LIDERAZGO FAMILIAR

Más colaboración y más técnica: los jóvenes cambian la forma de liderar las empresas familiares

El 80% de las empresas familiares no sobrevive a la tercera generación, según Sanahuja Miranda. Pero los expertos coinciden en que sí que hay relevo y ganas de llevar las riendas de la empresa familiar. Eso sí cambia la forma de hacerlo: la generación que está tomando las riendas es más líder que jefe.

El 80% de las empresas familiares no sobrevive a la tercera generación, según Sanahuja Miranda. Pero los expertos coinciden en que sí que hay relevo

generacion

generacion / economia

Marta Gracia

Marta Gracia

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Suceder a tus padres o tíos al frente de la empresa familiar es complicado. Lo es porque la sociedad y la forma de trabajar es diferente. Ni mejor ni peor, sino adaptada a una nueva sociedad. Los millennials están comenzando a heredar esas empresas familiares y están cambiando la forma de ‘mandar’. Los expertos coinciden en que siempre se ve un cambio. En este caso hay más técnica y formación y sobre todo más colaboración en la nueva generación.

Los millennials son más líderes que jefes. Tienen ganas de suceder en la empresa familiar. “Hay relevo y las nuevas generaciones tienen muy buena preparación, se están formando para ello”, asegura Juan Carlos Ayala, catedrático de Empresa Familiar de la Universidad de La Rioja. “Se está viendo ya ese cambio y sobre todo se nota en el cambio de cultura empresarial”, añade Paloma Factor, profesora de la Udima y experta en empresa familiar.

Factor explica que la nueva generación viene con un cambio de mentalidad total: “La generación de los 80 primaba el tiburón de los negocios y ahora tenemos una cultura más colaborativa, cambio de valores”. Una afirmación con la que coincide Ayala y es que para el catedrático los millennials vienen más preparados técnicamente que sus antecesores. “El mercado te exige mucha más formación ahora. Antes no te exigían saber idiomas, ahora es indispensable”, apunta.

¿Un cambio más brusco?

“Siempre hay un gran cambio generacional, se nota en la empresa”, apunta Ayala. El conflicto, según explica, llega porque hay dos formas de pensar diferentes. “La generación que se va a retirar tiene una forma de ver la vida y de pensar y la nueva generación tiene su vitalidad, su fuerza, ahora una formación técnica superior y se produce un choque: yo quiero hacerlo así y tu quieres hacerlo de otra manera”, asegura el catedrático.

Por su parte, Paloma Factor apunta que un cambio siempre es complicado. “La nueva generación lleva la carga de los empleados que han empezado con la anterior generación. A veces los propios empleados les cuesta aceptar el cambio”, asegura la profesora de la Udima y añade que siempre hay un breve periodo de dirección bicéfala, que hay que cuidar un poco.

Los millennials tienen unas ventajas porque están muy adaptados a la sociedad actual, tienen muy claro que la tecnología es el futuro, visión más global, cultura más emprendedora que la generación de sus padres. También ha habido un cambio en la estructura de la empresa. Hasta ahora era más jerarquizada y ahora es más matricial, es decir está organizada por proyectos y no por rangos. Es la forma de ver la empresa más abierta al empleado, que forme parte de las decisiones. es aquí donde se ven más los cambios de generación.

Paloma Factor explica que muchas veces el problema llega cuando el joven quiere emprender su propio negocio y no heredar el familiar, aunque reconoce que es muy común que hayan tenido su experiencia como emprendedores y luego vuelven a la empresa familiar y en ese momento llegan con más ganas que nunca porque “tienen claro lo que quieren”.

Montal: 100 años y cuatro generaciones

Montal es una tienda Gourmet de Zaragoza Montal es una tienda Gourmet de Zaragozaque en 2019 celebra sus 100 años con la cuarta generación al frente. Es de ese 20% de empresas familiares que sobre viven a la tercera generación.Nacho y María, los últimos Montal en liderar la compañía, han sabido transformarla a lo que exige el mercado actualmente. “Hemos decidido dar un giro y convertir nuestra tienda en un nuevo espacio gastronómico, denominado La despensa de Montal, donde el cliente puede comprar o degustar in situ cualquiera de los productos de nuestra tienda”, apuntan en su página web.

En 1919 Jacinto Montal, junto a sus tres hijos, renueva e impulsa un negocio de alimentación ya existente desde 1890. Fue el comienzo de una larga historia que hoy en día sigue vigente y en continua evolución. La segunda generación coge el relevo en 1936 cuando Julián y Benigno se hacen cargo del negocio y recogen el testigo de su padre tras unos intensos años de formación continuada.

En 1957, se da paso a la tercera generación con Julián y Rafael, que son los encargados de darle al negocio un giro y convertirlo en lo que hoy en día sigue siendo, una tienda de alimentación especializada. Y finalmente, con la incorporación de la cuarta generación, María y Nacho, “se asegura la continuidad del negocio durante muchos años”. Poco a poco se van incorporando mejoras y modernizando la imagen, actualizándola a los tiempos y las circunstancias de mercado actuales.

Planificación de sucesión

Los procesos de sucesión se han de planificar con mucho tiempo, como cualquier planestratégico, y de manera seria y minuciosa, ya que la sucesión es el momento más crítico de la vida de una empresa familiar. Desde el Instituto de la Empresa Familiar Instituto de la Empresa Familiarseñalan que es necesario establecer políticas de comunicación amplias y transparentes, crear mecanismos específicos que permitan llegar a acuerdos generales en el seno de la familia y diseñar un marco general de actuación para todos los miembros de la familia.

Todo ello se engloba en lo que se conoce como “protocolo familiar”, que viene a ser un documento general que recoge y detalla todos estos elementos. Es un documento en el que la familia fija por escrito los temas sobre los que desea tener una reglamentación consensuada en relación con la empresa. Este instrumento permite un código de conducta que regula las relaciones profesionales y económicas entre los miembros de la familia y la empresa, teniendo como objetivo primordial asegurar la continuidad de la compañía.