Coworkings

WeWork admite tener dudas sobre su viabilidad como empresa y se desploma en bolsa

Adam y Rebekah Neumann: los "visionarios" de WeWork cuya desquiciada caída inspira libros y series

Noruega impone una multa a Meta de 90.000 euros diarios

Uno de los espacios de WeWork en California

Uno de los espacios de WeWork en California / Patrick T. Fallon / Afp

Paula Clemente

Paula Clemente

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tras un escandaloso bache y apenas dos meses después de anunciar la apertura de su décimo coworking en España, WeWork reconoce no ver claro su futuro. Esta empresa estadounidense que se dedica a abrir y gestionar espacios de trabajo compartidos y que llegó a estar valorada en 47.000 millones de dólares (ahora, unos 42.000 millones de euros), ha anunciado este miércoles que cierra el segundo trimestre de este año con pérdidas que rozan los 350 millones de dólares (unos 318 millones en euros). Este volumen supone recortar cerca de un 40% los números rojos que presentaba la compañía un año atrás, pero, incluso así, la empresa ha admitido que "existe una duda sustancial" sobre su capacidad para seguir adelante como negocio. Esta afirmación ha desatado una tormenta que ha llevado a WeWork a hundirse un 36% en bolsa.

La empresa lleva de capa caída desde que, después de anunciar, precisamente, su intención de empezar a cotizar en el Nasdaq convertida en uno de los referentes de éxito emprendedor, se descubriera que el negocio perdía dinero a raudales. WeWork salió igualmente a bolsa, aunque lo hizo en 2021, dos años más tarde de aquel primer intento; con Adam y Rebekah Neuman, sus fundadores, fuera de la empresa, y valorada en 9.000 millones de dólares, un 80% menos que aquellos 47.000 millones que les había conseguido la entrada del gigante Softbank en su capital.

Según recogió aquel año la cadena norteamericana de televisión NBC, el presidente ejecutivo de WeWork, Marcelo Claure, había explicado que la pandemia les había dado la oportunidad de "reinventarse" a sí mismos. Además, que la demanda del tipo de espacios que ofrece la firma era mayor en 2021 que antes de la pandemia.

Pero eso no ha evitado que la empresa siga en números rojos. "Como resultado de las pérdidas de la empresa y las necesidades de efectivo proyectadas, combinadas con una mayor rotación de miembros y niveles de liquidez, existe una duda sustancial sobre la capacidad de la compañía para continuar como un negocio en marcha", ha reconocido la multinacional en un comunicado que recoge Europa Press.

Plan en marcha

La empresa ha ingresado 844 millones de dólares entre abril y junio de 2023, pero ha tenido que enfrentar gastos por valor de 1.195 millones de dólares. Esto, entre otras cosas, ha propiciado pérdidas de 359 millones de dólares, que suponen llegar a mitad de año con unos números rojos acumulados de 613 millones de dólares.

WeWork ha asegurado, de todos modos, que mantiene su intención de ejecutar el plan para mejorar su liquidez y rentabilidad en el próximo año, un objetivo que pasa por reducir los costes de alquiler y arrendamiento. Además -insisten en el mismo comunicado en el que anuncian sus cifras-, buscarán levantar capital adicional, ya sea emitiendo títulos de deuda o bien mediante la venta de activos.

Eso no ha logrado aplacar a los inversores, que han hecho caer las acciones de la compañía más de un 36% en bolsa. Como también destaca Europa Press, este antiguo 'unicornio' lleva a la baja desde su primer intento de salir a bolsa, pero este miércoles solo en unas horas ha perdido más de un tercio de su valor, que se sitúa actualmente en los 286 millones de dólares, 0,13 dólares por acción.