Concurso de acreedores

Un juez cede a los empleados los dos restaurantes Tapas 24 del chef Carles Abellán en Barcelona

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El restaurante Tapas 24 de la Avinguda Diagonal el año pasado

El restaurante Tapas 24 de la Avinguda Diagonal el año pasado / RICARD CUGAT

Paula Clemente
J. G. Albalat
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Concurso de acreedores con final feliz en el mundo de la alta cocina. Los trabajadores de los dos restaurantes catalanes Tapas 24 –propiedad, hasta ahora, del chef Carles Abellán– se convertirán en sus nuevos dueños tras fallar un juez de Barcelona a favor de su propuesta. Competían, según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, contra el cocinero Nandu Jubany, pero el magistrado ha considerado que el planteamiento de los empleados era mejor para todos, esencialmente, porque implicaba mantener intacta la plantilla.

“Los parámetros para enjuiciar la bondad de la oferta existente se hallan recogidos en el actual artículo 219 TRLC [ley concursal], el cual establece, como primer elemento de valoración, el precio ofrecido”, desarrolla el auto del titular del Juzgado Mercantil número 11 de Barcelona, José Maria Fernández Seijó. En este sentido, según se desprende de esta resolución, traspasar el local Tapas 24 situado en la esquina entre calle Tusset y la Avinguda Diagonal, costaría algo más de 88.800 euros si se tuviera que liquidar la plantilla. En cambio, si la propiedad pasa directamente a manos de sus trabajadores actuales, que se han organizado en una sociedad llamada Gastronomia i Taula S.L., estos solo tienen que pagar 30.000 euros para quedarse con el negocio.

Lo mismo ocurre con el establecimiento de la calle Diputació, cerca del Passeig de Gràcia: el juez calcula que, en un escenario de recorte de personal, la cantidad a pagar ascendería a 202.300 euros, una suma que baja hasta los 55.000 si queda en manos de la empresa Ritmes de Cuina S L., la compañía que están en vías de constituir los empleados.

Uno de los restaurantes Tapa 24, desde el exterior

Uno de los restaurantes Tapa 24, desde el exterior / FERRAN NADEU

“Para decidir sobre la oferta presentada tengo en cuenta las expectativas de recuperación de los créditos concursales en caso de liquidación, así como la generación de nuevos créditos contra la masa por la extinción de los contratos laborales –se explaya el juez–. Tratándose de empresas de servicios, cuyo valor principal es intangible, la venta de las unidades productivas ofrece mejores expectativas que el cese de actividad y la liquidación del patrimonio del deudor”, remata el togado en el auto que autoriza la venta de las "unidades productivas" de las empresas quebradas. La oferta aceptada por el magistrado incluye la totalidad de los permisos, licencias y subrogación de contratos como, por ejemplo, los de suministros.

Lo que implica, por lo pronto, esta resolución, es que la quincena de personas que se ganaban la vida trabajando en ambos restaurantes, conservarán sus puestos de trabajo, y que ambos establecimientos seguirán abiertos bajo el mismo nombre y marca. La previsión es que el traspaso se haga efectivo a lo largo de noviembre, para que los restaurantes puedan estar funcionando a todo rendimiento y con este capítulo ya cerrado esta misma Navidad.

Víctimas de la pandemia

La pequeña cadena Tapas 24 es uno de los muchos proyectos del chef Carles Abellán, cocinero que ha llegado a cosechar dos estrellas Michelin con dos restaurantes ya cerrados en Barcelona: el Comerç 24 y La Barra, dentro del Hotel W. El primer Tapas 24, el de la zona del Passeig de Gràcia, lo abrió en 2006; el de la Avinguda Diagonal está en marcha desde 2017 y aún hay un tercero situado en Singapur, pero que gestiona otra compañía, bajo el asesoramiento del chef y con un acuerdo de uso de su marca.

Esto será lo que ocurra, también, con los dos primeros Tapas 24, de los que se ha tenido que desprender Abellán por culpa de la pandemia. "Nos cogió con el pie cambiado y no pudimos aguantarlo", explica al propio cocinero, que fue quien animó a los trabajadores a organizarse cuando, tras reactivar ambos restaurantes y empezar a ponerse al día de las deudas a las que había forzado el confinamiento, vio que la situación era insostenible. Según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, la deuda conjunta ascendía a casi 4 millones de euros.

De este modo, justo antes del verano, Abellán solicitó formalmente el concurso de acreedores, al que se presentaron tanto el chef Nandu Jubany (con quien el cocinero mantiene una estrecha relación) como ambos grupos de trabajadores. Finalmente, ha sido esta última propuesta la que ha convencido al juez.

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