Análisis de la realidad azulgrana

Las sombras de duda que proyecta el Barça de Xavi

El Barça empieza y acaba en Laporta: retrato de un poder absoluto

El cortijo de Laporta y la noche en la que desaparecieron los bolígrafos, por Francisco Cabezas

Las obras del Camp Nou avanzan; las denuncias, también

Xavi se dirige a la afición del Barça en la presentación del equipo antes del Joan Gamper.

Xavi se dirige a la afición del Barça en la presentación del equipo antes del Joan Gamper. / Quique García / Efe

Joan Domènech

Joan Domènech

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Barça empezó el año regalando un penalti al Espanyol, pasando apuros con el Intercity en la Copa (necesitó una prórroga) y conquistando la Supercopa en los penaltis con el Betis y repasando al Madrid en la final. La apertura de 2024 se perfila igual: delicada visita al Las Palmas, cita copera en Barbastro y el viaje a Arabia Saudí para lidiar con Osasuna en la semifinal de la Supercopa.

Pero ahora, pese al primer título de la era Xavi y al trofeo de caza mayor que supuso la consecución de la Liga, cuatro años después de la última (2019), han rebrotado las incertidumbres en torno al equipo. No se atisba en el Barça la evolución previsible del equipo campeón. Ni en los resultados, que han empeorado, ni en el juego, ídem.

Y esa sombra de duda que dejó el equipo en la despedida de año se erige en el primer reto que se le presenta a Xavi al reanudar este viernes los entrenamientos con un refuerzo de excepción: Vitor Roque.

Busquets levanta la copa de campeón de Liga 22-23 en la fiesta del alirón tras el Barça-Real Sociedad.

Busquets levanta la copa de campeón de Liga 22-23 en la fiesta del alirón tras el Barça-Real Sociedad. / Jordi Cotrina

"Un momento difícil"

La extrema rentabilidad que supo extraer el Barça de resultados nimios -se tituló ‘La Liga del 1-0', con 11 victorias con dicho resultado- no se está repitiendo con tanta frecuencia. El campeón suma nueve puntos menos respecto al pasado campeonato y ha caído del liderato esperanzador en el amanecer de 2023 al cuarto puesto en el ocaso del año.

“Vivimos un momento difícil”, reconoció Joan Laporta en su última intervención pública, al tiempo que expresaba su deseo de que la próxima Supercopa sea el nuevo “punto de inflexión” que catapulte al equipo. Mientras tanto, el presidente reforzó la figura de Xavi, a quien renovó el contrato hasta 2025. El técnico rechazó la propuesta de que concluyera en 2026, destacó Deco, que avaló la apuesta presidencial al asumir el cargo como director técnico único, desaparecidos Mateu Alemany y Jordi Cruyff durante el verano.

El delantero polaco del Barcelona, Robert Lewandowski, se lamenta durante el encuentro entre el FC Barcelona y la UD Almería

El delantero polaco del Barcelona, Robert Lewandowski, se lamenta durante el encuentro entre el FC Barcelona y la UD Almería / JOSEP LAGO/AFP

El equipo ha encajado el triple de goles en la Liga y ha marcado cuatro menos. Total: nueve puntos menos.

Cortocircuitos en defensa

El equipo ha encajado en la jornada 18, tras la apurada victoria sobre el Almería (3-2), tantos goles como en las 38 jornadas del torneo precedente, y la diferencia no estriba en la ausencia de Ter Stegen, lesionado y operado de la espalda. El funcionamiento general sufre cortocircuitos en la transición defensiva (ha encajado el triple de goles a estas alturas), aunque también ha decrecido la producción goleadora (cuatro menos). A Robert Lewandowski se le notan más los años con los seis goles menos que ha anotado en la Liga. Xavi va agotando las explicaciones para justificar los irregulares resultados.

Laporta auguró que el equipo “progresará”, aunque la previsión se produjo antes de la visita del Almería. Después, Xavi era la viva imagen de la decepción por la falta de “alma” de un equipo que no corre como el de la Liga anterior ni posee, ni mucho menos, el talento del Barça idolatrado de 2010, una comparación con la que quiso resaltar la menor calidad de la plantilla.

Araujo y Dovbyk disputan un balón en Montjuïc durante el Barça-Girona.

Araujo y Dovbyk disputan un balón en Montjuïc durante el Barça-Girona. / Jordi Cotrina

Cinco refuerzos

Algo que sería discutible con los fichajes del verano. No es “un plantillón” lo que tiene entre manos, un término que utilizó en el mercado de 2022 y del que se arrepiente por lo exagerado que fue, por más que el grupo se coronó campeón. Con brillantez, eso sí, arrasando al Espanyol en la coronación (2-4) del pasado mes de mayo. Los derbis en Primera son con el Girona, que pintó la cara con el mismo color al Barça en Montjuïc.

Laporta facilitó a Xavi cinco refuerzos (entre ellos dos recientes campeones de Europa: João Cancelo e Ilkay Gündogan), pero el presidente sólo invirtió 3,5 millones. Uno llegó gratis (Gündogan) y el otro cedido (Cancelo). Aparecieron igualmente gratis Iñigo Martínez y cedido João Félix. Sólo se pagó por Oriol Romeu para cubrir, infructuosamente, la sima que dejó Sergio Busquets.

Oriol Romeu, el centrocampista del Barça, en el entrenamiento de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí.

Oriol Romeu, el centrocampista del Barça, en el entrenamiento de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. / FCBARCELONA

Xavi sólo recibió la primera opción de fichaje con Gündogan y perdió a quien no quería perder: Dembélé.

Altas tardías

Ninguno de ellos era la primera opción que estableció Xavi en la lista de deseos. Únicamente Gündogan. Perdió, contra su deseo, a Ousmane Dembélé, aunque fue su querido pupilo quien le hizo a él la jugarreta en medio de la gira para enrolarse en el París Saint Germain.

Entre fichajes y bajas, Laporta hizo negocio. Es un decir: descompensó la balanza con más ingresos que gastos, obligado por LaLiga a rebajar la masa salarial y el volumen de gastos deportivos de la entidad. Pese a todos los esfuerzos, las cuentas de la patronal impidieron que el Barça pudiera dar de alta a varios jugadores (Iñaki Peña, Marcos Alonso, Iñaki Martínez) hasta que el mercado se cerró y Laporta presentó un aval personal.

João Cancelo y João Félix, antes del Osasuna-Barça de El Sadar.

João Cancelo y João Félix, antes del Osasuna-Barça de El Sadar. / REUTERS / Vincent West

El Barça gastó más dinero en el filial que en el primer equipo.

La segunda menor inversión

El Barça fue el segundo club de Primera en menor inversión. Menor incluso que el Cádiz. Solo le superó el cero del Athletic. Es más: el club azulgrana ha gastado más en el filial que en el primer equipo. A Rafa Márquez, investido táctica y simbólicamente como futuro sucesor de un hipotético magnicidio, le han dado promesas como el defensa senegalés Mikayil Fayé (5 millones) el centrocampista alemán Noah Darvich (2,5 millones) y otros cedidos que suman medio millón más.

Vitor Roque pasa la revisión médica este miércoles a su llegada a Barcelona.

Vitor Roque pasa la revisión médica este miércoles a su llegada a Barcelona. / FCB

Gündogan y Lamine Yamal, siempre

Luego, el club apostó 30 millones más 31 en variables por Vitor Roque, que ha adelantado su llegada para reforzar el ataque. Pero tiene 18 años y aterriza en un mundo desconocido.

La plantilla es de 19 futbolistas más Lamine Yamal y Fermín, con dorsal del filial pero con categoría para figurar entre los mayores. Más de un apuro han resuelto en un Barça que resoplaba y pedía la hora para llegar a las vacaciones, con Ter Stegen, Gavi, Marcos Alonso, Iñigo y Pedri lesionados. Lamine Yamal tiene el honor de ser uno de los dos componentes de la plantilla en haber participado en los 24 partidos (15 victorias, 5 empates, 4 derrotas). El otro es Gündogan.