sigue la inestabilidad en los mercados

La crisis griega arrastra al Ibex, que cae el 3,41% y marca un nuevo mínimo anual

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El desplome de la bolsa podía haber sido peor. El Ibex 35 ha terminado la sesión de este lunes con un recorte del 3,41% y marcando un nuevo mínimo anual después de haber llegado a desplomarse cerca de un 5% durante la sesión. Desde marzo del 2009 no estaba tan baja. La barrera psicológica de los 8.000 puntos está lejos y muchos miran ya a los 7.500 con la esperanza que la resistencia sea suficientemente sólida para aguantar el vendaval. La razón ha sido nuevamente la incertidumbre que rodea la crisis financiera griega y las dificultades del país para evitar la bancarrota. Todos los valores del Ibex terminaron la jornada con pérdidas, dando la razón a aquellos analistas que advierten a los inversores desde hace una semana de que la situación actual invita a escapar de la renta variable si lo que quieren hacer son operaciones a corto plazo.

En esta línea, todos los grandes valores del Ibex han caído. Son precios de derribo pero la situación está lejos de ofrecer garantías para que se imponga la lógica de los fundamentales. BBVA y Santander han arrastrado al índice, al caer un 5,34% y un 4,69%, respectivamente. Milán ha bajado el 3,89%, París el 4,03%, Fráncfort el 2,27% y Londres un 1,63%.

Paños calientes en la bolsa. Alivian pero no curan. Es lo que han puesto en práctica hoy tanto el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, la cancillera alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso. Ante una bolsa en caída libre, un desplome en toda regla, Merkel y Barroso han instado a todos los países de la eurozona a que ratifiquen antes de que concluya el mes de septiembre la reforma que flexibiliza el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF por sus siglas en inglés). Ambos líderes europeos, que se han reunido este lunes a puerta cerrada en Berlín,  han coincidido en destacar la "suma importancia" que tiene el euro tanto para Europa como para Alemania. Y que la estabilidad y el crecimiento en los países de la unión monetaria es un requisito previo "fundamental" para un euro estable. Mensaje de tranquilidad en el marco de una caída bursátil que ha llegado en el caso de España casi al 5% y que tras la intervención de Merkel, Barroso y Trichet se ha recuperado algo hasta un recorte del 3,2% media hora antes del cierre, al final ajustado a una caída del 3,41% tras fijarse en los 7.640,70 puntos.

Apoyo de Trichet a Grecia

Trichet ha expresado su convencimiento de que Grecia cumplirá los compromisos adquiridos de ajuste fiscal y reformas estructurales. En una conferencia de prensa tras la reunión de los bancos centrales de los países del G-20 en la ciudad suiza de Basilea, Trichet ha afirmado que trabaja asumiendo que "vamos a poder observar algo satisfactorio en respuesta a los fuertes mensajes que han sido enviados al Gobierno griego y también porque es en interés de Grecia y de los griegos" que el país cumpla sus compromisos. Es poco pero es algo, al menos así parecen haberlo interpretado los mercados de renta variable, que al conocer sus palabras han frenado la caída libre.

Trichet apoya sus palabras con una decidida apuesta financiera. El BCE compró la semana pasada deuda por valor de 13.960 millones de euros y ha anunciado que retirará mañana martes liquidez para evitar que suba la inflación. Algunos operadores han dicho que la mayor parte de esta deuda comprada por el BCE es de España y de Italia. El BCE llevará a cabo mañana una subasta para retirar 143.000 millones de euros, cantidad redondeada que corresponde a la deuda adquirida hasta ahora. La entidad monetaria ofrecerá a los bancos un interés máximo del 1,5%.

La prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles a 10 años respecto de los alemanes alcanzaba los 361 puntos básicos tras el cierre de las bolsas europeas ante la incertidumbre por la situación de Grecia y el futuro de la propia eurozona. Así, el rendimiento de la deuda española llega ael 5,355%. En el caso de los bonos italianos a 10 años, la prima de riesgo se ha disparado a los 384 puntos básicos, con una rentabilidad del 5,586%.