retos económicos

Los números del Govern

Sigue la última hora en directo sobre el acuerdo alcanzado entre ERC y Junts para formar Govern

Gestionar la recuperación, los fondos europeos y aprobar un Presupuesto, entre los retos del nuevo Ejecutivo

Pere Aragonès y Laura Borràs

Pere Aragonès y Laura Borràs / AFP

Agustí Sala

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El nuevo Govern afrontará una etapa en la que las previsiones económicas son más optimistas gracias a la aceleración del proceso de vacunación y la reducción de las restricciones por la pandemia. Tras un primer trimestre en el que volvió a caer en la recesión, con un descenso del producto interior bruto (PIB) del 0,4%, que se sumó al descenso del 0,6% en el cuarto trimestre del año pasado (dos trimestres seguidos de caída constituyen recesión técnica), los pronósticos son de rebote, que se consolidará especialmente en el segundo semestre, con un crecimiento del 6% en el conjunto de 2021 y del 5,2% el que viene. A la economía catalana le afecta especialmente un mayor peso del turismo que en la media española.

Si se consolida el acuerdo de coalición será Junts el que dirija esta cartera y podría ser Elsa Artadi, apadrinada en su día por Xavier Sala Martín, que realizó su tesis en la Universidad de Harvard; y fue fichada en el Govern de Artur Mas por el que era 'conseller' de Economia, Andreu Mas-Colell, quien recoja el testigo de Pere Aragonès, que además de la Vicepresidència ha ocupado el puesto de 'conseller' de Economia. Artadi fue, entre otros cargos, directora general de Tributos. La recuperación económica y la gestión de los fondos 'Next Generation EU' son dos de los grandes retos del nuevo/a responsable económico, como destaca la patronal Foment del Treball. Hace unas semanas, el Cercle d'Economia reclamó un Govern "pragmático y profesional" .

El resto es monumental porque lo cierto es que desde 2018, Catalunya ha cedido a la Comunidad de Madrid el primer puesto de la economía española. Este ha sido un proceso en el que más que retroceder la economía catalana, que retiene desde hace años una porción del 18% al 19% en el conjunto, es la madrileña la que ha acelerado su crecimiento en los últimos años.

Déficit del 0,4% del PIB

En lo que respecta a las cuentas de la administración catalana, que este año carece de presupuestos después de conseguir aprobarlos en 2020 con apoyo de los 'comuns', se saldaron con un déficit de 768 millones de euros, equivalente al 0,4%, el doble de la referencia establecida, una vez congeladas las reglas fiscales por parte de la Unión Europea (UE). Curiosamente, a pesar de la pandemia, los números rojos fueron inferiores a los de 2019 por diversos ajustes contables. De hecho, la administración catalana alcanzó el año pasado el nivel de gasto no financiero más elevado de la historia, con 32.151 millones de euros, con un alza del 19%, ligado a los efectos de la pandemia del coronavirus. Los ingresos no financieros, 30.281 millones, aumentaron el 15,7% gracias esencialmente a los recursos procedentes de los recursos extraordinarios aportados por el Estado a través del fondo covid, del que a Catalunya le correspondieron 3.165 millones.

En todo caso, según las estimaciones del Ejecutivo catalán, el déficit que contabilizará es muy inferior al que sería el real, que sitúan entre el 0,7% y del 0,9% del PIB, lo que supondría entre 1.102 y 1.870 millones. Se da la circunstancia de que los ajustes contables de 2020 en vez de empeorar las cifras, las mejoran al menos en unas tres décimas, pero con ingresos de carácter contable que nos significaron la capacidad real de gastar más, según fuentes del Govern. Para 2021, el Ejecutivo catalán trabaja con una previsión de déficit lo más próxima posible al 1,1% del PIB. Según las estimaciones de la Generalitat, el impacto del covid en las cuentas catalanas ascendió a 4.761,4 millones, de los que 3.638,2 millones correspondieron a mayores gastos de los previstos y 1.123,2 millones a menores ingresos.

El reto de los presupuestos

Los presupuestos volverán a ser el principal reto del nuevo Ejecutivo.Con las de 2021, de nuevo prorrogadas, la Generalitat ha prorrogado o aprobado fuera de plazo 22 cuentas en 40 años, la mitad de ellas en la etapa del 'procés', en la última década. Los de 2010, el último año de José Montilla como ‘president’ y Antoni Castells como ‘conseller’ de Economia, fueron los últimos de esta década que pudieron aprobarse en el Parlament en diciembre del ejercicio precedente, como es preceptivo.

La deuda es otro de los retos. A la espera de los nuevos datos hasta septiembre, Catalunya afronta un trienio marcado por una elevada amortización de deuda pública. En total, la Generalitat deberá devolver más de 32.000 millones de euros durante este periodo -una cifra similar al presupuesto consolidado en un ejercicio (incluyendo todo el sector público)--. Y una buena parte de esa suma irá a parar a las arcas del Estado, que, a su vez, es el principal financiador de las autonomías desde que en el 2012 los mercados cerraron las puertas a la financiación de las autonomías. El Estado es el acreedor de en torno a 8 de cada 10 euros de los más de 78.000 millones de euros del pasivo catalán y el calendario de amortizaciones por mecanismos como el fondo de liquidez autonómica (FLA) al menos hasta 2032. Este año, el Govern ha pedido al Estado unos 13.000 millones para financiar la deuda y cubrir el déficit, lo que supera los 11.664 millones del 2020 y los 9.087 millones del ejercicio anterior.

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