EMPRENDIMIENTO

Cristina Pemán, madre y emprendedora: "Hay clientes que vienen al bar y me preguntan dónde está mi jefe"

En nuestro país hay un 22% de mujeres emprendedoras de startups, un porcentaje que ha aumentado cuatro puntos respecto al año anterior. Las trabas administrativas, la desconfianza, y la falta de ayudas para conciliar la baja maternal o lactancia, son algunas de sus trabas

En nuestro país hay un 22% de mujeres emprendedoras de startups, un porcentaje que ha aumentado cuatro puntos respecto al año anterior. Las trabas administrativas, la desconfianza, y la falta de ayudas, son algunas de sus trabas

Mujer emprendedora al frente del ordenador.

Mujer emprendedora al frente del ordenador. / economia

Nieves Ruiz

Nieves Ruiz

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Cristina Pemán es una mujer que sabe gestionar bien su tiempo. Esta maña, extrovertida y llena de energía, vive a la velocidad del viento, y no es para menos, es madre de tres hijos y tiene dos negocios, una cafetería-librería situada cerca de la Basílica del Pilar de Zaragoza, y una tienda que está abriendo.

Mientras pasea por la calle nos cuenta su historia, y cómo un buen día estando embarazada de su segundo hijo, su mente hizo un ‘clic’, y decidió dar un giro de 180 grados a su vida. Dejó su trabajo como periodista, para lanzarse al emprendimiento. Veía la luz Viddola, su primer negocio. “En aquel momento trabajaba de media jornada en una subcontrata en televisión, pero este trabajo me hacía imposible conciliar mi vida familiar y laboral, además sentía que mi carrera profesional no tenía progresión. Con la baja maternal de mi segundo hijo me aficioné a la repostería, y una cosa llevó a la otra. Siempre me había gustado cocinar, y ya había trabajado en un restaurante, así que decidí abrir mi propio negocio”.

No pudo haber elegido mejor el nombre, según nos cuenta Víddola hace referencia al libro ilustrado 'Donde viven los monstruos' de Maurice Sendak, en el que uno de sus personajes, la perrita Jennie, miraba diariamente a través de la ventana la vida que discurría en el mundo exterior. “Un día decidió armarse de valor, hacer la maleta y viajar a un rumbo desconocido, entrando a formar parte de un circo”, nos cuenta. “y un poco así fue mi decisión, como la de Jennie, cuando decidí salir de mi zona de confort”, nos cuenta.

“Cuando emprendes te encuentras con muchas más trabas, si además eres mujer”

Su aventura también tuvo mucho de artes circenses, ya que tuvo que hacer malabarismos, y equilibrismos para poder poner en pie su negocio.

“Cuando emprendes te encuentras con muchísimas trabas, que se hacen más profundas si además eres mujer”. Según nos cuenta, a lo largo de este camino, se ha encontrado con muchas personas que no le tomaban en serio: “Hay clientes que vienen al bar y al verme me preguntan ‘¿dónde está tu jefe?’. Creo que los clientes se fían menos si el local lo regenta una mujer, sé que si fuera un hombre con traje, todo habría sido mucho más fácil”, afirma resignada.

Ser autónomo en este país, es según nos comenta un camino complicado, pero todavía más si además eres mujer: “Te sientes muy desasistido. Para nosotras, la baja por el embarazo no existe, tenemos que costeárnosla de nuestro propio bolsillo”, nos cuenta. “Tuve un problema en el embarazo y me cogí la baja común, pagaba mis 300 euros como autónoma, cobraba solo 600 de baja y con esos trescientos restantes que me quedaban de la ayuda, tenía que pagar a un trabajador. Cuadrar las cuentas era un desastre. Al final haciendo cuentas, el embarazo me acabó costando 10.000 euros de mi propio bolsillo. Y no te digo ya si hablamos de la lactancia”.

“El principal problema es que tienen que invertir para poder trabajar”

Marta Bona, es presidenta de la Asociación Anmeya. Desde su nacimiento en 2012, esta asociación ha ayudado a emprender a más de 500 mujeres. “Les damos información y asesoramiento, y les ayudamos a financiar su idea de emprendimiento”. Ayudas, que según nos cuenta, necesitan.

“El principal problema es que tienen que invertir para poder trabajar, y hay personas que no pueden. Además no hay casi ayudas, y si las hay son muy pocas. Existe la tarifa plana de los autónomos, pero es insuficiente”. afirma. “Tienen que pagar a una empresa que les lleve la gestoría, la publicidad digital, crear una web. Si eres de la Comunidad de Madrid, puedes recibir alguna ayuda, pero la inversión es lo primero. En otras comunidades autónomas ni siquiera tienen ayudas”, cuenta.

“Estas mujeres necesitan contar con unos recursos mínimos y reales que deben ser controlados y revisados por el gobierno. Los presupuestos deberían contemplar que el autónomo puro y duro disponga de esos recursos básicos para invertir. Si no se fomentan este tipo de ayudas, el fracaso de sus negocios es inminente”, sentencia Marta Bona.

Las startups lideradas por mujeres tienen menor índice de fracasos

Según datos del Mapa de emprendimiento 2018, en nuestro país hay un 22% de mujeres emprendedoras de startups, un porcentaje que ha aumentado cuatro puntos respecto al año anterior. Además según este informe, las startups lideradas por las mujeres cuentan con menor índice de fracasos, respecto a las creadas por los hombres (51% de los proyectos están liderados por ellos).

Cristina Pemán continúa charlando con nosotros mientras cierra su negocio, y marcha corriendo a buscar a su hijo al colegio. “Ojala hubiera emprendido con 22 años, porque emprender sin cargas ni deudas, ni alimentar tres hijos, debe ser maravilloso. La gente debería emprender joven”, nos cuenta. A la pregunta de si volvería a la empresa privada, lo tiene claro.  “No”, comenta rotunda. “Gracias a haber abierto mi negocio, dispongo de más tiempo para estar con mis hijos que cuando estaba asalariada”, nos cuenta. “cuando emprendes tienes la necesidad de crear algo, de ser tu propio jefe, y yo tengo la suerte de poder tener a mi hija en brazos y a la vez poder contestar correos”, añade.