Crisis energética

Macron oficializa su rechazo al Midcat y pide solidaridad europea con Francia

El presidente francés aboga por un impuesto especial europeo que grave a los operadores del mercado eléctrico

Macron rechaza el gaseoducto entre España y Francia

Macron rechaza el gaseoducto entre España y Francia. /

Enric Bonet

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Un "no" contundente y sarcástico de Francia al MidCat. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha ratificado este lunes por la tarde la oposición de su Gobierno al proyecto de gasoducto entre Catalunya y la región gala de Midi, promovido también por Portugal y Alemania. "¿Invertir ahora en un tercer gasoducto (entre el territorio español y el francés) respondería a nuestros problemas? No lo creo", aseguró el dirigente centrista en una rueda de prensa en el Elíseo, posterior a una reunión telefónica con el canciller alemán, Olaf Scholz.

Tras ser preguntado sobre el gasoducto, del que discrepan Francia y sus vecinos europeos, Macron reconoció que había tratado este asunto con Scholz. De hecho, cuestionó con dureza los motivos defendidos para impulsar de nuevo esta infraestructura, cuya construcción se había abortado en 2019. "Es falso" y "no lo entiendo", repitió el presidente en varias ocasiones sobre los argumentos utilizados por España, y más recientemente por Alemania, para recuperar este proyecto.

"No vamos a saltar como cabras del Pirineo"

Para justificar su negativa, Macron argumentó que los dos gasoductos existentes entre España y Francia están operando en la actualidad a la mitad de su capacidad. El flujo se dirige principalmente en dirección norte-sur. También se refirió al impacto medioambiental que tendría el MidCat, aunque puso como ejemplo la Aneto, un pico aragonés que se encuentra a centenares de kilómetros de la zona por donde transcurriría el gasoducto. Además rechazó el argumento de las autoridades españolas y catalanas de que también serviría para transportar hidrógeno verde: "Todos los expertos me dicen que es falso que un gasoducto sirva para transportar hidrógeno. Sería aberrante".

Incluso recurrió a la ironía para expresar su negativa. "No entiendo por qué deberíamos saltar como cabras del Pirineo para explicar que (el MidCat) serviría para solucionar el problema gasístico actual", declaró Macron, quien se mostró bastante menos diplomático que su ministro de Economía, Bruno Le Maire, la semana pasada.

Tras la contunente respuesta del presidente francés, fuentes del ministerio español de la Transición Ecológica reaccionaron recordando que "España apuesta por incrementar sus interconexiones con el resto de la UE (...). Una cuestión que debe ser analizada con prudencia por los 27". Durante la rueda de prensa, el dirigente centrista defendió una mejora de las interconexiones eléctricas entre ambos lados de los Pirineos, pero no de las gasísticas.

Impuesto europeo a las eléctricas

No obstante, Macron sí pidió "solidaridad europea con la electricidad" para su país, después de que más de la mitad de los reactores nucleares franceses están parados por cuestiones técnicas. Junto a los precios más baratos de la electricidad en España, esto ha llevado a incrementar las exportaciones de electricidad a Francia en los últimos meses. Una tendencia utilizada por el Gobierno español para presionar a sus socios galos sobre el MidCat.

Aunque durante el último año el país vecino logró contener el impacto en particulares y empresas de la crisis energética, al limitar las subidas de los precios, la situación empeoró en las últimas semanas ante la parálisis de los reactores nucleares y después de que Rusia cortara el grifo del gas a Engie. A cambio de recibir electricidad de sus vecinos, Macron prometió enviar gas a Alemania: "Contribuiremos a la solidaridad europea en materia de gas y nos beneficiaremos de la solidaridad europea en materia de electricidad".

El presidente francés aseguró, además, que tanto París como Berlín están a favor de un impuesto europeo que grave a los operadores del mercado eléctrico. La recaudación de este "mecanismo de contribución" se transferiría a los Estados miembros para "financiar sus medidas nacionales". "Este es el enfoque que apoyamos. Es lo más coherente para evitar distorsiones entre europeos. Es lo más justo y sería lo más eficaz. Si tal enfoque no pudiera tener éxito a nivel europeo, tendríamos que analizarlo a nivel nacional", declaró Macron.

En las últimas semanas, el Ejecutivo macronista había recibido numerosas críticas por parte de la oposición, sobre todo de la izquierda, por sus reticencias a la creación de un impuesto especial a las eléctricas. Le reprocharon que no siguiera el ejemplo de España, Italia, Alemania o Reino Unido.