Bruselas propone derechos laborales mínimos para el empleo precario

El mundo laboral ha dado un giro radical en los últimos años. El empleo se ha precarizado y cada vez son más el número de puestos de trabajo y los contratos no convencionales. Empleos temporales y ocasionales, puestos interinos a través de agencias de trabajo temporal o empleos en plataformas digitales que no ofrecen una ubicación fija. Para mejorar la protección, las garantías y dar más previsibilidad, Bruselas ha propuesto normas mínimas que obligarán a las empresas a dar información desde el primer día, que prohíben las cláusulas de exclusividad, limitan a seis meses los períodos de prueba y garantizan formación gratuita también a los trabajadores más precarios.

"Cada vez son más las personas que se encuentran en riesgo de dejar de estar cubiertas por derechos fundamentales, empezando por el derecho a conocer las condiciones en las que trabajan", ha justificado la comisaria de empleo, Marianne Thyssen, durante la presentación de esta nueva iniciativa, que se enmarca en el pilar europeo de derechos sociales.

Con las nuevas reglas, según las estimaciones de la Comisión Europea, habrá entre dos y tres millones de trabajadores con contratos precarios que pasarán a estar mejor protegidos al alinear el concepto de trabajador con lo que dice la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE. Es decir, al tener en cuenta que "un trabajador es una persona que realiza servicios durante un período de tiempo determinado por y bajo la dirección de otra persona a cambio de una remuneración".

Una definición que incluye por ejemplo a trabajadores domésticos, aquellos con empleos marginales a tiempo parcial, trabajadores con contratos de muy corta duración y también a trabajadores que realizan trabajos por vales o a los empleados de plataformas digitales. Quedarán excluidas, no obstante, aquellas personas que trabajan menos de ocho horas al mes y los trabajadores autónomos.

Respuesta a la precarización laboral

Bruselas justifica la necesidad de actuar por las precarización del empleo en la UE. Los números hablan por sí mismos. En total, calcula la Comisión, en la UE hay entre 4 y 6 millones de trabajadores temporales con una escasa protección social, salarios bajos y nulo acceso a formación. Entre ellos, por ejemplo, destacan los empleados domésticos, que suman casi 3 millones y en ocasiones no disponen ni de contrato de trabajo. Además, a unos 7 millones de trabajadores, casi el 28% de todos los trabajadores a tiempo parcial, les gustaría trabajar más horas, casi 4 millones trabajan como máximo 8 horas a la semana y 1,6 millones tienen contratos eventuales que duran menos de un mes.

La batería de medidas anunciada este jueves, que deberá ser ahora negociada y aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo, pretende hacer frente a la protección insuficiente que tienen muchos de estos colectivos. Hasta ahora, los empleados tenían derecho a recibir información de su empleador en los dos meses al inicio del contrato, ahora será el primer día de trabajo y por escrito. “Puede parecer obvio pero muchos no reciben información básica”, ha explicado Thyssen. Las empresas tendrán que informar no solo de la duración temporal del contrato, de la jornada laboral, la remuneración durante las vacaciones o los acuerdos colectivos existentes, también sobre si existe formación en la empresa, si hay período de prueba y la remuneración por las horas extras.

Además, Bruselas propone limitar los períodos de prueba a máximo seis meses, aunque haya causa justificada objetivamente, y prohibir las cláusulas de exclusividad y competencia. “Los empresarios no pueden pretender exclusividad por 800 euros al mes”, ha asegurado Thyssen sobre los empleados que necesitan más de un empleo para vivir. La comisaria también recuerda que los trabajadores con horarios flexibles determinados por el empresario no podrán ser despedidos si rechazan ir a trabajar tras haber sido avisados con unas horas de antelación.