El Tenerife frustra al Espanyol en el último minuto

Martin Braithwaite recogió el trofeo al mejor jugador del mes de febrero. Es, a la vez, el futbolista más eficaz de Segunda en tanto que máximo goleador de la categoría. Pero Braithwaite, lesionado en la rodilla, estaba vestido de calle. La presencia del delantero danés recordó el peso que tendría su ausencia.

Con esa merma arrancó el Espanyol, que había solventado los partidos anteriores que disputó sin su delantero centro. No echó de menos a su rematador principal porque no dispuso de ocasiones. Marcó gracias a José Gragera, goleador tan ocasional que estrenaba su cuenta. El mediocentro aprovechó un pase de Víctor Ruiz en un balón suelto tras una mala salida de Soriano en un córner.

A falta de seis minutos, y ante un indolente Tenerife, estalló el estadio creyendo que el revulsivo del tercer entrenador que aplaudía esta temporada funcionaría. Pero otro córner, en el 89, frustró la presentación de Manolo González tras el estelar debut con el triunfo de Zaragoza.

Keita Balde es el nueve

El sustituto de Braithwaite fue Keita Balde, que no tuvo un mal balón para llevarse a los pies. Vagó por el frente de ataque sin poder encarar nunca a Soriano, sin ninguna opción de remate, condenado a disputas con los centrales chicharreros. Los intentos del Espanyol los acapararon los jugadores de segunda línea: el primer tiro de Pol Lozano, un cabezazo de Sergi Gómez en un córner, un tiro parabólico de Puado… A Oliván, la otra baja notable, le sustituyó en la banda Cabrera.

Balde no acabó el partido, sustituido por Gaston Valles, el delantero uruguayo fichado para reforzar el filial y cuyo debut en Eibar brindó tres puntos. Tal vez el halo mágico del recién llegado desembocaría en otra alegría. A medida que avanzaba el partido, las ideas locales se espesaban. Los agitadores del juego habían perdido dinamismo y capacidad de sorpresa. Gragera ejerció de pivote por detrás de Puado, Aguado, Lozano y Jofre, que sólo tenían que mirar hacia adelante. Cada vez con la vista más nublada.

Rival sin alicientes

El Tenerife creó pocos problemas por la falta de alicientes que tiene para terminar la temporada, mentalizado ya para seguir un año más en Segunda. A ocho puntos de la promoción, podría soñar con ella. Sin embargo, no gana a domicilio desde diciembre y parece haber abandonado la idea. Tampoco era el escenario más propicio el feudo perico. Un remate de Nacho al lateral de la red en el primer tiempo fue la única señal de vida en las proximidades de Joan Garcia.

Acabó el Tenerife jugando con cinco defensas para conservar el punto. Empezó a perderlo en un córner y lo recuperó en el siguiente córner, casi sin querer.