EL REDISEÑO DE UN IMPORTANTE ENCLAVE PEATONAL

La plaza se acicala

La plaza de la Vila de Madrid, durante estas pasadas fiestas.

La plaza de la Vila de Madrid, durante estas pasadas fiestas.

ANA GÓMEZ
BARCELONA

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Desde hace unas semanas vecinos y comerciantes de la plaza de la Vila de Madrid, en Ciutat Vella, respiran más tranquilos. Una valla perimetral en el centro de este espacio público, que alberga el Museu de la Via Sepulcral Romana, reducirá el incivismo y evitará que allí se congreguen indigentes o drogadictos.

«El ayuntamiento ha cumplido punto por punto lo que pedimos», explica Montse Gisbert, residente de la zona e impulsora del movimiento vecinal. Gisbert asegura: «A finales de enero habrá un vigilante jurado y en febrero se terminará una pequeña zona de juegos infantiles. Sin embargo, no bajamos la guardia». La zona infantil, destinada a niños de hasta cinco años, ocupará unos 77 metros cuadrados. Su presencia provocará el flujo de un público más familiar.

De momento, los cambios ya se notan. Antoni Alcalà y Josep Padollès, encargado y propietario, respectivamente, de la mercería Casa Fèlix explican que «ha habido un cambio sustancial. Hasta ahora había muchos indigentes. Además, la gente sacaba a pasear a sus perros que dejaban los correspondientes regalitos. La situación no afectaba a las ventas, pero sí algunos clientes, sobre todo las personas mayores, nos decían que les daba miedo pasar por la plaza y más en invierno, que anochece antes».

Espacio para disfrutar

Silvia Ruiz, dependienta de una tienda de lencería erótica, es menos optimista. «Se verán los resultados con el buen tiempo, quizás en primavera o verano. Ahora los indigentes no se acercan», asegura. La vendedora indica que «la idea de la valla me parece bien porque la plaza es para uso y disfrute de la gente, y si otros se encargan de estropearla creo que es acertado cerrarla».

Aún así, hay quien discrepa de la valla. «Personalmente creo que la plaza parece una prisión», dice Isidre Torner, presidente de la Associació Comercial Carrer Canuda. Marta, dependienta de una tienda de ropa, ve «ilógico cerrar una zona verde».

La clausura del centro de la plaza de la Vila de Madrid es una de las 14 actuaciones iniciadas por el ayuntamiento desde agosto del 2009. Fuentes del consistorio aseguran que los trabajos de limpieza, iluminación y vigilancia han comenzado a dar frutos, y el uso de la plaza de la Vila de Madrid está cambiando. También recuerdan que el proceso de diálogo con los vecinos sigue abierto y que los técnicos continúan trabajando en este espacio.

Entre las mejoras adoptadas figura el aumento de presencia policial y la restricción del aparcamiento de motos en toda la plaza. En este espacio se han colocado ahora asientos y sillas. Además, se han urbanizado, entre otras, las calles de Canuda y Bertrellans.

La plaza de la Vila de Madrid es un enclave muy transitado, tanto por su variedad de comercios como por ser una de las vías para acceder al Portal de l'Àngel desde la zona media de la Rambla. La existencia de un gran establecimiento de Decathlon también provoca una gran afluencia de público en horario comercial.