el fiasco de nissan

Foment pide retener la instalación de Zona Franca y proteger los empleos

La institución que preside Josep Sánchez Llibre aboga por negociar un ajuste programado de producción y plantea una fábrica más tecnológica

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Xavier Pérez

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Las reacciones tras el cierre de Nissan en Catalunya se han desbocado a lo largo del día de hoy. Desde Foment del Treball, que ya lleva tiempo planteando posibles soluciones al fatal desenlace, han reiterado la necesidad de defender los puestos de trabajo apostando por una fábrica sostenible y más tecnológica.

Josep Sánchez Llibre, presidente de la entidad, asume que "el objetivo es retener la factoría y preservar los cerca de 30.000 puestos de trabajo", entre directos e indirectos. La necesidad de reflejar en la planta barcelonesa la transformación industrial que experimenta el sector de la automoción abre nuevas posibilidades y llama a "explorar nuevas tendencias".

Desde Foment creen que "en un contexto de malas noticias, trabajaremos buscando la máxima complicidad con los sindicatos, la Generalitat y el Estado a favor de este sector principal de la economía catalana". Consideran que la fecha de 31 de diciembre para finiquitar la planta no es una fecha realista y piden que el posible desmantelamiento tenga una duración mayor. "Para modernizar la planta a medida que se recupere la demanda de vehículos y posibilitar su traspaso económico y social de la forma menos conflictiva posible", reconoce Sánchez Llibre.

La patronal catalana está convencida de la reactivación del sector y cree que si se conserva la fábrica, introduciendo mejoras tecnológicas, la instalación , "tendrá una oportunidad estratégica para la fabricación de modelos de vehículos orientados a nichos de mercado que, sin duda, se están abriendo paso en plena reconversión del sector y ante los cambios de hábitos de la movilidad".

Los estudios presentados por las autoridades españolas y catalanas, permiten, con el plan de ayudas y de impulso de la modernización de la planta, unas posibilidades ciertas de viabilidad que deberían de contemplarse también dentro de la estrategia ahora definida por la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.

Si no, la alternativa es la búsqueda activa de un nuevo operador que pueda aprovechar las ventajas competitivas que su localización ofrece en un contexto de mayor competencia internacional, por un lado, y en las condiciones de mejorar la competitividad de la planta, para atraer a nuevos operadores, con apoyo público, por otro.