Hasta 2030

Enagás cifra en 7.000 millones la inversión necesaria para crear la futura red de hidrógeno en España

Competencia pide evitar "sobredimensionar" las infraestructuras para no "encarecer el suministro energético del consumidor en el futuro"

Enagás entra en el interconector europeo BBL con la compra del 20% a Uniper por 75 millones

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Sara Ledo

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Enagás estima en 7.000 millones de euros la inversión necesaria hasta 2030 para construir la futura red de hidrógeno del país que incluye la interconexión con Francia, así como dos grandes ejes troncales para producir entre 2 y 3 millones de toneladas de hidrógeno, según ha precisado el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, este jueves durante la celebración de la jornada 'Día del hidrógeno' organizada por el operador gasista. "Contar con una red troncal y con un corredor como H2Med es el punto de partida clave para posicionar a España", ha indicado Arturo Gonzalo Aizpiri.

En concreto, la construcción del H2Med, que incluye la interconexión entre España y Francia y la de Portugal, supone una inversión de unos 2.500 millones, a los que se suman otros 4.670 millones de los ejes de la Cornisa Cantábrica, el Valle del Ebro, Levante y la Vía de la Plata y su conexión con Puertollano. Estas cifras son brutas, a falta de conocer las potenciales subvenciones que se puedan recibir. En el caso del BarMar está todavía por definir qué parte corresponde a cada país, así como la decisión de la Comisión Europea sobre financiar la mitad de ese total.

El objetivo de esta infraestructura será obtener una capacidad de producción de entre 2 y 3 millones de toneladas dentro de siete años, que se prevé elevar hasta los 4 millones de toneladas en la década siguiente a través de una red más amplia que incluiría el mallado en la zona centro del país (Huelva, Córdova, Madrid y Navarra), la exportación a través de los dos gasoductos actuales con Francia (Irún y Lara), así como la creación de dos nuevos almacenamientos y la posible importación a través de las interconexiones actuales con Marruecos.

El 80% de todo ese trazado coincide con la red de gas actual. Enagás aspira a reutilizar hast el 70% de los gasoductos existentes para convertirlos en hidroductos para reducir los costes, pero también acelerar la obtención de permisos y trámites administrativas, según ha defendido Aizpiri.

En este contexto, la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández, ha pedido "racionalizar" las inversiones para "acompasar el despliegue de infraestructuras con el avance del propio sector dando pasos firmes pero prudentes". "No podemos permitirnos un sobredimensionamiento de las infraestructuras que pueda conducir a encarecer el suministro energético del consumidor en el futuro y la pérdida de competitividad de toda nuestra industria", ha dicho Fernández.

Respecto a la demanda que consumirá ese hidrógeno, las estimaciones del operador establecen 1,3 millones de toneladas para el propio consumo del país, 2 millones para el BarMar y otros 450.000 toneladas para exportar a través de conexiones marítimas, cifras que deberán ser revisadas por el Gobierno en el Plan Nacional Integrado Energía y Clima (PNIEC) este año.

En este sentido, uno de los potenciales clientes es Alemania. Su secretaria de Estado del Ministerio Federal Alemán de Asuntos Económicos y Acción por el Clima, Francisca Brantner, ha calificado como una "prioridad" comprar este vector energético a la Unión Europea. "Hemos tenido un año duro y hemos aprendido a no confiar en socios que no son nuestros amigos. Queremos estar con socios que comparten nuestros valores e interés en términos de democracia. No hay nadie mejor que los países europeos", ha indicado Brantner. "Nuestra prioridad es asegurarnos que conseguimos esa red troncal europea", ha añadido en relación al futuro BarMar que unirá Barcelona con Marsella.

Una de las grandes incógnitas en términos de hidrógeno es la regulación que diseña Europa dentro del paquete Clean Tech Act que prevé anunciar la Comisión Europea a principios del mes de febrero. Este paquete, con el que Bruselas quiere hacer frente a los incentivos de Estados Unidos a esta tecnología para evitar la fuga de las inversiones, se prevé desarrollar durante la presidencia española de la Unión Europea en el segundo semestre de este año, según ha revelado la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen. "Nos da confort que el momento clave de este paquete tenga lugar durante la presidencia española", ha contestado Aizpiri.