A partir de abril

Así funcionan los radares autónomos que han llegado a Catalunya | Vídeo

Trànsit invertirá 60 millones en radares y avisos luminosos para evitar accidentes con ciclistas y motoristas

¿Qué es la gran línea roja de la DGT que ya se ve en las carreteras de España?

Radar en una autopista de la Comunidad Valenciana.

Radar en una autopista de la Comunidad Valenciana.

Aleix Voltà

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Dos de los cuatro radares autónomos adquiridos por el Servei Català de Trànsit (SCT) el verano pasado han empezado a operar este mes de abril, mientras que los otros dos estarán preparados antes de que acabe al año.

Pese a que ya tienen presencia en países europeos como Francia, la aplicación de esta tecnología en Catalunya, aprobada el pasado mes de junio por un importe total de contrato de más de un millón de euros, es pionera en la red de carreteras española.

Funcionamiento

Los radares autónomos, creados por la empresa Vitronic, son pequeños remolques blindados equipados con ruedas y batería suficiente como para moverse por sí solos en la vía.

Pese a que también pueden establecerse en puntos fijos o ser remolcados, su autonomía, de diez días, es clave para 'cazar' a los conductores desprevenidos. El radar cuenta con un láser de 75 metros de alcance con el que pueden detectar infracciones en varios carriles de manera simultánea.

Su avanzada tecnología, sumada a que trabajan conectados a Internet, explica que estos radares registren en Francia una media de 14.000 multas al año, cinco veces más que un radar móvil (o el triple que un radar fijo). De hecho, en Catalunya, según datos de Trànsit, en los lugares donde hay radares, la accidentalidad baja de media entre un 60 y un 70% los próximos cinco años.

Su aplicación en Catalunya

Este mes de abril, dos radares autónomos han comenzado a operar en puntos donde se registre una concentración mayor de accidentes y la velocidad sea un factor recurrente, según ha informado el Govern. Tal como sugieren los datos de Trànsit, las localizaciones con radar permiten una reducción de entre el 30 y el 40% de la accidentalidad media

El coste de los cuatro dispositivos es de 1.067.391,02 euros. En este precio, se incluye el material necesario para poder operar de forma centralizada las infracciones registradas por los radares, cuyo funcionamiento estará incluido en el sistema de cinemómetros del SCT.