Caos aéreo

Atrapados en un mostrador de Ryanair

La huelga de los trabajadores de Ryanair en cinco países de europa ha dejado a miles de personas sin poder volar, resignadas a dirigirse a un mostrador donde exigir ser reubicadas en otro vuelo o el desembolso que ya han perdido

El Prat de Llobregat (Baix Llobregat) 25/07/2018 Primer dia de la huelga de los trabajadores de cabina de la compañía Ryanair

El Prat de Llobregat (Baix Llobregat) 25/07/2018 Primer dia de la huelga de los trabajadores de cabina de la compañía Ryanair / periodico

Sara Ledo / Gabriel Ubieto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Entre las voces de megafonía, las consignas de protesta y el traqueteo de maletas por las terminales de los aeropuertos, un degoteo constante de personas se han asomado durante todo el día a los mostradores de Ryanair. El cansancio, la rabia y la resignación se entremezclan en los rostros de unas 4.000 personas, según cálculos de los sindicatos, mientras exigen explicaciones, reubicación o el reembolso de sus billetes al quedarse sus aviones en tierra: son los afectados por la huelga del personal de tierra de Ryanair.

Nakeiyla, de 28 años, acabó la semana pasada un curso de un año de biología en la universidad de Glasgow. Compró a través de una web de ofertas un vuelo de regreso a su ciudad, Illinois (EEUU), con escalas en Barcelona, París y Reykavik. Un rompecabezas aéreo que justifica los 435 euros que le ha costado todo el pasaje y que combina vuelos de Ryanair y Swiss Airlines. El trayecto hasta París lo opera el primero, por lo que sólo le van a reembolsar 17 euros, al desentenderse la compañía del resto de viajes. "Me quedan 50 euros en el bolsillo, no sé qué voy a hacer", cuenta Nakeiyla. "Es la primera vez que viajo sola", añade con una media sonrisa irónica.

Yasmina, de 35 años, y Álvaro, de 33, encendieron antes de ayer su móvil después de estar ocho días de vacaciones en un crucero por el Mediterráneo. Fue entonces cuando vieron los correos electrónicos que les notificaban que el vuelo con el que ellos y sus dos hijos, de seis y un años, tenían que volver a Jerez no despegaría. "Entendemos y respetamos las reivindicaciones de los trabajadores, pero la compañía tiene la obligación de responder por ello", se queja Yasmina, con su pequeño dormido en brazos.

Si a Yasmina y a Álvaro el correo les llegó, pero no lo vieron, a otra pareja, que prefieren no dar sus nombres, no lo vieron porque no les llegó. "Nos dimos cuenta cuando íbamos a hacer el 'check in'", explica ella. Acaban de aterrizar en Madrid de vuelta de sus vacaciones en Tenerife en un vuelo de Norwegian que les ha costado 370 euros. "Esperemos que al menos nos devuelvan el billete de vuelta", explica él, enfadado por los más de 200 euros adicionales que les ha costado.

La huelga italiana ha pillado por sorpresa a muchos, entre ellos a Celeste, que viajaba ayer a Roma y su vuelo ha sido cancelado. La compañía le ha ofrecido pasaje tres días más tarde, con alojamiento pagado solo un día. De su bolsillo tendrá que salir la pernocta de los dos días 'extras' en Madrid y el que tenía previamente reservado en Roma donde preveía pasar cuatro días antes de ir a Nápoles y Pompeya. "Iba a conocer Italia y sólo podré ver Nápoles", cuenta.