Ayudar comprando

Miquel Mascort Wongowin

Miquel Mascort Wongowin / periodico

CRISTINA MARTÍN VALBUENA / BARCELONA

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Dar dinero a causas sociales y vender aquellas cosas que ya no se utilizan y que ocupan espacio en casa. Esa es la premisa que ofrece la plataforma digital Wongowin, en la que vendedores y compradores de segunda mano pueden hallar un espacio de encuentro para realizar sus transacciones.

“Los usuarios pueden ofrecer cualquier producto que aún tenga valor y que se pueda intercambiar con otras personas a cambio de dinero. Todas aquellas cosas a las que ya no les damos un uso y que alguien puede estar interesado en comprar”, explica Miquel Mascort, director general de la plataforma y cofundador.

Wongowin es una plataforma digital que pone a la disposición de cualquier persona un mecanismo con el que promover causas sociales y ganar dinero. Así lo explica Mascort, uno de los promotores de esta iniciativa y que se puso en funcionamiento el septiembre del año pasado. 

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Mascort destaca que son “los productos de electrónica y los instrumentos de música” los que más se venden en la plataforma. Hasta el momento, Wongowin cuenta con un catálogo de 70.000 objetos y tiene un total de 20.000 usuarios registrados.

Para todo ello, Wongowin ha contado con 170.000 euros y está cerrando su primera ronda de financiación, que terminará en las próximas semanas.

COMPRAR Y VENDER POR UN FIN SOCIAL

La razón que desencadenó esta iniciativa fue la buscar una solución a la situación cotidiana en la que “las personas quieren apoyar causas sociales, pero no tienen dinero para ello”, razona el cofundador. “¿Cuántas veces nos ha parado por la calle alguna oenegé y no hemos dado nada?”, rememora Mascort. “Hay un problema: los proyectos humanitarios no reciben fondos para financiarlos. Nosotros, con Wongowin, quisimos solucionarlo”.  

“A la mayoría de la gente le gustaría colaborar en muchas acciones, pero no puede”, insiste Mascort. Es por eso que, según él, la plataforma permite hacerlo sin un coste extra para cada persona.

En concreto, es la persona que vende el producto de segunda mano la que decide qué quiere hacer con el dinero que obtiene por la transacción, tanto determinando a quién se lo da como la cantidad. “Pueden donar parte o la totalidad del precio que reciben por el producto y también deciden a qué causa social destinarlo. Una de las más populares es Proactiva Open Arms”, explica Mascort.

Además, Mascort destaca que, con la transacción, los usuarios pueden recuperar parte de la donación que hacen. “Por ejemplo, puedes vender tu ordenador antiguo por 600 euros, pero 10 de esos euros decides donarlo. De esta cantidad, Hacienda te devolverá 7,5 euros. Es decir, que con las donaciones se te devuelve el 75%, hasta un límite de 150 euros, y luego el 35%”, ilustra Mascort.

Este carácter social ha ayudado a “viralizar el proyecto” según Mascort, lo que ha permitido realizar hasta 2.000 transacciones y poder destinar 6.000 euros a causas sociales.

LLEGAR A MÁS PAÍSES

Los objetivos a corto plazo de la plataforma son consolidar el número de usuarios que la utilizan como también ir perfeccionando el servicio. Para más adelante, Wongowin espera poder trasladar su modelo de negocio a otros países, en los que considera que existe el mismo problema que hay en España con la obtención de fondos para causas sociales.