BALONCESTO UNIVERSITARIO

Carolina del Sur frustra a Caitlin Clark en la final de la NCAA

Caitlin Clark, la estrella universitaria que ha revolucionado el baloncesto femenino

El equipo imbatido de la temporada se proclama campeón del baloncesto universitario femenino en una temporada en que la competición ha multiplicado su popularidad gracias al fenómeno Clark

Caitlin Clark entra a canasta, en la final de baloncesto universitario.

Caitlin Clark entra a canasta, en la final de baloncesto universitario.

Albert Guasch

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La Universidad de Carolina del Sur coronó un campeonato impecable, sin derrota alguna, y se proclamó campeona de la NCAA al batir a la Iowa de Caitlin Clark, el mayor talento que ha producido el baloncesto femenino universitario (87-75) y a la vez todo un fenómeno social en EEUU.

Clark jugó su último partido universitario y pasará a engrosar la WNBA como número 1 del draft. Cierra una etapa sin haber podido levantar el título que ansiaba. Se quedó a la orilla. Dos finales consecutivas perdidas, pero se va con una aureola de superestrella. Como dijo la comentarista de ESPN durante la retransmisión del encuentro, "nadie jamás ha hecho tanto como ella por popularizar este deporte y esta competición".

Por primera vez, la 'March Madness' de mujeres ha goleado en interés a la de hombres y la final de este domingo tuvo un aire a Super Bowl. Se esperaban audiencias de récord en la historia del deporte femenino. Ya la tuvo la semifinal de Iowa, con 14 millones de telespectadores. El dato exacto se sabrá en las próximas horas.

La número 22 de Iowa, la mejor anotadora de la historia del baloncesto universitario, tanto masculino como femenino, cayó ante la favorita de la final, una Carolina del Sur que fue eliminada la temporada pasada precisamente por Clark en la semifinal.

Este año, el equipo que dirige Dawn Staley se vengó con una brillante actuación coral y después de haber renovado todo el quinteto titular respecto al curso anterior. Toda una proeza.

Staley, tres veces campeona, tuvo la elegancia de agradecer desde el medio de la pista a Clark "por elevar nuestro deporte y cuando pase a la liga profesional va a elevar la WNBA también, así que, si me escuchas Caitlin, muchísimas gracias". Marcas muy poderosas (Nike, Gatorade, Goldman Sachs) ya la tienen en cartera.

Clark le dio chispa al acontecimiento desde el principio. Empezó como poseída. Terminó el primer cuarto con 18 puntos, impulsando a Iowa. Metió algunos triples marca de la casa, muy lejos de la línea de tres, excitando a las gradas de Cleveland y a la millonaria audiencia en sus casas. Luego se desfondó.

El fulgurante inicio de Iowa y Clark fue laminado poco a poco por la universidad favorita de la cita. Cuenta con nueve jugadoras potencialmente titulares y una pívot muy intimidante, la brasileña Kamilla Cardoso, una torre de dos metros y un centímetro, dos palmos al menos más alta que las demás.

Carolina del Sur mordió la desventaja y alcanzó el descanso con tres puntos de ventaja. En la segunda parte se fue a por el título sin titubeos. Cardoso amargó a las de Iowa con 15 puntos, 17 rebotes, 3 tapones y una presencia voluminosa que causó estragos.

Clark, por su parte, acabó con 30 puntos (su media de la temporada ha sido de 31), pero solo deslumbró en el primer cuarto. Después se desinfló, perdió puntería y en algunas posesiones se atolondró, buscando en exceso la gloria individual.

Las campeonas encontraron el aplomo de una novata, Tessa Johnson, que anotó 19 puntos, la máxima puntuación de su incipiente carrera, y la seguridad del faro del equipo, Te-Hina Paopao, autora de 14 tantos.