Conflicto empresarial

Expertos avalan el plan de viabilidad de los Rubiralta en Celsa

Los Rubiralta auguran un "desastre" en Celsa si sus acreedores toman el control de la siderúrgica

Viaje al corazón de acero de Celsa | MULTIMEDIA

EDITORIAL | En qué manos dejamos a Celsa

En el corazón de la acería del grupo Celsa en Castellbisbal.

En el corazón de la acería del grupo Celsa en Castellbisbal. / FERRAN NADEU

Agustí Sala

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Expertos aportados por Celsa han destacado en la cuarta jornada del juicio entre la compañía controlada por la familia Rubiralta y los fondos acreedores para debatir la homologación de su plan de reestructuración que la siderúrgica es una firma "solvente". Y, a su vez, han alertado de que los planes de los fondos acreedores, que insisten en que no piensan cerrar ni deslocalizar fábricas si logran hacerse con la gestión, conducirán al grupo a la inviabilidad.

El experto académico José María Laínez, doctor en Ciencias Económicas, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad, ha sido tajante en la vista oral de este jueves: “Celsa es creíble y solvente”, ha afirmado. Durante su intervención, ha asegurado que la compañía puede atender sus pagos y compromisos habituales recurrentes como consecuencia de su actividad. Y ha dado un notable peso al papel que los 11.000 proveedores de Celsa han jugado en los últimos años. "Han cobrado y cobran siempre porque Celsa es una compañía creíble y solvente”, ha sentenciado.

Todo ello mientras Houlihan Lokey, asesor financiero del grupo de acreedores que representa el 90% de la deuda 'jumbo' y en torno al 90% de la convertible (unos 2.200 millones de euros en total de pasivos), insiste en que la gestión de los Rubiralta ha sido "desastrosa".

Otros informes presentados por Celsa avalan sus planes. El de PwC considera que el plan de los fondos no cumple con la misión de dar viabilidad a la compañía tal como plantea la nueva ley. Y es que, con los plazos de amortización de la deuda que plantean, "en la práctica abocaría a la compañía en su segundo año a la insolvencia", han declarado los péritos de PwC.

La consultora recuerda que "Celsa es una compañía que históricamente entre 2011 y 2022 ha sido capaz de crecer un 20% de media anual". Para el equipo de 10 expertos de PwC, esta evolución en el mercado del acero en España y Reino Unido es un dato más para constatar que "las previsiones de crecimiento del 3,4% anualmente hasta 2030 que da la compañía actualmente son totalmente razonables y conservadoras".

Para los expertos Francisco García, Bernardo Figueras y Anna Merino, de PwC, las previsiones de los actuales gestores y propietarios que sostiene la prima de valor reflejada en la valoración de Lazard están elaboradas “correctamente”. Realizadas en 2022, ya en este primer trimestre de 2023, se han visto superadas por las magnitudes de negocio, tanto en ingresos como en el ebitda de la compañía, afirman.

Acierto en sus previsiones

“Sabemos que Celsa acierta sus previsiones y que conoce el negocio; la seguimos desde hace años para elaborar como independientes los indicadores ligados a sus contratos de deuda”, han recordado a inicio de su testimonio jurado. Sobre la metodología llevada a cabo por los fondos y por Lexaudit, que otorgan un valor de compañía mucho menor al de 6.000 millones de euros presentado por Lazards para Celsa, los expertos de PwC han asegurado que estas proyecciones que se recogen les parecen “exóticas”. “Es posible hacer proyecciones desde fuera, pero eso no quiere decir que sean correctas”, sentencian.

Para PwC, el modelo de producción sumado a la integración vertical de sus 12 plantas supone "una ventaja competitiva para Celsa que se mantendrá".

Un informe pericial realizado por BDO revela,por su parte, según fuents financieras, que la valoración de Celsa presentada por Lexaudit al juez del Juzgado Mercantil número 2, y que fue realizado subcontratada por Grant Thornton, "comete graves errores y defectos metodológicos que infravaloran el valor de la compañía de forma significativa". Este informe pericial se ha hecho llegar a todas las partes personadas, incluida la banca. 

Manuel Martínez-Fidalgo, socio de Houlihan Lokey, por su parte, ha declarado que si Celsa vendiese hoy todos sus activos no bastaría para cubrir la deuda. “Si la compañía valiese lo que dicen que vale no estaríamos aquí, porque podrían obtener financiación en el mercado”, ha añadido.

A su juicio, lo que hay que valorar "es si el plan de reestructuración que presentan los acreedores hace viable a la compañía a corto y medio plazo, y si este es mejor que la única alternativa posible, que es la insolvencia". Los fondos reiteran su intención de crear un consejo con candidatos con amplia experiencia industrial y de reconocido prestigio, y han aportado detalles al respecto: “Ya hay un 'head hunter' buscando y serán los nuevos consejeros los que diseñen ese plan industrial”.

En la primera sesión del juicio, que comenzó el lunes pasado y durará hasta la semana que viene en el juzgado de lo mercantil número 2 de Barcelona, la defensa de los Rubiralta afirmó que sería "un desastre" para la siderúrgica que esta cabara en manos de sus acreedores.

Más de 10.000 empleos en vilo

La compañía, que actualmente mantiene unos 10.000 empleos directos en toda España y cuenta con el apoyo de los sondicatos, el Govern, los Ejecutivos de Cantabria y Euskadi y de Foment del Treball, entre otros, se mide contra sus acreedores, como Sculptor, SVP, Golden Tree, Cross Ocean y JP Morgan. Estos han invocado la ley concursal para apartar a la actual dirección y hacerse con la propiedad de la compañía. 

Una de las claves del conflicto consiste en determinar cuánto vale Celsa. Las p artes han presentado sus propios informes sobre esta materia. Los fondos de inversión se apoyan en el elaborado por Lexaudit, quien actuó como mediador en el proceso judicial -del que Celsa trató sin éxito de excluirlo- y tasó la empresa en entre los 2.400 y los 2.800 millones de euros.

En contraste, Celsa presentó sus propios informes, elaborados por Lazard y AZ Capital, que valoraban la empresa en 6.000 millones de euros. En este sentido, los representantes de Lazard han declarado que "Celsa es una compañía premium y frente a competidores de igual tecnología merece una prima de valor". El problema de este grupo en la actualidad son unos elevados niveles de deuda: 2.700 millones de euros, de los que 2.200 millones están en manos de fondos de inversión internacionales.