De forma provisional

Alemania paraliza el proceso de certificación del gasoducto Nord Stream 2

Para dar luz verde al transporte de gas es necesario que la compañía operadora esté organizada "conforme al derecho alemán"

Construcción del gasoducto Nord Stream 2, en la localidad rusa de Kingisepp, en 2019.

Construcción del gasoducto Nord Stream 2, en la localidad rusa de Kingisepp, en 2019.

Andreu Jerez

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Nuevo contratiempo para el proyecto gasístico Nord Stream 2: la Bundesnetzagentur (Agencia Federal de Redes), agencia reguladora alemana del mercado energético, ha

paralizado temporalmente el proceso de certificación del gasoducto construido para llevar gas natural de Rusia a Alemania. El regulador aduce un problema administrativo: “Tras el análisis de la documentación, la Bundesnetzagentur llega a la conclusión de que una certificación del operador del gasoducto Nord Stream 2 solo puede entrar en consideración si el operador está organizado de forma jurídica conforme al derecho alemán”, reza la breve nota de prensa dada a conocer este martes.

Rodeado de polémica

La agencia reguladora detalla que la sociedad Nord Stream 2 tiene sede en Suiza y debe crear una filial alemana para poder operar en Alemania. Por ello, le demanda la sociedad operadora del gasoducto que traslade sus activos y su personal a esa empresa subsidiaria alemana para poder analizarlos antes de dar la luz verde a su certificación. La Bundesnetzagentur – una agencia dependiente del Ministerio federal de Economía alemán – se autoimpone un plazo de cuatro meses para tomar la decisión cuando la sociedad Nord Stream 2 cumpla ese requisito. La agencia también advierte de que todavía tendrá que informar a la Comisión Europea para que esta se posicione respecto al funcionamiento del mercado interno de la UE.

“Nuestra empresa quiere cumplir con el derecho alemán y garantizar las directivas”, reaccionó la sociedad de origen ruso con sede en Suiza. Para ello, informó de la rápida creación de una filial alemana para cumplir con los requisitos demandados. Sin embargo, la sociedad, que pertenece a la empresa rusa Gazprom, no ha querido dar más detalles sobre cuánto tiempo puede durar el proceso ni sobre las posibles consecuencias en la puesta en marcha del gasoducto, cuya construcción finalizó el pasado agosto.

No es la primera vez que surgen problemas administrativos entre la empresa rusa y Bundesnetzagentur: la agencia alemana ya rechazó el año pasado eximir a Nord Stream 2 de cumplir con todas directivas comunitarias sobre el funcionamiento del mercado interno europeo, por lo que la empresa gasística apeló ante el Tribunal Supremo Federal.

Proyecto polémico

El polémico proyecto Nord Stream 2, que llegó a generar un conflicto diplomático entre dos aliados históricos como Alemania y Estados Unidos, está en la última fase antes de su puesta en marcha. Impulsado por el gobierno saliente de Angela Merkel, nació con la idea de garantizar el suministro eléctrico de la República Federal, que está sumida desde hace años en un proceso de transición energética que supone el abandono de la energía nuclear y fósil en favor de las fuentes renovables. El Nord Stream 2 ha generado fuertes críticas en la política y la sociedad alemana por ir en contra de la lógica de ese cambio de matriz energético y también por la dependencia del gas ruso que genera.

Las reacciones no se hicieron esperar en la política alemana: Los Verdes y los liberales del FDP celebraron la decisión de la agencia reguladora. El partido ecologista apuesta incluso por no poner en marcha el gasoducto por sus consecuencias en la política climática del futuro gobierno federal. Los Verdes y el FDP negocian actualmente con los socialdemócratas del SPD la formación de un posible gobierno tripartito conocido como coalición semáforo en Alemania.