El videojuego catalán pugna para captar parte de los 300.000 millones que moverá el sector en cuatro años

La industria mundial del videojuego ha movido 200.000 millones de dólares (183.000 millones de euros) en 2022 y todas las previsiones apuestan a que esta cifra crecerá un 50% hasta los 300.000 millones de dólares (275.000 millones, en euros) en los próximos cuatro años. Europa tiene mejores perspectivas de avance que sus competidoras (incluida China), y España, con Catalunya indiscutiblemente a la cabeza, es una de las grandes razones. “Barcelona empieza a ser un ‘hub’ no solo del sur de Europa, sino mundial”, reconoce el director de operaciones de Socialpoint, Pasqual Batalla. “Es un ecosistema perfecto, lo cumple todo”, reflexiona el director nacional de Occupier Solutions de la consultora inmobiliaria Savills, Gonzalo Zambrano.

La mezcla de ambos perfiles, aparentemente opuestos, no es casual. La empresa inmobiliaria ha organizado este jueves un encuentro para reflexionar, junto a varias figuras del sector, sobre el impacto de la industria del ‘gaming’ en las ciudades. “Vemos desde hace varios años que la industria está creciendo mucho, está contratando a cada vez más profesionales, y lo que queremos es poner en valor todo el impacto positivo que está teniendo en nuestra ciudad”, justifica la consejera delegada para Barcelona de Savills España, Anna Gener. Porque el sector inmobiliario no es ajeno a este crecimiento.

Según pone Zambrano sobre la mesa, algunos de los factores que explican que este negocio haya crecido tanto en Barcelona (ha atraído a grandísimas empresas de referencia y ha pasado de facturar 319 millones de euros a 550 millones en cinco años), tienen que ver con la infraestructura inmobiliaria. Primero, que el coste de ocupar una oficina es menor en España. Segundo, que Barcelona “respira ‘state of the art’”. “Tiene plantas amplias, diáfanas, grandes, mucha densidad de ocupación, mucha potencia eléctrica y, luego, seguridad”, enumera este responsable de Savills, que también destaca la capacidad de satisfacer tanto a la empresa que busque una ubicación céntrica como a la que prefiera un campus a las afueras y, por supuesto, la disponibilidad de trabajadores preparados.

Una vez pasado el micrófono a quienes están en el día a día del sector, el mensaje queda claro: Barcelona tiene mucho de lo que se pide a un ecosistema desde la óptica empresarial, hay margen de crecimiento siempre que la extraordinariamente buena relación entre tejido empresarial y sector público siga fluyendo y la industria se crea todo lo que vale, el sector ha avanzado lo suficiente como para poder convencer a padres aún recelosos de que aquí hay una forma de ganarse bien la vida prácticamente garantizada, y que el sector tiene ya tanto músculo que, en realidad, los debates más candentes son los mismos que en cualquier otro: teletrabajo, ¿si o no? ¿La Inteligencia Artificial va a acabar con los diseñadores de videojuego?

Teletrabajo e Inteligencia Artificial

Sobre lo primero, ninguna resolución. “Como industria estamos buscando la forma de hacerlo mejor, al final el objetivo es hacer juegos divertidos para que la gente disfrute, si la forma es yendo a la oficina, perfecto; si es completamente en remoto, también”, resuelve Batalla, tras un debate a varias bandas en el que él; el vicepresidente sénior de Scoopely, Hugo Pibernat; y el máximo responsables de FunPlus en Barcelona, Enric Cabestany, se declaran forofos de la creación presencial en grupo; y en el que la consejera delegada del estudio ‘indie’ Abylight, Eva Gaspar, ejerce de contrapunto. “Nosotros hemos hecho el juego más importante de la historia de nuestro estudio en noviembre de 2022, ‘full’ pandemia, ‘full’ remoto”, lanza la misma.

En cuanto a la Inteligencia Artificial, consenso prácticamente absoluto. “Es una herramienta que va a funcionar muy bien en la industria y que nos va a hacer crecer”, coinciden dos de ellos. “A día de hoy solo he visto a la IA aprender de conocimiento existente”, tranquiliza un tercero. “No se si va a hacer juegos más divertidos y mejores que los existentes, pero sin duda lo que vamos a hacer como industria es utilizar la herramienta para ver donde nos lleva”, zanja el último.