Prevención de riesgos

5 acciones de las empresas para proteger a sus empleados ante la crisis climática

La crisis climática multiplica los riesgos de morir de calor en el trabajo

Pymes y autónomos, los colectivos más expuestos a las olas de calor

Gabriel Ubieto

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El calentamiento global avanza y tanto empresas como trabajadores deberán adaptarse a un mundo en el que los fenómenos climatológicos extremos serán cada vez más frecuentes. Las compañías empiezan a ser conscientes de que la crisis climática representa una amenaza para sus negocios y cuentas de resultados, y que para seguir funcionando van a tener que cambiar su ‘modus operandi’ para proteger a sus trabajadores.

El número de horas al día que pasarán a ser inhábiles a medida que aumenten las temperaturas irá en aumento. Según cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 1995 las pérdidas económicas debido al estrés por calor alcanzaron los 280.000 millones de dólares en los Estados Unidos. Para 2030 está previsto que esta cifra se multiplique prácticamente por 10. Y su impacto será más acentuado en los países de ingresos más bajos y de ingresos medios bajos.

Además del coste económico, las empresas se exponen a multas sustanciales si no cumplen con las normativas básicas y velan debidamente por la salud de sus trabajadores. En España, las sanciones pueden llegar hasta el millón de euros. Para evitar todo ello, las corporaciones tienen al alcance de su mano una serie de medidas contra la crisis climática. 

Lista de colectivos vulnerables

No todos los trabajadores son iguales y algunos acusan patologías previas o que les hacen especialmente vulnerables a las temperaturas extremas. Los servicios de prevención de riesgos laborales de las empresas tienen la obligación de conocer si un empleado es o no especialmente vulnerable ante una tarea y comunicárselo así a los supervisores. 

Por una cuestión de privacidad, los servicios no deben saber qué tipo de dolencia sufre el trabajador, pero sí que esta le invalida para ciertas funciones o debe estar especialmente protegido en determinadas circunstancias.

Reorganizar horarios

La organización del tiempo de trabajo es, según coinciden las fuentes consultadas para este reportaje, fundamental para minimizar riesgos. De la misma manera que las medidas de seguridad en una obra no tienen nada que ver ahora con las de hace 20 años, las relativas a las temperaturas tampoco deben ser las mismas que en los años 90. 

“Adoptar medidas de organización del trabajo que reserven las tareas de menor intensidad para las horas de más calor, que establezcan rotaciones para reducir el tiempo de exposición o que establezcan descansos y pausas durante la jornada laboral” es una de las principales recomendaciones que trasladan desde la patronal Foment del Treball.

Ventilación

Reorganizar los turnos u horarios es especialmente relevante en trabajos en exterior, pero también las operaciones bajo techo tienen sus particulares riesgos ante el aumento de las temperaturas. Una correcta ventilación, según apunta la directora de prevención y salud de la cooperativa Sepra, Roser Martí, tiene un papel clave tanto para suavizar el calor como el frío. 

La progresiva renovación del aire también es esencial para reducir la contaminación atmosférica, que puede derivarse en dolores de cabeza y mayor agotamiento de la plantilla.

Ahorro energético

La inversión para renovar los sistemas de ventilación, refrigeración y calefacción de una planta u oficina pueden ser caros, pero el ahorro diario que dicha inversión va generando puede acabar saliendo a cuenta, según apunta Martí, de Sepra. Especialmente en un contexto en el que el precio de la energía parece que no irá a menos y que la necesidad de atemperar los interiores, ya sea del calor o el frío, sí irá a más y durante mayores periodos del año. 

Ropa térmica 

"Adquirir ropa de trabajo y equipos de protección individual adecuados" es otra de las recomendaciones que Foment del Treball destaca para sus asociados. En este sentido, es recomendable la ropa ligera, de colores claros y con tejidos transpirables como el algodón. Los expertos en prevención de riesgos recomiendan evitar los tejidos sintéticos que atrapan el calor. 

Así, otras medidas logísticas que la organización empresarial recomienda a sus asociados son el habilitar “zonas adecuadas” –sombreadas y frescas- para el descanso, así como facilitar la correcta hidratación mediante el suministro de agua fresca a los empleados. Algunas empresas optan por las pastillas isotónicas, que diluidas en agua tienen una alta capacidad hidratante.

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