España presenta una propuesta de mercado eléctrico con subsidios a tecnologías que prolonguen su vida útil 10 años

España ha presentado una nueva propuesta de reforma del mercado eléctrico a los Veintisiete en los márgenes del Consejo informal de ministros de Energía que se celebra esta semana en Valladolid, bajo la presidencia española. El documento, adelantado por Politico, extiende los subsidios (mediante la fórmula de los llamados Contratos por Diferencias) a la generación existente, siempre que aumenten su capacidad "sustancialmente" o incrementen su vida útil "en al menos 10 años".

El nuevo borrador advierte de que este tipo de herramientas deberán "ser diseñadas" de manera que se limite cualquier distorsión en el mercado interior. Además, se añade que los ingresos que se generen en los países deben ser distribuidos a los consumidores finales, así como para financiar inversiones necesarias que tengan como objetivo reducir los precios de la electricidad de estos consumidores. Y se añade que en el caso de que los consumidores finales sean empresas cubrirá "en proporción a su participación en el consumo".

Se trata, por tanto, de acercar posturas pero con limitaciones ante los dos principales escollos que han encallado la negociación hasta ahora. Por un lado, Francia quiere que se apliquen el esquema de subsidios a las instalaciones existentes como la nuclear para conseguir precios baratos para su energía, y por otro Alemania busca utilizar los ingresos que generen estos instrumentos que se puedan dirigir a ayudar a su industria.

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La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha transmitido a sus homólogos que "no será posible" tener todo lo que quieran en el texto y les ha pedido "ayuda" para "identificar qué es aceptable" y "qué necesitan sin que eso suponga un problema para el resto”. Ribera insistió en el “mensaje político” que rige la presidencia española y es que “no se debe hacer de menos a ningún Estado miembro” y eso significa, según la vicepresidenta, que “todos los gobiernos han de entender que deben ceder posiciones para facilitar un acuerdo”.

El mensaje caló en los dirigentes porque a su llegada el secretario de Estado de Economía y Clima alemán, Sven Giegold, afirmó que “el tiempo en el que Francia y Alemania lograban un acuerdo que valía para todo el mundo se ha terminado”. El dirigente alemán se ha mostrado optimista con el nuevo borrador, pero ha reconocido que todavía queda trabajo para llegar a un acuerdo. La reforma del mercado eléctrico no ha formado parte de ninguno de los asuntos del día durante las jornadas, pero ha monopolizado las conversaciones bilaterales de los ministros y las reuniones oficiosas de las delegaciones. Ha sido "el elefante en la habitación", según lo ha descrito Giegold.

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Este miércoles los diálogos han continuado —el ministro checo, Josef Síkela, reconocía a su llegada que el día anterior había dedicado “la mayor parte del tiempo de los descansos en la reforma del mercado eléctrico”— y también lo harán el jueves con las delegaciones permanentes en Bruselas (Coreper) . “No nos podemos centrar en una solo tecnología. No podemos dividir discusión de si apoyamos renovable o si apoyamos la nuclear. Creo firmemente que debemos lograr un balance y conseguir un enfoque que se neutro en tecnologías para apoyar todas las tecnologías bajas en carbono para lograr los objetivos de 2050”, ha insistido Síkela, uno de los firmantes el día anterior del pacto nuclear entre los países para relanzar esta tecnología en todos la nueva legislación europea que se desarrolle.

El objetivo de España al frente del Consejo de la UE es conseguir un acuerdo “cuanto antes” pero con consenso. “Me gustaría contar con tenerlo antes de verano, pero si no es suficiente iremos a septiembre. Cuando antes, mejor; pero al mismo tiempo lo mejor es contar con el apoyo por parte de todos los Estados miembro”, ha advertido la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.