FOMENTO DE LOS PRODUCTOS LOCALES

Una propina reivindicativa reclama vinos de Catalunya en los restaurantes

Un estudio de diseño reparte 4.000 monedas de cartulina para dejar en los restaurantes sin vino catalán

Oriol Armengou, del estudio Toormix y promotor de la camapaña Demanem vins catalans.

Oriol Armengou, del estudio Toormix y promotor de la camapaña Demanem vins catalans. / periodico

JOSEP M. BERENGUERAS / Barcelona

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Visitar unrestaurantede Barcelona, pedir la carta de vinos y encontrarse con que las referencias de caldos catalanes son mínimas o nulas. Esta es una de las paradojas que se da en elmercado catalán, y uno de los motivos por los que los vinos catalanes no tienen más cuota, pues el consumo fuera del hogar es una parte muy importante de lasventas. Para combatirlo, surgió la idea de unacampaña,Demanem vins catalans, que precisamente no nace ni del sector ni de los organismos oficiales.

"Empezó como un proyecto personal: experimentar con una idea que pudiese aplicarse de verdad. En nuestro estudio gráfico decidimos dar una marca gráfica a los vinos catalanes, que son muchas DO pero que, a la vez, tienen un denominador común", afirmaOriol Armengou,creativo del estudio de diseñoToormix.Idearon la marca Vins Catalans, con un completo diseño gráfico, y tuvieron mucho éxito. Por ello decidieron contactar con el equipo de laGuia de vins de Catalunyay desarrollar otros proyectos.

Uno de ellos ha sido elManifiesto en favor de los vinos catalanes,10 argumentos por los que la gente debe consumir vinos locales (con página web y presencia en redes sociales incluidas). El otro, la campaña Demanem vins catalans. "Pensamos qué podíamos hacer para que los restaurantes los incluyesen en la carta, y se nos ocurrió que la gente pudiese dejar una propina pidiéndolo", señala. A partir de esta idea, crearon unas pequeñas monedas de cartulina con el texto "Hem trobat a faltar més vins catalans" para que los consumidores las dejasen junto a la propina en los restaurantes. "Mucha gente no se atreve a pedirlos al camarero, simplemente lo ignoran o no le dan importancia", añade Armengou, quien destaca que es una cuestión de "normalidad, sin ideas políticas", y que no tienen nada que ver con las instituciones.

Han repartido ya más de 4.000 postales con laspropinas, además del manifiesto, entre "decenas de bodegas", que muchas veces las reparten, a su vez, en otras tiendas y restaurantes. También las llevan a ferias del sector, en busca de llegar al máximo de consumidores posible. "Es una manera informal pero creativa, que no va contra nadie. Estamos preparando nuevas acciones", concluye Armengou. H