El Barça se lo pasa en grande ante un Girona entregado

Llegó el Bàsquet Girona al Palau Blaugrana con la esperanza de competir, bien respaldado por una firme trayectoria en la Liga Endesa y solo una victoria menos que el Barça. Pero se fue de la cancha azulgrana con una derrota muy dura, un repaso en toda regla, que obligará a un ejercicio de autocrítica a los jugadores de Salva Camps, que no lograron en ningún momento competir y se vieron arrollados por un rival muy superior (115-78).

Para el Barça, aun privado de dos piezas importantes como Vesely y Jokubaitis, resultó, en cambio, una tarde redonda. A una espléndida actuación coral, añadió una convincente actuación de Willy Hernangómez, con 20 puntos y 10 rebotes y 36 de valoración, y de Darío Brizuela, con 20 puntos y 6 asistencias y 27 de valoración, que acabaron como protagonistas.

Hasta seis de los 12 jugadores de Grimau firmaron dobles dígitos e incluso el joven base del filial, Kasparas Jakucionis, con un triple final, se apuntó al festival de los azulgranas, que superaron su marca de anotación de la temporada.

Se encontró muy cómodo el Barça desde el inicio, con posiciones fáciles de lanzamiento, dominando con autoridad el rebote, y buscando una y otra vez a Willy Hernangómez, que se impuso con autoridad en la zona. El pívot madrileño ganó con claridad a sus pares. Y en defensa, su talón de Aquiles, mantuvo la concentración, a lo que le ayuda la presencia a su lado de Da Silva, más implicado en este aspecto, que le guardó bien la espalda.

Así construyó el equipo azulgrana una sólida ventaja ya en los primeros minutos (20-7) que permitió a Grimau mover el banquillo (descanso para Kalinic, Laprovittola y Hernangómez) y apostar por las rotaciones, sin que eso supusiera un cambio sustancial en la dinámica del partido.  Paulí  asumió, de nuevo, la dirección del equipo, ante la baja de Jokubaitis y volvió a cumplir. Y con Laprovittola en la suplencia, fue Brizuela quien dio un paso adelante en la anotación y quien aportó también mucha pegada al grupo, algo que él también necesitaba.

 El Girona estuvo lejos de dar una buena imagen. Hizo demasiadas concesiones en defensa, no estuvo duro en la zona y tampoco encontró a nadie que arrastrara al grupo, con Iroegbu más apagado de lo habitual y solo algunos destellos de Eric Vila y Sergi Martínez, así que al equipo azulgrana no lo costó llevar la iniciativa y disparar, por momentos, su ventaja hasta los 18 puntos, e irse al descanso con un sólido colchón (51-37).

Abrines, en el podio

La clarividencia de Laprovittola, la contundencia de Hernangómez cerca del aro y también la entrada de Abrines en juego, después de quedarse en el banquillo todo el primer tiempo, catapultó al Barça en la reanudación.

Cuatro triples sin fallo del alero mallorquín (que superó a Sibilio y ya es el tercer triplista en la historia del club, por detrás de Navarro y Epi) ayudaron a construir un rotundo parcial de 19-4 en apenas cuatro minutos que dinamitó el encuentro  (70-41) y convirtió el último parcial en un trámite.

Con el marcador decidido, el Barça ofreció al público del Palau algunos de los minutos más espectaculares del curso, en una fiesta a la que se sumaron Da Silva, Paulí, Parker y, sobre todo, un inspirado Brizuela, seguramente en su mejor actuación como barcelonista.