Arón Canet, el favorito que tardó 70 grandes premios en ganar

Hubo una época, no tan lejana, que el valenciano Arón Canet, de 24 años, nacido en Corbera, subcampeón del mundo de Moto3 en 2019, cuando el italiano Lorenzo Della Porta se proclamó campeón del mundo, era considerado, injustamente, lamentablemente, tristemente, un bicho raro del ‘paddock’ por tener su cuerpo, manos y cuello incluido, totalmente tatuado.

Es más, llegó a decirse que las fábricas japonesas jamás lo contratarían para correr en MotoGP porque la cultura del tatuaje está mal considerada en aquel país. Canet, no solo escuchó muchas veces ese discurso, sino que, incluso, llegó a provocar un juego con una pajarita de madera, que solía ponerse cada vez que hacía una gran carrera. El mensaje era evidente: no porque luzca pajarita soy más señor; yo soy un caballero, incluso con mi cuerpo tatuado, del que me siento muy orgulloso, al margen de que la gente pueda opinar lo que quiera.

Triunfo apoteósico

Y el domingo, en Portimao, Canet fue el más grande Canet jamás visto. Un piloto total, impresionante, que, en su quinto año en la categoría de Moto2 y tras 70 grandes premios, en alguno de ellos, en bastantes, rozando la victoria, terminó subiéndose a lo más alto del podio y ganando su primer GP de la categoría intermedia. Ya no hay pajarita, ya no hay historia lamentable sobre sus curiosos y filigraneros tatuajes, solo queda el Canet ganador, líder del Mundial y candidato al título mundial.

“Soy un nuevo Canet, desde luego, porque este invierno me he preparado muy bien mentalmente para, precisamente, intentar ganar carreras como ésta de Portimao, es decir, liderando siempre y no dejándome atrapar”. Para Canet, la historia y lo que representaba aquella pajarita ya está más que olvidada. Es más, “hasta me arrepiento de haber contado por qué me la ponía, pero, bueno, aquello ya pasó”.

Es evidente que Canet ha tenido más de una, de dos, de tres, de cuatro, de cinco oportunidades a lo largo de los últimos 70 grandes premios en Moto2 para conseguir su primera victoria, pero hasta el domingo en Portimao, un circuito vertiginoso, no ha llegado el triunfo. “Se lo dedico a mi abuelo Alfonso, que falleció en 2021 y que fue el que más me animó para que fuese piloto. Seguro que lo ha disfrutado desde allá arriba”.

“Este año noto que he dado un gran salto, a nivel mental, de confianza, de pensar, cuando salgo a la pista, que me pueden ganar, ¡claro que me pueden ganar!, pero seguro de que no hay nadie mejor que yo”, explica el valenciano del equipo Fantic Racing, su nueva escudería, “esa que me ha hecho cambiar, para bien, la manera de enfocar la carrera, pues solemos hacer tandas largas a lo largo de viernes y sábado para estudiar los neumáticos y sacarles el mejor partido en carrera”.

"Quiero ser como el Lorenzo aquel que salía a la pista con un gran ego, confiando en ganar y con cero chulería. Aquel Lorenzo y este Canet no son chulos, simplemente confían ciegamente en sí mismos"

Arón Canet

— Piloto del equipo Fantic Racing de Moto2

Cuenta Canet que le gusta que digan porque, además, es cierto, que la nueva manera que tiene de afrontar el campeonato, el fin de semana y las carreras, se inspira en el Jorge Lorenzo campeón. “Bueno, algo de eso hay, en el buen sentido de todas las palabras. Es decir, muchos acusaban a Jorge de tener mucho ego, hasta de ser muy chulo cuando se plantaba en la parrilla, de creer demasiado en sí mismo. A mí eso, esa parte de Jorge, me gustaba mucho y me he inspirado en ello”.

Lo que quiere decir Canet, lo que afirma Canet, es que para ser un piloto puntero, un piloto candidato, un piloto ganador, tienes que tener algo, mucho, de aquel Lorenzo que se creía, “repito, siempre en el buen sentido de la palabra", invencible. Uno no puede salir a la pistan pensando que le va a ganar cualquier. O eso piensa este Canet 2.0. “No sé, yo me imagino que Jorge pensaba que Marc (Márquez) tenía más talento que él o que Valentino (Rossi) tenía más experiencia, vale, pues aquí estoy yo para intentar ganarles. Y les ganaba. Bueno, pues en esa línea, insisto, modesta, no chula, estoy yo”.

Canet, que hizo hasta una pirueta más que peligrosa al trazar la curva de entrada a meta en Portimao, soltado al aire su pierna izquierda e, incluso, haciendo la señal de victoria con la mano izquierda y trazando esa curva, definitiva, con solo una mano y una pierna, asegura que, en efecto, él también se ha sacado un peso de encima al ganar tras 70 intentos fallidos en Moto2.

¿Candidato?, vale, sí

“Vale, no pensaba mucho en ello, al fin y al cabo para un piloto cada carrera es única, casi la primera, pero vosotros (dirigiéndose a los periodistas presentes en Portimao) siempre me recordabais que me faltaba poquito para ganar, que no lograba ganar….y, al final, ¡uf!, lo pasas fatal. ¡Pues ua está, ya hemos ganado! Ya no me lo volveréis a recordar”.

Cuando le preguntan si sufrió en las dos o tres últimas vueltas, pensando que algo le iba a ocurrir como otras muchas veces a lo largo de estos cinco últimos años, Canet reconoce que sí pensó “no la cagues, que hoy sí es tu día, Arón”. Y, sí, lo fue. Líder y aspirante. ¿Sueña con el título? “Todos, todos, hasta el último de la parrilla estamos aquí porque soñamos con ganar, la ‘pole’, el podio, el GP, el título. Todos. Y, sí, claro, estamos solo en la segunda carrera, pero sueño con pelear hasta el final el título. Ya digo, yo soy Lorenzo: estoy aquí y no me va a ganar nadie. O eso intentaré”.

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