BARÇA-GIRONA (2-4)

El Girona asalta al campeón para ser el líder de la Liga

El conjunto de Míchel se pasea por Montjuïc con una exhibición de juego y goles

Joan Domènech

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Ojo al nuevo líder de Primera. Ojo al equipazo que se ha instalado en la cima de la Liga, por delante del Madrid y el Barça, que va dejando cadáveres por el camino, sumando puntos sin parar y desprendiendo el aroma de un juego seductor que despierta emociones allá por donde pasa.

Dijo Michel que el Girona no podía jugar de tú a tú al Barça. Pero le enfrentó sin miedo ni complejo alguno, descreído de la fama que le acompaña, de la grandeza en la que se apoya, y le venció con un repaso futbolístico, arrebatándole el relato del estilo y el juego. Asaltó al campeón y conquistó el liderato que le conduce a otra dimensión. Al Girona ya se le puede colgar la etiqueta de aspirante al título con el carrerón que lleva, 13 victorias en 16 jornadas, un ritmo de puntuación que sólo alcanzan equipos con condiciones y categoría para ser campeones.

Esa otra dimensión en la que se ha despojado del disfraz de sorpresa, y al que ahora no le van a esperar en ningún lugar con la simpatía que siempre despierta el modesto que desafía a los gigantes. Ahora le tocará defender el fuerte que todos querrán invadir.

Dovbyk celebra el 0-1 del Girona ante Iñaki Peña, Koundé y Araujo en Montjuïc.

Dovbyk celebra el 0-1 del Girona ante Iñaki Peña, Koundé y Araujo en Montjuïc. / Jordi Cotrina

"Olé, olé" del Girona

Tuvo que escuchar con sonrojo el Barça los cánticos de “olé, olé” en el baile final, cuando Valery puso a salvo la excepcional victoria con el 1-3. Tan a salvo que el gol de Gündogan en el tiempo añadido no llegó a inquietar, porque inmediatamente Stuani redondeó la histórica noche en la que el Girona se consagró con un triunfo que será recordado por generaciones.

El estado de ánimo del que tanto se habla en el fútbol se observó en el cara a cara. Confiado y firme el Girona aun cuando estaba siendo apretado y Gazzaniga sacaba pies y manos, al Barça le entró el tembleque tras recibir el segundo gol porque acentuó la inseguridad que creía vencida. El discurrir del duelo cultivó la fe visitante y la incertidumbre azulgrana, rematada por Stuani en una aparición que intimidó por su fiereza competitiva.

Lewandowski celebra con Koundé y Araujo el 1-1 del Barça al Girona en Montjuïc.

Lewandowski celebra con Koundé y Araujo el 1-1 del Barça al Girona en Montjuïc. / Jordi Cotrina

Persiguiendo el balón

El Barça se pasó largos ratos persiguiendo el balón, movido de lado a lado por un Girona que quiso exprimir la amplitud del terreno de juego para proyectarse hacia adelante más que reducirlo para protegerse. Hasta Gazzaniga se atreve a pasar y no a despejar, otra de las señales del trabajado equipo que ha parido Míchel, con once jugadores que saben lo que tienen que hacer en todo momento, allá donde les ponga su entrenador.

Michel dibujó más cosas en la pizarra que Xaxi. Movió la flecha de Tsygankov hacia el interior, más cerca de Dovbyk y cedió su banda derecha al duelo a distancia entre Yan Couto y Cancelo, con todos los metros a la disposición de ambos. Los dos entrenadores pretendían encontrar un hombre libre en la franja central y eso obligó a los futbolistas a extremar la atención para que nadie quedara sin vigilancia. Pero Miguel Gutiérrez, el presunto lateral izquierdo, voló como un pajarito.

Stuani marca el 2-4.

Stuani marca el 2-4. / ALBERT GEA

Un duelo trepidante

La teoría gerundense se adivinó acertada y confirmada en las acciones de los goles en el 0-1 y el 1-2: en el reparto de marcajes, a Christensen le tocaba Tsygankov, por proximidad. El pase vertical de Yan Couto no lo amenazaba Cancelo y no lo cortó tensionado Christensen, tampoco Araujo, que alargaba el campo rompiendo la línea, y el extremo ucraniano se lo regaló a su compatriota Dovbyk.

Marcó el Girona después y antes de que pudiera hacerlo el Barça en un inicio de partido trepidante, mayormente instalado en la mitad gerundense entre el empuje local, envalentonado por la buena racha y la motivación de acabar con la fama del vecino, aunque también unos y otros trataban de adaptarse a un duelo nada convencional.

Gündogan y De Jong, cariacontecidos, esperan para hacer el saque de centro tras un gol del Girona.

Gündogan y De Jong, cariacontecidos, esperan para hacer el saque de centro tras un gol del Girona. / Jordi Cotrina

"Ya era hora", grita Miguel

Miguel Gutierrez fue un interior que comenzaba y acababa jugadas -la tercera que emprendió la enchufó a gol y gritó “¡ya era hora!” al liberarse de los abrazos-, y Blind salía de su zona para apretar a Pedri. Los dos equipos corrieron riesgos para ganar, y salió un partido estupendo, muy de guante blanco, exquisito en las formas: cuatro faltas (1 y 3) en el primer tiempo.

El Barça corrigió inmediatamente la presunta falta de agresividad que se desprendía de la única falta y cometió dos en el amanecer del segundo tiempo. Pero ese mayor rigor no reprimió al Girona, menos aún acobardarle, que nunca se sintió intimidado tampoco por las acciones de peligro azulgranas. Se sentía a sus anchas desplegándose por el campo. No supo frenar el Barça a ese club amigo que ya no lo es tanto, por la distancia que ha cogido y lo desnudo que le ha dejado.

Míchel y Xavi se saludan antes de empezar el Barça-Girona en Montjuïc.

Míchel y Xavi se saludan antes de empezar el Barça-Girona en Montjuïc. / Jordi Cotrina

Barcelona, 2 - Girona, 4

Barcelona: Iñaki Peña (6); Koundé (5), Araujo (6), Christensen (4), Cancelo (7); De Jong (6), Gündogan (7), Pedri (6); Raphinha (5), Lewandowski (4), João Félix (4). Técnico: Xavi (4). Cambios: Balde (5) por Christensen (m. 65); Ferran (5) por Raphinha (m. 65); lamine Yamal (4) por João Félix (m. 65); Fermín (7) por Pedri (m. 80).

Girona: Gazzaniga (8); Yan Couto (7), Eric (7), David López (6), Blind (6), Miguel (9); Iván Martín (7), Aleix (6); Tsygankov (7), Dovbyk (8), Sávio (6). Técnico: Míchel Sánchez (9). Cambios: Stuani (8) por Dovbyk (m. 78); Portu (5) por Tsygankov (m. 78); Valery (8) por Yan Couto (m. 78); Solís (sc) por Iván Martín (m. 87).

Goles: 0-1 (m. 12), Dovbyk; 1-1 (m. 19), Lewandowski; 1-2 (m. 40), Miguel; 1-3 (m. 80), Valery; 2-3 (m. 92), Gündogan; 2-4 (m. 95), Stuani. 

Árbitro: Díaz de Mera Escuderos (5), castellano-manchego.

Tarjetas:  Blind, Stuani, Araujo.

Estadio: Lluís Companys.

Espectadores:  42.848.