Seat adaptará su planta de El Prat para ensamblar baterías eléctricas

Mientras los políticos de media España autonómica mercadean y se enzarzan en una pugna sin cuartel para recibir una planta de fabricación de celdas de baterías para coches eléctricos, en Seat no dejan de trabajar para adaptar la factoría de Martorell y sus alrededores para recibir en breve la adjudicación del desarrollo para la plataforma pequeña del Grupo Volkswagen con la que armar todo el proyecto del primer coche eléctrico de la marca. 

La firma española (que agrupa a Seat y Cupra bajo un mismo paraguas) ya contará con un modelo 100% eléctrico a finales de este año, el Cupra Born, aunque éste se producirá en Alemania (Zwickau). No obstante, la candidatura catalana para albergar la fábrica de celdas para baterías está cada vez más cerca. Por un simple hecho de coherencia y de logística. 

Seat está invirtiendo 5.000 millones de euros hasta 2025 para electrificar la fábrica de Martorell para adaptarla a la producción de coches eléctricos. La marca ya está construyendo un laboratorio de test de baterías en el que ha invertido siete millones de euros, un espacio de 1.500 metros cuadrados destinado a validar y probar modelos de celdas con tecnología litio-ion, baterías de media y alta tensión, así como diferentes cargadores utilizados en toda la gama de vehículos electrificados. Actuales y venideros.

Coche del segmento B

Junto a este proyecto en marcha, Seat tiene previsto (una vez producida la adjudicación oficial de la plataforma por parte del Grupo Volkswagen) ampliar y adaptar su actual centro de componentes de El Prat de Llobregat para convertirlo en la planta de ensamblaje de las baterías, clave para la producción de un coche eléctrico, que posteriormente viajarán por tren hasta Martorell para ser instaladas en los nuevos modelos del segmento B 100% eléctricos. Paralelamente la marca está trabajando con todos sus empleados para formarlos en materia de electrificación en su centro de Martorell, dentro del plan para albergar la fabricación del coche eléctrico.

Una vez consolidado el proyecto, desde Seat y el Grupo Volkswagen, desarrollarán la creación de una fábrica de celdas de baterías (que luego se ensamblarán en El Prat) cerca de Martorell. Este punto, donde muchos quieren pescar, será clave para implementar el acuerdo con el Gobierno español, Iberdrola y otros socios. Desde esta nueva fábrica saldrán los componentes de las baterías que, según el presidente de Seat, Wayne Griffiths, «debería prestar servicio a toda la industria, no solo para el consorcio de Seat, no en exclusiva, sino que debería servir para todos los fabricantes de coches». La futura planta no tendría sentido a 2.000 kilómetros de donde se producen los coches, aunque la alternativa a Martorell (por temas políticos) podría pasar por Zaragoza o Valencia. Fuentes cercanas al proyecto valoran que el tema no es de dónde se saca el litio, sino dónde se transforma para fabricar las celdas. Desde Cáceres, donde se concentra el mayor yacimiento de litio de España, apuestan por esa ubicación aunque la logística no juega en su favor.

El ejemplo belga

La apuesta por la transformación de la planta de Martorell ya tiene precedentes dentro del Grupo Volkswagen. En Bruselas. La marca alemana producía el Audi A1, un modelo pequeño del segmento B, y tras pasar el modelo a fabricarse en Martorell con Seat se transformó la planta belga para empezar a fabricar el Audi e-tron, el primer modelo 100% eléctrico. El camino para el consorcio alemán es, pues, conocido.

Por cierto, quien suministra las celdas de las baterías para los coches eléctricos de Audi es LG Chem, la empresa coreana líder en producción de baterías a nivel mundial y una de las empresas que sonaban para su instalación en los terrenos de Nissan en la Zona Franca. La compañía tecnológica está en expansión y ya ha anunciado una inversión de 3.692 millones de euros para acelerar la producción de baterías en su filial de Estados Unidos hasta 2025, creando con ello 10.000 puestos de trabajo.

Paralelamente, Audi está construyendo una planta propia de ensamblaje baterías , a dos kilómetros de su fábrica de Ingolstadt en Alemania, para agilizar la producción de coches eléctricos. Como sucederá con Seat y sus instalaciones de El Prat. Los últimos problemas de suministro en relación con las baterías hace que la marca de los cuatro aros apueste por crear su propia planta de producción de celdas de baterías.

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