"Es el pan de nuestros hijos"

Lleva 15 años gestionando la explotación agraria que heredó de su padre (ahora con bastantes más hectáreas de cultivo) y nunca había visto una situación «tan trágica» como la que vive actualmente el campo extremeño, uno de los más afectados por la crisis que ha sacado a la calle a los agricultores para protestar por los precios que perciben por sus productos, declara a El Periódico Extremadura.

Herminio Íñiguez tiene una parcela que en la actualidad cuenta con un total de 200 hectáreas de frutales, tomates, arroz y maíz en Villanueva de la Serena, en la provincia de Badajoz; y solo este año ha acumulado un total de 80.000 euros en pérdidas. «Sobrevives recurriendo a los bancos», reconoce este agricultor e ingeniero agrónomo, presidente de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena (Agryga), uno de los más de 5.000 que secundó una de las multitudinarias protestas del sector que ha habido estos días en la localidad pacense de Don Benito.

Este empreario agrícola afirma que otros no han tenido tanta suerte como él mismo: «Los que se dedicaban solo a la fruta están peor, conozco casos de personas que están totalmente arruinadas y trabajando para otros para poder pagar los créditos contraídos», explica Herminio. Desánimo y desesperación son las palabras que repite este dueño de explotación familiar. Reconoce que tiene miedo, y también desconfianza. «Es el pan de nuestros hijos», recuerda.

Atrás quedaron los tiempos en los que después de Agroexpo, los agricultores comenzaban con ilusión a mover la tierra y retomar las labores en el campo. Ahora, señala, están expectantes ante el inminente inicio de una campaña que arranca con muchas incertidumbres. La fundamental, saber si los precios se van a recuperar. «Movemos mucho dinero en costes y nos liquidan en función de los precios. Quien se lleva la diferencia está más arriba», asegura.

Diversificación

Herminio ha apostado por la diversificación de cultivos y eso, señala, le ha permitido compensar costes porque en el tomate las cosas van un poco mejor que en la fruta: el precio se conoce con antelación, aunque se salva porque hay que cultivar muchos kilos para que rente. En su caso, más de 82.000.

Extremadura es la comunidad autónoma que más ha levantado la voz en la crisis que padece el campo. La Junta, presidida por el socialista Guillermo Fernández Vara, reclama al Gobierno central una ley de precios mínimos que permita al sector cubrir los costes y recibir unos precios justos para sus producciones.

Vara adquirió ese compromiso después de reunirse con las principales asociaciones del sector, Apag, UPA y Asaja, que esperan que se aprueben medidas a corto plazo y que pretenden mantener las movilizaciones si no hay avances en sus reivindicaciones.