fija la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y los segundos sirven para cubrir el déficit de tarifa, las primas a las renovables y los sobrecostes de los sistemas eléctricos peninsulares. En el caso de los cargos, se mantienen con el mismo recorte que el año pasado, mientras que los peajes se encarecen en las horas en las que hay un consumo mayor y bajan en las que hay menos consumo para tratar de impulsar el cambio de hábitos de los consumidores.

Suscríbete para seguir leyendo