¿A qué edad y cuánto tengo que ahorrar para tener una buena pensión?

Los problemas estructurales del sistema público de pensiones residen en la preocupante tendencia demográfica. El modelo está girando hacia la inclusión de la esperanza de vida. Vivimos más años, por suerte, y esto hace también que aumente el número de pensionistas. La proyección del INE en esta materia nos llevará, casi, a doblar el número de pensionistas para el año 2050.

Si a esto se le une una baja tasa de natalidad, hacen que el sistema de reparto no sea sostenible en el medio y largo plazo porque hay cada vez más jubilados y no tantos trabajadores. Por tanto, la duda es, viendo el panorama actual, a qué edad es recomendable comenzar a guardar dinero para cubrirse las espaldas y qué cantidad.

La seguridad social solamente se puede llenar pagando menos pensiones y eso se puede lograr con políticas de natalidad, inmigración o de empleo. La situación para las pensiones del futuro es compleja puesto que la natalidad puede dar solución en 18 años, que es la mayoría de edad y la edad en que se comienza a trabajar. La inmigración puede ser una solución limitada. Esa es la razón por la que empezar a pensar en alternativas.

¿Cuándo empezar?

Según explica Victoria Torre, responsable de desarrollo de contenidos y producto en Self Bank, no existe una “edad recomendable” para empezar a ahorrar. Se podría decir que, “cuanto antes, mejor”, añade.  Así, es importante inculcar a los más pequeños incluso “la importancia del ahorro, para que cuando sean mayores lo tengan ya interiorizado”.

Para Gisela Turazzini, CEO de BlackBird Broker, la clave del ahorro es entender la importancia del interés compuesto, es decir “la capitalización compuesta de rentabilidad año tras año sobre la misma base nominal”. Por tanto, cuanto antes empecemos mucho mejor. A su modo de ver, con “pequeñas cantidades de ahorro a largo plazo”, puesto que son muy importantes para “complementar la pensión en edad de jubilación”.

¿Cómo ahorrar?

Las expertas coinciden en que nunca es tarde, de modo que cuando alguien no ha comenzado a destinar una pequeña cantidad al ahorro debe concienciarse y hacerlo cuanto antes. Lo ideal, añade Turazzini, sería empezar a ahorrar pequeñas cantidades de 100 ó 200 euros al mes, “desde el primer sueldo e ir incrementando la partida periódica a medida que vaya creciendo nuestra carrera profesional, nuestra edad y por ende nuestros ingresos”.

A juicio de Torre, la virtud para el ahorro está en el medio, dado que no es bueno “ahorrar poco”, pero tampoco lo es “ahorrar demasiado”. En esta línea, si ahorramos poco y de forma desordenada, podemos desincentivarnos, “aparte de que no lograremos alcanzar nuestros objetivos”, concreta. 

Asimismo, apunta que ahorrar mucho también tiene un aspecto negativo; no olvidemos el coste de oportunidad de tener un exceso de liquidez, que “podríamos tener en otros destinos más rentables”.

Tampoco existe una regla fija de ahorro, ya que las circunstancias de cada uno son muy diferentes. No es lo mismo ahorrar un 20 por ciento si tienes un sueldo de 3.000 euros que si tienes un sueldo de 1.000 euros. Por eso, los planes de ahorro deben, matiza Torre, “ser personalizados y adaptados a las posibilidades y necesidades de cada ahorrador”.

Lo recomendable, tal y como considera Turazzini, para no trastocar nuestro presupuesto mensual, es destinar “el 10 por ciento del salario a la base de ahorro para la jubilación”, teniendo a su vez otras partidas de ahorro para dar cabida a los diferentes objetivos financieros que se nos plantean.

Puede ser una ayuda importante el marcarnos objetivos de ahorro. Si los objetivos son a largo plazo, nos ayudará mucho empezar lo antes posible; aunque en estos momentos los tipos de interés están bajos y no influyen tanto como en tiempos pasados, el poder de la capitalización compuesta es importante y nos puede ayudar a conseguir antes nuestro objetivo o a obtener mejores resultados.