Baloncesto

Sergio Scariolo: "A Ricky Rubio le queda mucho trecho por delante"

"Me emociona el cambio generacional de esta selección", asegura

Sergio Scariolo en el Príncipe Felipe en uno de los entrenamientos de la selección.

Sergio Scariolo en el Príncipe Felipe en uno de los entrenamientos de la selección. / JAIME GALINDO

Guillermo Burgos Cinto

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P: ¿Qué potencial ve a este grupo y qué papel ha jugado usted a la hora de confeccionarlo?

R: Bueno, creo que estamos en un momento intermedio del recambio generacional. Ya se ha empezado hace tiempo, pero todavía tenemos mucho delante, quedan dos o tres años para que se vaya completando y los jugadores que vamos incorporando puedan tener un papel activo dentro de la selección. Mientras tanto nuestra voluntad es de competir y seguir sorprendiendo como ha pasado en el Mundial o en el Europeo en el que estando en un momento de cambio los resultados fueron muy superiores a las expectativas.

P: ¿Cómo ve a Pradilla y Alocén de cara al futuro en la selección?

R: En esta ventana he aprovechado que los jugadores de Euroliga están ahora disponibles y he querido darles prioridad para verles. En el caso de Carlos hacía años que lamentablemente no ha podido participar y en el caso de Pradilla ya está bastante asentado dentro de nuestro proyecto. Hay años en los que su preparación va mejor, como en el Europeo y puede asistir a la convocatoria final, u otros como el pasado, donde fue un poco peor y no llegó a entrar pero, ya está listo.

P: ¿Cómo se ha incorporado Ricky después de vivir un proceso tan complicado?

R: Ha ido progresando primero no dejando de entrenar la parte física, volviendo progresivamente al baloncesto y luego incorporándose a los entrenos de un equipo muy exigente como el Barça y sintiéndose preparado para responder a la convocatoria. Ahora lo estamos viendo bastante bien, obviamente el ritmo de competición solo se hace compitiendo y le queda mucho trecho por delante. Pero el espíritu, la chispa, la alegría en su juego están ahí y sobre todo la sonrisa en su cara, que es lo más importante.

P: ¿Nos hemos acostumbrado demasiado a ver a la selección ganarlo todo?

R: Nosotros tenemos muy claro lo que hemos hecho, dónde estamos y a dónde queremos llegar. Es un recorrido bastante a largo plazo, pero paralelamente queremos competir al máximo, como el verano pasado a pesar de no conseguir el premio de pasar a cuartos, que es el umbral que se propone como objetivo. Pero lo hicimos de la forma correcta, con la cabeza muy alta compitiendo hasta el último minuto y esa es la forma de hacerlo. Cuando se puede dar la sorpresa se da y cuando no se puede se lucha hasta el final.

El espíritu, la chispa y, sobre todo, la sonrisa de Ricky siguen ahí, y eso es lo más importante

P: ¿Qué es aquello que le mantiene la chispa para continuar en lo más alto?

R: Bueno, mejorar lo que he conseguido va a ser muy difícil pero no es esa la motivación. Es desde luego que me encuentro cómodo en el ambiente del equipo y con la Federación. Y segundo porque me emociona mucho el reto de llevar a cabo este recambio generacional sin que haya baches muy grandes como le ha pasado a todas las grandes selecciones cuando su mejor generación ya se ha retirado. Sobre todo intentar que se consiga vincular y unir a este grupo de chicos, que viene desde abajo con mucho talento y margen de crecimiento y maduración. Que se mantengan con la motivación e ilusión y hacer que también los que están ahora y mantienen todavía un recorrido en la selección, sepan trasladar a los que vienen lo que han aprendido manteniendo en el grupo a gente como Rudy, Ricky, Llull, que no está aquí pero sigue en activo, que pueden ser testimonios vivos de los valores y la manera de competir que nos han hecho tan especiales.

P: ¿Qué diferencias ve entre entrenar en un club y hacerlo en una selección?

R: Yo creo que el momento de la competición se parece mucho, en playoff en el caso de club y en competición con la selección. Hay mucho más tiempo con los clubs para ir ajustando cosas, verificarlas, y el criterio de selección es muy distinto. Uno es básicamente económico y el otro vinculado a la nacionalidad de los jugadores. Este criterio de selección a veces puede ser el quid de la cuestión, porque a veces en los clubs actúan también en construir los equipos componentes que no siempre están cualificados para tomar esa clase de decisiones. Mientras que en la selección, yo personalmente nunca he tenido ninguna presión o condicionamiento que vaya más allá de la nacionalidad de los jugadores. Las elecciones son libres del seleccionador en función de los criterios que considero oportunos.

P: ¿Cómo valora su paso por la NBA con los Toronto Raptors?

R: Estuve en una franquicia fantástica, ganamos un anillo y fue una experiencia increíble, de las que nunca se olvidan. Allí me encontré con responsabilidad y autonomía dentro del equipo y aprendí muchas cosas que me sirven en el día a día con un club más que con una selección, pero desde luego muy útiles.

P: ¿Cuáles son las principales diferencias entre el baloncesto americano y el europeo?

R: Hay muchos matices, por ejemplo hay partidos allí que no tienen un peso demasiado grande y aquí hay muy pocos que sean así. Además, el nivel de talento es extremadamente superior, pero aquí es más complicado jugar porque la tolerancia de contacto y las normas a nivel defensivas complican más la vida a los atacantes, más que en la NBA. Hay muchas diferencias.

P: ¿Qué siente al regresar a una ciudad como Zaragoza, en la que ganó la Copa del Rey como entrenador del Unicaja de Málaga en la edición de 2005?

R: Los recuerdos son sobre todo del ambiente, un público experto con cultura de baloncesto capaz de apoyar al equipo, llenar el pabellón y generar un gran ambiente. Los recuerdos son positivos al margen de los resultados, porque recuerdo también una derrota que tuvimos contra Polonia, no ha sido todo ganar, pero de todas maneras siempre ha habido un gran ambiente alrededor de la selección en Zaragoza.

P: ¿Cuál es el momento más emocionante que ha vivido como seleccionador?

R: Ha habido muchos, hemos ganado muchos títulos, muchas medalla olímpicas, es muy difícil elegir uno. Yo me quedo con las sensaciones de cercanía, cohesión, de gran unidad que este equipo siempre ha transmitido a los que están dentro y el ejemplo que ha sido.

Nuestros valores nos han llevado a ser el mejor equipo de la historia del deporte español

P: ¿Cree que el valor de familia y unidad es el más importante en la selección?

R: Hay unos cuantos valores que desde luego la hacen especial y seguramente diferente a una selección en el sentido literal de la palabra, de un grupo que reúne a los mejores, porque no es así. Hacemos los equipos en función de lo que pensamos que pueda constituir un grupo cohesionado, altruista y no necesariamente en base a los máximos anotadores o valorados, no es un tema estadístico. Hay una serie de valores importantes que están dentro del equipo y tenemos que defender y siempre están en peligro cuando pueda pasar algo que no haga olvidar porque hemos sido el mejor equipo de la historia del deporte español de todos los deportes. Gracias a la cantidad de talento, pero también a principios y valores morales que han sido seguramente como mínimo igual de importantes a la hora de conseguir todos estos títulos.