Movimientos empresariales

Naturgy, la opa que pierde gas

La compañía energética, en plena oferta de IFM por el 22,69% de su capital, aprueba el martes un nuevo plan estratégico hasta 2025

Los títulos del grupo presidido por Francisco Reynés llevan dos sesiones consecutivas por encima del precio que ofrecen los australianos

Naturgy perdió 2.822 millones en 2018 por el deterioro de activos

Naturgy perdió 2.822 millones en 2018 por el deterioro de activos

Agustí Sala

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Naturgy enfila una semana fundamental. En plena oferta de adquisición de acciones (opa) sobre el 22,69% de su capital por el fondo australiano IFM, su consejo de administración aprobará este martes el nuevo plan estratégico, pendiente desde medio año. Y al día siguiente lo presentará junto con los resultados de la compañía en el primer semestre. Con las acciones de la compañía acomodándose por encima de los 22,37 euros que ofrece la entidad de las antípodas, la compañía encara una nueva etapa hasta 2025 en la que primarán las inversiones en energías renovables y en la que los inversores y analistas esperan una cierta tendencia alcista que puede poner en duda la oferta de los australianos.

Con IFM como convidado de piedra tras lanzar la opa a finales de enero y la espera de que el Gobierno decida si da el 'sí' o el 'no' a la operación en la primera semana de agosto, Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, no para de aumentar su participación en el capital de Naturgy, tal como anunció en mayo pasado. Ya cuenta casi con el 26%, desde el 24,8% con el que contaba antes de iniciar esta ofensiva. Eso supone que ha adquirido unos 10 millones de acciones en este periodo de tiempo. Su objetivo es llegar al 29,9% si es preciso para blindar el control de la compañía, de la que es el primer accionista, pero sin superar el 30% porque eso supondría tener que lanzar una opa por el 100% del capital.

Dos fondos

Todo ello estrecha el margen de maniobra de IFM porque los dos otros grandes accionistas, los fondos CVC, que tiene a la familia March como aliada; y Global Infraestructures Partners (GIP), cuentan con alrededor del 20% cada uno y anunciaron que no venderían, al igual que difícilmente lo hará la argelina Sonatrach, con casi un 4%. Esta firma pública es una aliada tradicional de Naturgy, con la que acaba de estrechar lazos de cara a poner en marcha la ampliación de gasoducto Medgaz, infraestructura en la que son socios. De todas formas, CVC y GIP, al ser fondos con menor vocación de permanencia que IFM (lo es por ejemplo en Aqualia), no sería descartable que finalmente decidieran vender toda o parte de su participación en Naturgy. Pero hay otro problema: en la actualidad sacarían más rendimiento a sus acciones vendiéndolas directamente en el mercado que acudiendo a una opa que se está quedando desfasada si no varía la tendencia actual de la cotización.

Antes de que IFM lanzara la opa, Naturgy cotizaba en torno a los 17 euros. El precio inicial de la oferta por acción era de 23 euros, pero tras el reparto de dividendo, el fondo australiano lo ajustó hasta los 22,37 actuales. El problema que es que los títulos de la compañía energética presidida por Francisco Reynés se han instalado por encima de esa cota. El viernes cerraron a 22,56 euros y ya venían de superar el precio de la opa en la jornada anterior (acabó esa sesión en 22,45 euros). Las perspectivas del plan estratégico, la presentación de unos resultados semestrales el próximo miércoles que todo el mundo espera que sean positivos y la presión compradora que imprime La Caixa con su manifestación de pública de interés en comprar más títulos calientan aún más el valor.

Dos retos

IFM debe superar dos retos: uno es hacerse al menos con el 17% del capital, que es el mínimo al que supeditó el éxito de la opa. Con esa cuota podría nombrar dos consejeros. Lo cierto es que actualmente apenas un 25% del capital fluctúa en bolsa y la Caixa lo sigue estrechando.

El segundo obstáculo son las autorizaciones administrativas y la aprobación o no por parte del consejo de ministros en la primera semana de agosto, cuando vence el límite de seis meses para tomar una decisión.

El Gobierno acordó tras el estallido de la pandemia y el desplome de la cotizaciones de grandes compañías en la bolsa que toda operación de compra de más de un 10% del capital o de una proporción de control en empresas consideradas estratégicas por parte de un inversor extranjero debía pasar por su negociado.

Y Naturgy, que además de dos gasoductos tiene participaciones en dos centrales nucleares, posee 7 centrales de ciclo combinado y redes de gas, actividad en la que es líder; y eléctricas, negocio en el que es la tercera compañía del mercado, cumple los requisitos para ser considerada una empresa estratégica.El desenlace, en todo caso, está cada vez más próximo.

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