CCOO, UGT Y USOC

Los sindicatos reúnen 1.500 delegados en Barcelona contra la política económica europea

La marcha ha partido de Via Laietana, ante Foment del Treball, y ha llegado hasta el parque de la Ciutadella, a las puertas del Parlament

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Unos 1.500 delegados sindicales, según la Guardia Urbana, han participado este martes enBarcelona en una protesta contra lapolítica económicay los recortes sociales por parte de las instituciones europeas, con motivo de una jornada de acciones sindicales coordinadas en toda Europa.

Los sindicatos elevan a 5.000 el número de delegados deCCOO, UGT y USOC participantes en la protesta, según un comunicado de CCOO. La marcha sindical ha iniciado su recorrido enVia Laietana, frente a la sede de la patronal catalanaFoment del Treball, y ha llegado hasta el parque de laCiutadella, a las puertas delParlament.

"Las facturas de la crisis"

El manifiesto leído por los secretarios generales de CCOO y UGT, Joan Carles Gallego yJosep Maria Álvarez,acusa a las instituciones europeas de pasar "las facturas de la crisis a los trabajadores al dictado de los mercados y los grandes capitales", además de remarcar que "si hace un año se hablaba de resignación, ahora ya se habla de indignación".

Así, los sindicatos catalanes, en coordinación con las organizaciones europeas de trabajadores, han reclamado que elConsejo Europeo apruebe la implantación de un impuesto que grave las transacciones financieras, según ha informado UGT de Catalunya.

Cooperación, desarrollo y cambio climático

El sindicato ha subrayado en un manifiesto que el impuesto limitaría la especulación, recaudaría unas cantidades "muy importantes" para garantizar la financiación de prestaciones sociales, incluidos los instrumentos para la cooperación, el desarrollo y medidas contra el cambio climático.

La Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha celebrado una jornada de movilización para expresar "el rechazo a las políticas económicas y sociales" impulsadas por las instituciones de la Unión Europea.

Los sindicatos europeos pretenden que sea una medida de presión ante el debate el próximo viernes en el Parlamento Europeo sobre el plan de gobierno económico y el pacto por el euro, además de la cumbre del Consejo Europeo, que tendrá lugar entre este miércoles y el viernes.