Coste de la luz

La electricidad dobla el precio medio de 2018 en el año de los 26 récords diarios

Las rebajas de impuestos y cargos del Gobierno contienen el impacto sobre la factura

Pero, como mínimo, 9 millones de consumidores pagarán más en su recibo que hace tres años

Una mujer consulta una factura de la luz

Una mujer consulta una factura de la luz / economia

Sara Ledo

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La tormenta Filomena azuzó el comienzo de un 2021 en el que nadie pudo prevenir lo que ocurriría a partir de junio: una escalada del precio de la electricidad sin precedentes que llegó a rozar los 400 euros por megavatio-hora hace unos días. El resumen es un precio medio anual de 111,93 euros por megavatio-hora, casi el doble de los 57,29 euros por megavatio-hora de 2018. Pero su efecto sobre el bolsillo de los consumidores no será tal, se ha contenido en parte con las rebajas de impuestos y cargos, aunque hay al menos 9 millones de consumidores pagarán más este año que entonces.

Después de la tormenta, el precio medio mensual de la electricidad cerró enero en el entorno de los 60 euros, llegó la calma, en febrero costó un promedio de 28,49 euros. Pero fue a partir de junio (83,29 euros de media) cuando se empezó a desbocar, hasta que en agosto superó los 100 euros mensuales. Desde entonces, el incremento medio al mes fue de 50 euros, menos en noviembre que se mantuvo en el entorno de los 200 euros a los que había llegado de máximo en octubre.

Así, diciembre ha terminado como el mes más caro de la historia (239,17 euros de media por megavatio-hora) en un año en el que se han contabilizado hasta 26 récords históricos diarios. El primero fue el 21 de julio, cuando el precio mayorista se elevó hasta los 106,57 euros por megavatio-hora, superando por primera vez el máximo de 103,76 euros del 11 de enero de 2002, mientras que el último fue el jueves 23 de diciembre al alcanzar los 383,67 euros por megavatio-hora. Esa jornada, además, se registró un récord horario, pues entre las 8 y las 22 horas, durante todo el día, el precio superó la cota de los 400 euros.

El motivo: el elevadísimo precio del gas natural en los mercados internacionales que pasó de los 15 euros el año pasado a los 180 euros que llegó a marcar este mes de diciembre y que se juntó con unos altísimos precios de los derechos de emisión de CO2 (en 2018 se pagaban a 17 euros, ahora a 80). Ambas variables han logrado un disparate de precios en el mercado mayorista que serían inconcebibles e, incluso, imposibles hace un año porque hasta el mes de julio el precio máximo y mínimo que se podía registrar en el mercado mayorista era de entre 0 y 180 euros, mientras que desde entonces es de entre -500 y 3.000 euros para converger con Europa.

La factura subirá

El precio de la electricidad es junto a los costes regulados (peajes y cargos) y los impuestos, una de las tres partes de la factura. Para evitar que esta se desbocara al ritmo del precio mayorista, a finales del mes de junio, el Gobierno redujo del 21% al 10% el IVA de la electricidad hasta final de año y suspendió el impuesto del 7% de la generación eléctrica durante tres meses. Pero la desorbitada subida de la luz en verano provocó un nuevo paquete de medidas en septiembre que incluían la prórroga de la suspensión del impuesto a la generación y la rebaja del impuesto especial a la electricidad del 5,11% al 0,5% hasta el 31 de diciembre. Así como una rebaja del 96% de los cargos incluidos en la factura.

Todo para conseguir el objetivo marcado por el presidente del Gobierno en una entrevista en El País en la que prometía a que “todos” los consumidores pagarían a finales de 2021 una factura similar a la del año 2018. Algo que no ocurrirá porque, como mínimo, alrededor de 9 millones de consumidores del mercado regulado con una tarifa PVPC (históricamente la más barata, según la propia vicepresidenta, en el primer semestre de este año la tarifa PVPC fue en promedio un 20% más barata que la tarifa libre) pagarán más.

Así se desprende de los cálculos del experto en energía Francisco Valverde, para un consumidor con tarifa PVPC con una potencia de 4,4 kilovatios y un consumo de 3.500 kilovatios hora al año (sin incluir el alquiler del contador), el precio de la factura este 2021 ha sido de 936 euros, un 20% más cara que la de 2018 (784 euros). Sin las medidas del Gobierno, el precio final sería un 10% más caro (sin las medidas de junio, el precio sería 979, y sin las de septiembre, 1.039 euros).

Este miércoles, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconocía que habrá un 30% de los consumidores tendrán un recibo eléctrico más caro este año. En 2020 había 29,7 millones de puntos de suministro, de los cuales 10,9 millones en el mercado regulado (en este último se incluyen 1,2 millones de beneficiarios del bono social) y 18,8 millones en el mercado libre. Estos últimos se desconoce cuánto pagan porque son contratos muy diversos entre comercializadoras y usuarios que, además, no son públicos. Según ha defendido Sánchez, la media de consumidores españoles pagará más o menos lo mismo que hace dos años (613 euros, frente a los 639 de 2018).

El próximo año

Qué ocurrirá el año que ahora comienza es toda una incógnita. El mercado de futuros avanza que los precios se mantendrán hasta la primavera en un entorno muy similar a los de los últimos meses, y así lo recogió el Gobierno al prorrogar sus rebajas del IVA y del impuesto especial y la suspensión del 7% a la generación hasta el 31 de abril, en el primer caso, y hasta el 30 de marzo, en el segundo. Y lo cierto es que todo depende de que el precio del gas se mantenga en esos niveles o no, es decir, si Rusia abre el grifo o no.

La única certeza es que, en los primeros días de enero el precio de la factura será más cara de lo que lo es en la actualidad. El Gobierno no ha prorrogado la rebaja temporal de los cargos del 96% en el último trimestre, sino que la ha reducido al 30% (los peajes bajan un 2,5%). Este cambio, además, traerá una nueva consecuencia: la vuelta de los tramos horarios, ahora casi imperceptibles.

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