El Barça conquista la Copa de España derrotando a El Pozo Murcia en los penaltis (4-2)

Habían accedido los dos equipos a la final por penaltis y por penaltis decidieron el título. Ganó el Barça (4-2) a El Pozo Murcia después del empate a tres del tiempo reglamentario que se mantuvo inalterado en la prórroga. Juanjo Catela transformó el tiro definitivo, igual que un disparo suyo en un doble penalti había permitido alcanzar el añadido. La sexta final entre ambos contendientes concluyó como las cinco precedentes: con triunfo azulgrana. Es el séptimo trofeo copero de la sección. Movistar, con 11, es el dominador de la competición en sus 35 ediciones.

El Barça se agarró al partido. Con la fe por bandera. Siempre anduvo por detrás en el marcador, diezmadas sus filas por las lesiones y sin poder disponer de Pito, expulsado, y Dyego, lesionado. Los hombres de Jesús Velasco fueron igualando cada gol de El Pozo. Incluso en el momento más delicado, a falta de tres segundos.

"No es un milagro, sino un trabajo bien hecho de un equipo que cree en sus posibilidades y si crees, es más posible que puedas conseguir o que te propones", analizó Velasco,. que reonoció tanto el golpe de suerte con el gol del 3-3 como con los groseros errores arbitrales. A su lado, Jordi Torras, el director deportivo de la sección, reconoció al técnico ante los micrófonos de TV3: "Suerte que no has oído la rajada que he pegado". Al final del partido, explicaba su sentir: "En la primera parte me cagué en la madre que los parió y me refiero al equipo. Luego, fue surrealista el arbitraje. Lo debo decir ganando. Es una puta vergüenza. Ya lo dije y me quedo tranquilo. Estoy muy orgulloso de este equipo". 

Errores arbitrales

Los dos últimos minutos se distinguieron por una calamitosa acción arbitral. Un tiro de Catela desviado claramente con el brazo por un defensor no mereció ni tarjeta y, en la jugada siguiente, un lanzamiento lejano de un jugador murciano fue interceptado por Pito con el omoplato. Los ártbitros le enseñaron la amarilla, la segunda, y decretaron la expulsión, sin querer revisar las imágenes.

El Pozo aprovechó que el Barça se quedó con tres hombres en pista marcar el 2-3 a falta de 17 segundos. "Si se trata de una expulsión, hay que mirarlo en la cámara, se ve que no es mano", subrayó Velasco.

Un error de David Álvarez al hacer una peligrosa e innecesaria chilena cerca del área del Barça generó un doble penalti que Catela no desperdició, insuflando aire con el empate. Recuperó el Barça el cuatro futbolista y con la igualdad numérica nadie quiso tomar riesgos en la prórroga.

"Me salió un partidazo", reconoció un Catela eufórico. El máximo goleador azulgrana admitió que tuvo un momento de duda en el último penalti, el decisivo. Pero disparó con convicción, sintiéndose en estado de gracia, y selló la conquista del título.