La escasez de perfiles lleva a más empresas a contratar mayores de 55 años, pero el 63% sigue sin hacerlo

La escasez de determinados perfiles en distintos gremios está empujando a cada vez más empresas a vencer sus reticencias y contratar a mayores de 55 años. No obstante y pese a la mejora para la empleabilidad de este colectivo, la mayoría de pequeñas y medianas compañías catalanas siguen sin fichar a personal sénior para engrosar sus plantillas. Así lo revela la segunda edición de la encuesta elaborada por la Fundació Pimec, publicada este miércoles y que sigue constatando claras resistencias por parte de muchas compañías para apostar por empleados que encaran la recta final de su vida laboral.

Si antes de estallar la crisis del ladrillo, hace ya más de 15 años, tener más de 55 años y estar en paro era algo bastante infrecuente, una vez petó la burbuja este fenómeno se ha disparado. Según los últimos datos disponibles de la encuesta de población activa (EPA) del INE, referentes al tercer trimestre del 2023, el 19,1% del total de parados tiene más de 55 años; cuatro veces más que en 2008. Lo que, en términos absolutos, se traduce en 66.000 personas en toda Catalunya.

La paradoja sénior: una sociedad cada día más envejecida que no contrata a sus mayores

Si se avanza un poco la edad de corte, hasta los 45 años, que es donde los servicios públicos de empleo han fijado la atención prioritaria, el porcentaje de parados en Catalunya crece hasta el 37%, casi el doble que el registrado al inicio de la anterior crisis. En términos absolutos se traduce en 128.400 personas.

El envejecimiento del mercado laboral catalán y español es una realidad demográfica y pese a que las empresas no manifiestan una aversión consciente a ello, son pocas las que tienen incoporados mecanismos para prevenir discriminaciones por edad o directamente primar la incorporación de perfiles sénior. Según la encuesta presentada este miércoles por Pimec, elaborada en base a 354 entrevistas a pymes catalanas, la mitad no tiene protocolos específicos para discriminar positivamente a los candidatos mayores. Ni reserva cuotas por edad, ni aplica currículo ciego ni publicita en sus ofertas que busca a personal maduro.

Y los datos de contratación que arroja la encuesta reflejan las consecuencias de esa falta de medidas efectivas. El 63,7% de las empresas entrevistadas no ha incorporado a ninguna persona mayor de 55 años en los dos últimos años. En el último año se ha producido una mejoría notable, ya que en la anterior edición del informe dicho porcentaje escalaba hasta el 78%. Un avance en contra del edadismo que desde Pimec atribuyen a la escasez que se encuentran y denuncian muchas compañías para encontrar los perfiles idóneos para ampliar sus plantillas.

La discriminación por edad, es decir, que las empresas prefieren de manera irracional contratar a alguien joven por delante de alguien más mayor, ha sido demostrada ya por la académia. La fundación Iseak publicó este año un experimento que consistió en enviar 1.600 currículos ficticios a 800 vacantes de empleo publicadas en el portal Infojobs para las ciudades de Barcelona, Madrid y Euskadi. Dos currículos con características similares (nivel educativo, tipología de trabajos realizados o género) para la misma oferta; uno, de una persona de 35 años y el otro, de una de 49 años. Resultado: la probabilidad de recibir una respuesta por parte de las empresas es 50% menor para las personas mayores.  

Contrato bonificado

Una de las prioridades que ha manifestado la reelegida vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para la presente legislatura es reducir el persistentemente alto número de parados mayores de 45 años. Mediante planes de choque para incentivar su reinserción, así como con una reforma de los subsidios asistenciales, para permitir compatibilizar parte de la ayuda con el sueldo durante un tiempo.

Aquí desde la Fundació Pimec le han reclamado, entre otros, que impulse un nuevo contrato bonificado para los mayores de 45 años, con cotizaciones especiales y más baratas para las empresas que el resto de trabajadores. Y con bonificaciones crecientes a medida que dichos trabajadores cumplen más años.