Cabiedes: mejor clientes que inversores

Ameno y provocador, Luis Martín Cabiedes, uno de los principales inversores privados de España, asegura que es mucho mejor obtener clientes que recurrir a los inversores. "El cliente te da dinero que también es de curso legal y no se queda la empresa a cachos", sentencia.

Durante una conferencia en el marco de 'Els Esmorzars de Finançament d'Acció, Cabiedes se ha mostrado sorprendido de que se anuncien las rondas de inversión como un éxito, cuando revelan un fracaso. "Cuando entran inversores en tu empresa, la estás vendiendo", recuerda.

Ante numerosos emprendedores e inversores, el fundador de Cabiedes and Partners, que ha participado en proyectos de éxito como BlaBlaCar, Privalia o Trovit, afirma que no hay "nada" que caracterice a los emprendedores. "Hay de muchos tipos:gordos, delgados, altos, bajos, rubios, morenos, hombres,mujeres, carismáticos o insoportables... como los tenistas. No todos son como Rafa Nadal", ha bromeado.

Y es que la selección de los mejores proyectos tiene mucho de aleatorio, asegura. Por eso ha invertido en 80 compañías y las coloca en fondos en paquetes de 40. "Sería raro que con tanto disparo no se acierte alguno", explica. Afirma que de cada 10 proyectos 8 fallan y dos funcionan como inversión. En todo caso, aplica el principio de Groucho Marx: "Nunca formaría parte de un club que me aceptara como socio", que aplicado al mundo de las 'startups' sería "no invertiría en una compañía que necesite inversores" o, en todo caso, tendría que ser que los requiere para crecer más, no para subsistir.

PACTO DE SOCIOS

Por su experiencia y por operar con al menos el 50% con dinero propio, con unos 80 millones en gestión en compañías tecnológicas y de internet, critica mucho a las firmas puras de capital riesgo porque acaban tomando el control y restrigiendo el margen de maniobra del fundador y sus socios. "Da igual que tengas el 50% o más, lo que importa es lo que dice el pacto de socios".

Y es ahí donde estos inversores profesionales se aseguran a través de cláusulas como la 'liquidity preference'. Un ejemplo vivido lo describe muy bien: "Entra el emprendedor en el notario a vender la empresa de la que tiene el 16% por 70 millones y sale con 600.000 euros. Así entiende claramente lo que es el 'liquidity preference'. Eso lo he visto".

También denomina "el truco de Alemania" cuando la firma de capital riesgo empuja al emprendedor a vender en ese país, "le inyecta recursos y, al cabo de los meses, no ha prosperado, pero el inversor se ha quedado con el 20% del capital". A su entender el secreto radica en vender a los clientes y no gastar más de lo que se tiene. 

Recomienda recurrir a los inversores en última instancia. "Lo que hay que hacer es vender a los clientes", reitera. Pero si hay que pedir recuros a terceros, mejor solicitar el mínimo posible y con las mínimas restricciones. Recuerda el pacto de socios al estilo Cabiedes. En este se recoge que el emprendedor es el que gobierna la empresa, con solo algunas restricciones en el apartado de capital y alguna claúsula para defenderse del capital riesgo. Es por esta razón que no se ve a sí mismo como capital riesgo si no como inversor privado o 'business angel'.