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El Cercle reclama un Govern "pragmático y profesional" y condenar la violencia

La entidad apela a rehuir los extremismos y a abandonar el "inmovilismo" para "reconstruir" la política y "reiniciar el país"

El organismo de opinión condena la violencia en las calles y a los responsables políticos cómplices "por acción u omisión"

Javier Faus, en un debate

Javier Faus, en un debate / periodico

Agustí Sala

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Dejar la parálisis y condenar con contundencia la violencia. El Cercle d'Economia ha salido al paso de los últimos acontecimientos, tanto las elecciones autonómicas del 14-F como las protestas y disturbios callejeros, a través de la nota de opinión 'Reconstruir la política para reiniciar el país'. En resumen, la entidad exige que se rehuyan los extremismos "de izquierdas y de derechas" para dar juego a un centro pactista y dispuesto a romper la dinámica de bloques polarizados, reclama al futuro Govern que abandone la inacción; y al ejecutivo central, que aproveche el alza de las posiciones menos extremistas para avanzar en en el diálogo sobre el conflicto territorial, constadado por el refrozamiento del bloque independentista en el Parlament.

En un momento en que se está constituyendo un movimiento para canalizar el malestar empresarial mediante un acto reivindicativo el próximo jueves al que se han sumado ya más de 150 organizaciones, este prestigioso foro de opinión de carácter transversal exige "coraje" y liderazgo" tanto en la Generalitat como en el Ejecutivo central para afrontar el conflicto territorial y los retos como la gestión de los fondos europeos 'Next Generation EU', el proceso de vacunación y la modernización del sector público y del modelo productivo. A juicio de este foro de opinión es necesario salir del "inmovilismo" y la "parálisis continuada" en la que Catalunya "está atrapada", y con un una confluencia de factores que "la van haciendo irrelevante". Según el Cercle, "a medio plazo", el mayor coste de no afrontar los retos es "normalizar la desconfianza de la ciudadanía en las instituciones, una dinámica que provoca la retroalimentación de los extremos y la corrosión de la la democracia".

Legitimar el vandalismo

En su análisis, esta entidad presidida por Javier Faus condena "taxativamente toda forma de violencia", así como a los partidos que "por acción u omisión han legitimado el vandalismo". En este sentido constatan con "estupefacción que responsables de primer nivel o algunos miembros del Govern , sea con el silencio o en algunos casos incluso con complicidad, no han antepuesto como principio fundamental mantener el orden público".

A juicio del Cercle, es preciso un Govern "pragmático, profesional y con 'consellers de prestigio, instituciones plenamente operativa, deliberación parlamentaria consensual" y con un proyecto de país "compartido". En su nota, la entidad invita a aprovechar el avance registrado por los partidos "que en la última legislatura y campaña electoral defendieron posiciones menos confrontadas y, por tanto, pueden estar en mejores condiciones de establecer puentes entre los bloques e impulsar así la reconstrucción de un espacio central, que es donde las propuestas, los acuerdos y la acción política se hacen posibles".

Repoblación del centro

El Cercle insta también al Gobierno central a aprovechar esta circunstancia y a no desaprovechar "la repoblación política del centro" para avanzar "en la resolución de un conflicto que tiene consecuencias a todos los niveles". A su juicio es preciso abandonar la vía de la unilateralidad, "porque divide a la sociedad, debilita las instituciones y nos situaría de nuevo en un terreno imprevisible, dificultando aún más el progreso económico y social". Al entender de Cercle "perder esta ventana de oportunidad" frustraría "la voluntad manifestada por la corriente central del país" y "reforzaría una lectura de las elecciones que tampoco debe dejar hacerse: el aumento de posiciones que aún son minoritarias pero que son extremas y que han incrementado la representación en el Parlament".

Según el análisis del Cercle, de las elecciones del pasado 14 de febrero caben extraerse cuatro lecciones. La primera es la "fatiga" tras años en que la política pone en tensión a la sociedad. La segunda es que es agotamiento "es más acentuado en las zonas más humildes y entre los jóvenes", que ven empeorar sus perspectivas de futuro. La tercera es el reforzamiento del bloque independentista en el Parlament, que supone "la enésima demostración de que la mayoría de la sociedad catalana quiere dejar claro que el conflicto territorial sigue abierto y espera una respuesta propositiva. Y la cuarta es "el gran avance de las fuerzas que durante la última legislatura y campaña electoral defendieron posiciones menos confrontadas, y por tanto, pueden estar en mejores condiciones para establecer puertnes entre los bloques(...)".