El BCE sorprende a los bancos al instarles a elevar el interés de los depósitos

En un gesto con escasos precedentes, el Banco Central Europeo (BCE) ha venido instando públicamente en las últimas semanas a las entidades financieras -para sorpresa de estas- a elevar el interés que pagan por los depósitos, un mensaje particularmente dirigido a los sectores bancarios de los países más rezagados en ese aspecto, como el español. Su propia presidenta, Christine Lagarde, animó a los clientes a reclamarlo a sus bancos en su primera entrevista en una televisión española, el pasado jueves en 'Antena 3'.

El escenario elegido es significativo. Lagarde, así, está realizando una serie de entrevistas en medios de comunicación masivos en distintos países de la zona euro para tratar de acercar el BCE a la población. Su principal objetivo es explicar por qué la institución está subiendo tipos para combatir la inflación, con el consiguiente e impopular encarecimiento del crédito, particularmente de las hipotecas. La otra cara del endurecimiento de la política monetaria, en este caso positiva para las familias, debería ser el alza de la remuneración del ahorro, pero no se está produciendo en todos los países de la unión monetaria por igual.

"Los clientes bancarios tienen que tener esa conversación con los banqueros y los banqueros deben ser sensatos si quieren mantener a sus clientes. La alternativa es cambiar de banco y hay bastantes países en los que cambiar de banco se ha facilitado, como en mi país, donde lo hice cuando era ministra de Finanzas", recordó Lagarde. La alta funcionaria francesa, así, mantuvo que los banqueros deben "cuidar" la sostenibilidad de su negocio, pero al tiempo "no deben olvidarse de remunerar los depósitos". Es algo que ya está pasando en "bastantes países" europeos, subrayó, pero no así en España.

Actualizar la remuneración

La propia Lagarde había lanzado un mensaje similar unos días antes en una entrevista en un periódico indio. También su vicepresidente, el exministro Luis de Guindos, ha mandado mensajes semejantes. El pasado septiembre, en un acto en Valladolid, ya animó a los clientes a tomar la iniciativa: "Si ustedes son ahorradores y tienen una cuenta corriente o un depósito a plazo, yo me iría al banco a pedirle: oiga, actualíceme usted la remuneración". Más recientemente, en una entrevista en 'Onda Cero', se mostró convencido de que "antes o después, más bien antes, esa remuneración irá a alza", ya que el BCE va a retirar liquidez del mercado.

El banco central quiere que las entidades paguen más por los depósitos para que ello le ayude a lograr su objetivo de doblegar la espiral inflacionista. Las subidas de tipos, así, buscan enfriar la economía para combatir la inflación, al tratar de reducir la demanda de los agentes económicos por una doble vía. Por un lado, encareciendo el crédito, de manera que a las empresas y hogares les resulte más difícil y gravoso endeudarse. Y por otro, elevando la remuneración del ahorro, para incentivar dicho ahorro y evitar que el dinero se destine a gastar o invertir. 

Más rentabilidad

Pese a ello, los mensajes del BCE han causado cierta sorpresa y malestar en la banca española, donde se recuerda que el área de supervisión del propio banco central (independiente de la de política monetaria) insta a las entidades a ganar rentabilidad para asegurar su solvencia y sostenibilidad. Ciertamente, el responsable de esta división, Andrea Enria, advirtió al sector hace un mes de que "en el contexto de subida de los tipos de interés y de aceleración de la transformación digital, una mayor competencia en el mercado de depósitos podría agravar en mayor medida los problemas de financiación".

En cualquier caso, dentro del propio sector hay cierto debate sobre la conveniencia de elevar ya o no la remuneración de los depósitos. Las áreas más ligadas a la reputación son favorables a ello, pero las relacionadas con el negocio abogan por defender los márgenes para aumentar el beneficio. El escenario central hoy por hoy es aumentar los tipos a partir del verano, coincidiendo con la retirada de liquidez por parte del BCE y un año más tarde de lo que el sector preveía el pasado junio.