EL FUTURO DEL TÉCNICO

Día 1 del ‘posxavismo’: el Barça busca entrenador (Márquez, Flick...)

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El Barça busca entrenador

EL PERIÓDICO

Marcos López
Joan Domènech
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"No cambia nada". Hasta tres veces, y en medio de un infinito y desgarrador grito contra el arbitraje del rumano Kovacks que “reventó” la eliminatoria con el Paris SG, se escuchó esa voz de Xavi, tras despedirse de Europa con "dignidad", pero lleno de furia. Nada cambia para él porque dejó dicho en enero que se iría en junio. Y así lo hará. Todo, sin embargo, cambia para el Barcelona, obligado a activar el plan de sucesión, larvado en silencio desde hace tres meses.

Oculto estaba ese plan porque la reacción del equipo lo tapaba todo. Pero ahora, a mediados de abril, caído en Europa, a ocho puntos del Madrid, a quien visita el domingo en el Bernabéu, perdida Copa del Rey, Supercopa y con un entrenador que se puso a sí mismo "fecha de caducidad" toca mover ficha a Joan Laporta. Es el turno del presidente por mucho que dijera horas antes de caer ante el PSG que la decisión de Xavi era "revisable".

Xavi se marcha furioso tras ser expulsado en la segunda parte del Barça-PSG en Montjuïc.

Xavi se marcha furioso tras ser expulsado en la segunda parte del Barça-PSG en Montjuïc. / Jordi Cotrina

El primer problema es que el propio Xavi no la quiere revisar, lo que pone ahora mismo al Barça en el día 1 del ‘posxavismo’. Cuando le recordaron que Luis Enrique había dicho que era "el técnico ideal" para seguir dirigiendo a los azulgranas, la respuesta de Xavi no dejó duda alguna. "Pues, no. ¡Nada!", sostuvo el egarense.

Poco margen de maniobra

Tiene el club poco margen de maniobra en el plano económico para acudir al mercado de los entrenadores-estrella. Tipos que por sí solos son un proyecto en sí mismos. No hay opción alguna de reclutar a Pep Guardiola, "el sueño húmedo" del presidente, como ha confesado en privado. Y hasta en público.

Ni tampoco es factible recuperar para la causa culé a Luis Enrique, que tiene cerca de una final de Champions al PSG. Ni siquiera Mikel Arteta, arraigado y cómodo como está en el Arsenal. Xabi Alonso, la sensación de los banquillos en Europa con su monumental obra construida en Leverkusen, donde ha logrado la Bundesliga, ya ha dejado claro que no se mueve de Alemania. Jürgen Klopp, cansado de sus años en Anfield, quiere un año sabático.

Laporta y Pere Aragonés, el president de la Generalitat de Catalunya, en el palco de Montjuïc.

Laporta y Pere Aragonés, el president de la Generalitat de Catalunya, en el palco de Montjuïc. / Jordi Cotrina

El mercado se reduce, por lo tanto, de forma notable. Condicionado, además, el club por el exigente fair play de la Liga que todavía no puede cumplir, lo que limita, al mismo tiempo, la política de refuerzos del próximo verano, con lo que se podría ver obligado a efectuar una venta dolorosa, algo que se insinúa desde hace meses. Pero no se concreta. Araujo y el interés del Bayern Múnich es ya un caso recurrente. Lo mismo sirve para Frenkie de Jong, quien se negó a irse en su día al Manchester United.

No solo perdió el pase a las semifinales sino que el Barça se quedó fuera del próximo Mundial de Clubs, con el consiguiente daño reputacional y, sobre todo, económico: dejará de ingresar 50 millones de euros como mínimo.

Caído en la Champions, el Barça sigue desaparecido de la elite europea, incapaz de pisar una semifinal desde 2019, con un peaje carísimo porque no podrá participar en el Mundial de Clubs que se disputará en Estados Unidos en verano del 2025. Hay un innegable daño reputacional y un serio problema económico porque dejará de ingresar, como mínimo, 50 millones de euros.

De Márquez a Flick

Con ese delicado escenario económico, Deco, el director deportivo azulgrana, la persona que debería designar al nuevo entrenador, ha tenido tiempo para ir pulsando candidatos. Casi tres meses desde aquel 27 de enero cuando Xavi anunció y aireó que se iba, claudicando ante la presión externa e incómodo como se le veía por la interna del propio club. El ejecutivo no ha querido dar pistas sobre el elegido.

Rafa Márquez da instrucciones a los jugadores del Barça Atlètic en un entrenamiento.

Rafa Márquez da instrucciones a los jugadores del Barça Atlètic en un entrenamiento. / @FCBARCELONA

Hay una solución cercana y barata. Está en el banquillo del Estadio Johan Cruyff. Es el mexicano Rafa Márquez, que está completando una excelente temporada con el filial azulgrana, a quien tiene en puestos de play-off. En su primera experiencia en el fútbol profesional ha sido también capaz de amoldarse a un curso complejo al no disponer de talentos como Lamine Yamal, Pau Cubarsí, Héctor Fort o Marc Guiu, que han estado más tiempo con Xavi que con Márquez.

Sería una apuesta atrevida, emparentada con las decisiones del primer mandato laportiano cuando escogió, por ejemplo, a Guardiola antes que a Mourinho. Otra salida sería radicalmente distinta porque significaría para el Barça refugiarse en la vía alemana. Una vía que el presidente quiso explorar, pero sin éxito alguno, nada más iniciar su segundo mandato.

Hansi Flick, en un partido con la selección alemana.

Hansi Flick, en un partido con la selección alemana. / Afp

Se quedó con Koeman porque no pudo competir con el Bayern Múnich, que pagó 25 millones de euros por llevarse a Julian Nagelsmann, uno de sus preferidos. Hansi Flick, el exseleccionador alemán y técnico que dio al Bayern el sextete, reúne, a sus 59 años, ese perfil y, además, está en el paro. No hay que pagar cláusula ni tampoco un solo euro por él, por mucho que juegue en su contra el desconocimiento más absoluto del Barça. Y de su entorno. Algo que sí conoce, aunque en un plano inferior, Márquez.

El Barça de Xavi
  • En Liga, segundo, a ocho puntos del Madrid
  • Eliminado en cuartos de final de Champions por el PSG
  • Eliminado en cuartos de final de la Copa del Rey por el Athletic
  • Perdió la final de la Supercopa con el Madrid

Pero ni Laporta, que guardó silencio tras el adiós europeo, ni Deco, que habló antes pero no después, han emitido señales sobre el sucesor de Xavi. Y el que venga tendrá las cartas marcadas para reconstruir la plantilla. No hay recursos para grandes estrellas, por lo que toca seguir consolidando el modelo de los niños que derriban barreras procedentes desde La Masia.

Es momento, ahora sí, de decisiones estructurales para dibujar el nuevo proyecto deportivo del Barça, una vez constatada la inestabilidad en el banquillo que se vive. Son los tres primeros años del segundo mandato de Laporta y serán ya también tres entrenadores: Koeman, heredado de Bartomeu (marzo 2021-noviembre 2021), Xavi, fichado del programa deportivo de Víctor Font, su rival en las urnas (noviembre 2021-junio 2024) y quien elija ahora el presidente.