142 millones perdidos entre enero del 2015 y septiembre del 2016

La CNMV alerta contra la venta creciente de productos sofisticados a particulares

El regulador advierte de que el 82% de los inversores en CFD sufrieron pérdidas el año pasado

Billetes de euro

Billetes de euro / periodico

EDUARDO LÓPEZ ALONSO / BARCELONA

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La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) considera que la compra de productos de inversión complejos CFD "acarrea pérdidas a los inversores en la mayoría de los casos" por lo que es "objeto de atención preferente" para evitar que se extienda la venta a los inversores particulares. En el informe anual del organismo, la CNMV alerta de que la venta de los productos denominados de contratos por diferencias (CFD) ha obligado al organismo a "exigir" al sector bancario y financiero a  "adoptar determinadas medidas para reforzar la protección del inversor". Esa exigencia de información especial para los clientes son también de "obligado cumplimiento" para entidades extranjeras (la mayoría chipriotas) que ofrecen estos contratos en España.

EL 82%, PIERDE

Según la CNMV, entre enero del 2015 y el 30 de septiembre del 2016, "el 82% de los clientes que realizaron operaciones con CFD sufrieron pérdidas que ascendieron en total a 142 millones de euros (52 millones por materialización del riesgo de mercado, más 90 millones por comisiones y otros costes)". El estudio se basó en las operaciones de 30.656 clientes. Los grandes beneficiados son los intermediarios que cobran comisiones por cada operación. 

INVESTIGACIÓN

La CNMV incrementó las acciones de supervisión sobre este tipo de productos financieros en los últimos meses, llevando a cabo incluso la utilización, por primera vez, de clientes simulados para comprobar in situ las prácticas de comercialización de productos de inversión en las oficinas bancarias, práctica conocida como 'mystery shopping'. Esta primera prueba se centró sobre la información que el personal de las redes bancarias transmite verbalmente a los clientes. Como resultado, la CNMV constató que en muchas ocasiones no se alerta a los inversores del riesgo extremo de operar con este tipo de productos, interesante como cobertura de riesgos en manos de expertos y empresas, pero poco adecuado para la inversión especulativa de particulares. 

DINERO AJENO, MÁXIMO RIESGO

Formalmente, la inversión en productos CFD permite invertir en mercados como acciones, forex-divisas, índices o materias primas sin tener que adquirir en realidad los valores, divisas o contratos de futuros (el conocido como valor subyacente). La compra del derivado CFD es una apuesta a una evolución futura de ese activo, sea a la baja o al alza. El máximo riesgo deriva de la utilización de un préstamo para la compra de la apuesta CFD, la diferencia entre el valor y su oscilación, y no el precio del activo en si mismo. Por ejemplo, en el caso de comprar una posición equivalente a 500 acciones de cualquier empresa, en una operación estándar se tendría que pagar el coste total de esas acciones. Sin embargo, con un CFD se puede operar depositando un 5% del coste total. Se opera sobre la diferencia de precio entre el nivel de apertura y el de cierre previsto de esas 500 acciones. Si se apuesta por una subida y el valor sube, se obtendrán ganancias, si ocurre lo contrario se perderá, pero esas pérdidas podrían llegar a superar el depósito inicial. El sistema funciona porque mientras alguien apuesta a una subida otro inversor lo hace a una bajada, alguien gana y alquien pierde. 

RESPALDO FINANCIERO

Una de las razones clave por la que los inversores utilizan los CFD es porque sirven como método de cobertura frente a inversiones reales. Si se tiene un activo cuyo valor se cree que va a devaluarse, los CFD pueden compensar una parte de la pérdida a través de las denominadas posiciones cortas. Con una inversión modesta puede compensarse esa bajada de precio en el caso de producirse.