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La inflación en la zona euro y la UE se desacelera hasta mínimos de febrero de 2022

El coste de la cesta de la compra se modera pero el alza de precios sigue por encima del 10%

Inflación y tipos de interés elevan al 9% los hogares que no pueden atender sus gastos básicos

Archivo - Detalle de un puesto de frutas y verduras de un mercado de abastos.

Archivo - Detalle de un puesto de frutas y verduras de un mercado de abastos. / María José López - Europa Press - Archivo

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La tasa de inflación interanual se desaceleró seis décimas en junio en la eurozona, hasta el 5,5%, y se redujo siete en el conjunto de la Unión Europea, hasta el 6,4%. En ambos casos se trata de su nivel más bajo desde el inicio de la guerra en Ucrania en febrero del año pasado, según los datos revisados publicados este miércoles por Eurostat.

La tasa encadena así ocho meses de ralentización desde los máximos alcanzados el pasado octubre en ambas zonas, del 10,6 % en el área del euro y del 11,5% en los Veintisiete, y se sitúa por debajo del 5,9 y del 6,2 % registrados, respectivamente, al cierre de febrero de 2022.

Sin embargo, la tasa de inflación subyacente en la eurozona, que excluye el efecto de energía, alimentos, alcohol y tabaco por ser los más volátiles y sirve como referencia para el Banco Central Europeo a la hora de fijar su política monetaria, subió dos décimas en junio, hasta el 5,5%.

El incremento de la inflación subyacente, una décima superior al anticipado por Eurostat en su estimación preliminar, da argumentos a Fráncfort para seguir subiendo los tipos de interés, que en 11 meses han pasado del 0 al 4 % con el fin de contener un aumento de precios que afecta de manera desigual a los socios.

España registró en junio la segunda tasa de inflación más baja de la UE tras reducirla en 1,3 puntos porcentuales, hasta el 1,6% (tasa de inflación armozida, la que se utiliza para compara conm el resto de la UE) , la misma cota anotada en Bélgica y solo por encima de Luxemburgo (1,0%).

Salvo en Alemania, donde la tasa subió cinco décimas hasta el 6,8 %, el aumento de precios se moderó en todas las grandes potencias económicas de la UE: en Francia cayó siete décimas, hasta el 5,3%, en Italia se redujo 1,3 puntos porcentuales, hasta el 6,7 %; y en Países Bajos cedió tres décimas, al 6,4 %.

Por el contrario, los niveles más altos de inflación se registraron en Hungría (19,9 %), Eslovaquia (11,3 %) y República Checa (11,2 %), de acuerdo con el Índice armonizado de precios de consumo publicado por la oficina de estadística comunitaria.

En junio, el principal factor detrás del aumento de precios en la eurozona fueron los alimentos, alcohol y tabaco, que aportaron 2,35 puntos porcentuales a la tasa pese a que moderaron su inflación en junio hasta el 11,6%, nueve décimas menos que en mayo.

En una magnitud similar contribuyeron los precios de los servicios (2,31 puntos), que aumentaron cuatro décimas interanualmente, hasta el 5,4%, y en menor medida lo hicieron los precios de los bienes energéticos no industriales (1,42 puntos), cuya tasa de inflación cedió tres décimas con respecto al mes previo, hasta el 5,5%.

Los precios de la energía, por el contrario, aceleraron su caída en junio hasta el 5,6%, con respecto al descenso del 1,8% que habían registrado ya en mayo, con lo que contribuyeron ligeramente a mitigar la tasa de inflación en la eurozona restándole 0,57 puntos porcentuales.

En este contexto, tanto la Comisión Europea como el BCE insisten en pedir a los gobiernos de la eurozona que complementen con su política fiscal los esfuerzos de Fráncfort para contener la todavía alta inflación y evitar así un aumento aún más agresivo de los tipos.