'Del vapor al núvol': Torrent presenta su manual para reindustrializar opiniones

El plan del Govern para reindustrializar Catalunya, en 5 claves

El Govern activa su plan para relanzar la industria y crear 70.000 empleos en tres años

Roger Torrent

Roger Torrent / Elisenda Pons

Gabriel Ubieto

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Si durante los dos años y poco que lleva Roger Torrent a los mandos de la ‘conselleria’ de Empresa i Treball ha destacado por algún 'late motiv', ha sido el de la necesidad de “reindustrializar Catalunya”. Un mensaje que reivindica ese sentimiento de glorias pasadas, cuando Catalunya era rica, plena y parte de ello se lo debía a su anómalo músculo industrial, en comparación con el resto de España. Y que, a su vez, manifiesta una decidida apuesta de futuro, para que el país y su economía asuman los beneficios y riesgos que implican volver a fabricar cosas, no solo diseñarlas. 

Torrent sintetiza en las casi 300 páginas de “Del vapor al núvol. Un relat per a la reindustrialización de Catalunya” (Edición Pòrtic) su apología por recuperar la bonanza pérdida del sector que fabrica cosas. Con un argot y profundidad accesible para todos los públicos. No es un corpus ideológico, más idóneo para una conversación de máquina de café que de club de eruditos. Él mismo reconoce que no es un estudioso de la materia y no aspira a parecerlo. Sino un ex alcalde de un municipio, Sarrià de Ter, consciente de qué pasa cuando se paran las fábricas. 

Y quiere aprovechar su altavoz para relanzar un debate que en las últimas décadas ha perdido centralidad y protagonismo. Lo que ha propiciado una decadencia, compartida en prácticamente todo occidente, del sector cuyas vergüenzas destapó la crisis del covid. “Durante la pandemia nos dimos cuenta de que no podíamos fabricar ni paracetamol”, ha afirmado este miércoles en la presentación de su libro.

Torrent apunta a que la energía es una palanca clave e imprescindible para la industria del futuro y su competitividad, sin acabar de señalar con suficiente crítica y autocrítica el retraso acumulado en Catalunya durante las últimas décadas en este punto. También identifica las infraestructuras como otro recurso clave, lamentando que sin un Estado propio detrás –una de las escasas referencias al independentismo- poco margen le queda a Catalunya para impulsarlas. 

Alimentación, química, automoción son los sectores que el ‘conseller’ identifica –como él unos cuantos antes- como los tractores de la industria del siglo XXI, de la misma manera que lo fueron del XX. Si bien ahora existe la tentación de rebautizarlos como ‘economía circular’, ‘ciencias de la vida’ o ‘movilidad’. Eufemismos que además de modernizar el concepto, Torrent reclama que impliquen una redefinición del mismo.

Motor de un nuevo pacto social

En un relato ágil, que va saltando entre el pasado y el futuro de la industria catalana, el republicano identifica en este sector el motor de un nuevo pacto social. Y es que ve en una industria potente la garantía de una estabilidad política –vía buenas condiciones salariales y laborales- que economías excesivamente dependientes del turismo no pueden ofrecer. “El Estado del Bienestar se pactó en una fábrica”, metaforiza. 

Torrent ha presentado su libro el mismo día que su departamento ha hecho público el grado de ejecución del Pacte Nacional per la Indústria –su hoja de inversiones para toda la legislatura-.- Un 80% en 2022, tras retrasarse el pacto varios meses ante las dificultades derivadas de las negociaciones con patronales y sindicatos y de la aritmética parlamentaria. Una retrospectiva a cuatro años vista permitirá ver cuánta de la vocación reindustrializadora que acoge el libro presentado este miércoles acaba trascendiendo el papel.